Comienza otro de esos días marcados en rojo en la planificación del viaje, hoy visitamos Milford Sound.
Nuestro crucero sale a las 12.30, es con Go Orange y lo habíamos reservado por medio de la web bookme.
Según Google Maps vamos a tardar 1h 45min en llegar hasta allí, así que salimos con tiempo de sobra para evitar sorpresas inesperadas. Vamos directos, sin hacer una sola parada, ya que a la vuelta haremos todas las que tenemos señaladas. No hacemos paradas pero apreciamos desde el coche la belleza de la ruta. En el cielo se ven algunas nubes, pero no parecen muy amenazantes. A ratos el sol también se deja ver.
Cuando reservas te advierten que programes 30-40 minutos para buscar aparcamiento, pero cuando llegamos está todo muy bien organizado y no tardamos ni un minuto. Nos hacen aparcar en una zona que está algo alejada de los muelles, pero hay un autobús gratuito que hace el recorrido de un lado al otro constantemente, y apenas tarda 5 minutos.
Hemos salido con tiempo de sobra, hemos tardado menos de lo previsto y encima no hace falta tanto tiempo para aparcar. Resultado, todavía queda más de una hora hasta que zarpe nuestro crucero. Nos tomamos un café en la única cafetería que hay cerca.
A las 12.15 ya estamos esperando en el muelle. Desde fuera nuestro barco parece algo más antiguo que los otros. Cuando abren las puertas del barco somos de los primeros en entrar, así que conseguimos un buen sitio en una de las terrazas. Por fuera parecía otra cosa, pero una vez a bordo la sensación es diferente. El interior está bien cuidado y en las zonas exteriores hay muchos huecos donde sentarse.
Durante las siguientes dos horas recorremos el fiordo. El trayecto de ida hasta el mar de Tasmania lo hace por un lado mientras que la vuelta se acerca al otro. En algunos momentos se aproxima a las cascadas, llegando incluso a meterse debajo de una de ellas.
La vistas son fabulosas y mi cámara saca chispas. El cielo no está completamente despejado pero incluso el sol se está dejando ver, algo no tan habitual en esta zona del país.
Según estamos llegando al muelle la cosa empieza a cambiar, las nubes están entrando con mucha rapidez y nos subimos al coche en medio de una intensa lluvia.
Sabemos que no hay muchas opciones para comer en esta zona así traíamos algo preparado.
Empezamos el camino de vuelta y, aunque no con tanta intensidad, sigue lloviendo un poco. Nos da rabia pensar que al venir el tiempo era muy bueno y no hemos parado en ningún sitio...
El primer punto marcado en el mapa es Tutoko Suspension Bridge, puente colgante que se encuentra pegado a la carretera.
Siguiente parada, The Chasm,
Después se cruza el túnel Homer. Es de un único carril por lo que suele tocar esperar antes de acceder al mismo. Nada más cruzarlo, a mano izquierda, nos paramos en un desahogo de la carretera. A la ida nos ha llamado la atención este punto por sus vistas.
Avanzamos ahora hasta Lake Marian. Para llegar hay que salir de la Milford Sound Road, pero el desvío es de apenas 5 minutos. Una vez allí, y después de un paseo de 20 minutos, llegas hasta Viewing Gantry.
Regresamos a Milford Sound Road y al poco nos encontramos con Pops View, un mirador con buenas vistas.
Seguimos avanzando y el siguiente punto que nos indica el mapa es el lago Gunn. Es un lago relativamente estrecho y alargado. Hay varios lugares pegados a la carretera desde se puede contemplar, pero la verdad es que nosotros no encontramos ninguno en el que se aprecie en su totalidad.
Durante los siguientes kilómetros tenemos varios puntos marcados, todos ellos por sus vistas. Se trata de Kiosk Creek, Knobs Flat, Deer Flat y, el más destacado de todos, Eglinton Valley. Es un valle amplio rodeado de montañas. A nosotros nos pareció un lugar con un encanto especial.
Entre estos puntos también se encuentra Mirror Lake, un pequeño lago espejo al que se llega después de un corto paseo entre miles de sandflies.
Poco antes del final de la ruta, nos paramos en Te Anau Down, desde donde tenemos unas buenas vistas del lago Te Anau.
Estamos de vuelta en el hotel después de haber dedicado más de cuatro horas a la ruta.
Nos vamos a cenar y terminamos un día que nos ha ofrecido tanto como prometía.
Conclusiones
No hay duda de que Milford Sound es una visita obligatoria. Ir hasta allí no sólo supone visitar un fiordo precioso, si no que se complementa con el camino hasta llegar allí, que se disfruta mucho.
Para nosotros fue una etapa intensa, pero muy bien disfrutada.
Hicimos el crucero con Go Orange, ya que era la mejor oferta que vimos (reservando por bookme). No sé si habrá mucha diferencia con otros barcos pero no encontré ningún motivo para no recomendar esta compañía.
Recomiendo hacer las paradas a lo largo de la Milford Sound Road durante la vuelta, tal y como hicimos nosotros, ya que es mejor ir sin prisas. Nosotros tardamos casi 5 horas.
Alojamiento
Te Anau Lakefront Backpackers - 123 NZD
Mismo alojamiento de ayer.