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Se iba acabando lo bueno, que pena.
En esta casa sólo estuvimos una noche, recogimos todo de nuevo y marchamos hasta HEIDELBERG, hasta allí son 17 km., que nos costaría llegar en 15 min.
Aparcamos en un parking subterráneo llamado Tiefgarage P1, bastante cerca de la calle Hauptstrasse. Sobre las 9:30 llegamos y nos dirigimos a esa calle que tiene casi 2 km. de largo.
Era Domingo y la mayoría de locales comerciales estaban cerrados, exceptuando los restaurantes, panaderías y tiendas de souvenirs (regentados por chinos).
Nos costó un buen rato recorrerla, porque de camino vimos casas bastante chulas de estilo renacentista hasta llegar a la MARKTPLATZ. En esta plaza hay varios sitios de interés como el Hotel Zum Ritter con una fachada muy chula, la Herkulesbrunnen, una fuente Bonita y la Heiliggeiskirche, una iglesia enorme luterana que quisimos entrar pero que cobraban 4€, y por dentro solo impresionaba su altura.
Desde allí fuimos a la Kornmarkt, una plaza chula con una fuente en el medio, y desde donde se veía el castillo en lo alto. Subiendo un poco más arriba llegamos al Heidelberger bergbahnen, la estación del funicular que nos llevaría a visitar el monumento más famoso de Heidelberg, el SCHLOSS HEIDELBERG.
Compramos las entradas al castillo y la subida y bajada en funicular por 8 € cada uno, estuvimos esperando una media hora, porque había bastante cola.
El trayecto hasta arriba no dura más de 4 min.
Segun se sale de la estación se vislumbra ya la entrada al recinto del castillo.
Segun entramos fuimos a mano izquierda hasta un mirador cerca de una torre desde donde se divisaba toda la ciudad de Heidelberg, la verdad que son unas vistas preciosas.
Luego fuimos hasta la entrada principal, donde te piden las entradas y accedes a un patio enorme, desde donde se ven las fachadas renacentistas de sus edificios que son muy chulas.
Al fondo del patio, a la izquierda se baja por una rampa hasta una especie de local de bebidas o de degustación, y dentro puedes acceder a ver el famoso Barril de Heidelberg, que es enorme e impresionante, allí era dificilísimo hacerse una foto en condiciones, no había más que gente por todas partes.
Se puede subir a la parte de arriba del Barril por unas escaleras por detrás y también se puede dar la vuelta a este por otro camino y bajar hasta abajo del todo.
Salimos al patio del castillo y un poco más adelante puedes acceder a otro mirador chulo, salimos y un pelin más adelante esta el Deutsches Apotheken-Museum, que es el museo de la farmacia.
En este museo explican la historia y el desarrollo del mundo de la farmacia desde la Antiguedsd hasta nuestros días. Es muy bonito e interesante este museo, me sorprendió.
Al salir del patio giramos a la izquierda en dirección a los jardines del castillo, que realmente es solo un descampado verde, sin flores,ni jardines; pero que se puede caminar hasta el final donde hay un gran mirador, desde donde se ve la ciudad y parte de una fachada del castillo.
Estuvimos haciéndo fotos poco rato, porque empezó a hacer algo de viento fresquete.
Sobre la 13:15 nos decidimos a comer en un local dentro del castillo, no estaba mal y no era muy caro.
Comimos patatas fritas, schnitzels y nuggets.
Al cabo de una hora fuimos hasta la estación para bajar en el funicular, aquí no hicimos mucha cola.
Desde la estación atravesamos la Marktplatz por detrás y nos fuimos hasta el ALTEBRUCKE, pasamos por el Bruckentor, una puerta de entrada a la ciudad de estilo renacentista muy chula.
Nos acercamos a la mitad del puente más o menos y empezamos a fotografiar las vistas que se tenían de allí del castillo en la cima de la colina. Son unas vistas preciosas.
De allí volvimos al a Marktplatz y luego cogimos la Hauptstrasse para in en direccion al parking.
Por el camino nos entretuvimos haciendo alguna comprilla, y nos paramos en una pastelería para saborear unos pasteles con capuchinos que estaban buenísimos. Nos quedamos allí descansando un buen rato, sentados en unos sofás muy cómodos
Después fuimos al parking, nos cobraron unos 6€, y para las 16:15 nos dirigimos a la última casa.
Nos quedaban por delante unos 235 km. hasta Wahn, un pueblo cerca del aeropuerto de Colonia, que los haríamos en 2 horas y cuarto, sin paradas.
A las 18:30 llegamos allí, y ya descansamos hasta el día siguiente.
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