Pues llegaron las vacaciones y de nuevo nos liamos la manta a la cabeza y para Deutchland que nos fuimos. Eran muchas horas en coche así que paramos a dormir en Francia antes de llegar a nuestro destino. Preparativos pocos. Un rato de investigación en internet, un poco de lectura de guía turística y sobretodo la preparación de la música que nos acompañaría durante el viaje. A los sospechosos habituales en este viaje se sumaron:
Dos temazos de su ultimo album Weight of a Trigger.
Historica banda que se inicio en los 70 en New Orleans.
Y unos cuantos tipos que escuche durante el visionando Sons Of Anarchy.
Y empezamos el viaje en dirección a Clermont-Ferrand que iba a ser nuestra primera parada. En el camino, paramos a comer en un restaurante de carretera para camioneros. Ya sabéis que nunca me ha gustado mucho comer en Francia y esta no seria una excepción. A su favor que no era demasiado caro, que el sitio tenia cierto encanto (con los Wc. llenos de fotos de actores franceses) y una comida comestible para lugareños: Una especie de ensalada con entremeses, una especie de quisch con salsa de champiñones y cerdo con patatas con salsa de mostaza. De postre una tarta de albaricoque con nata. El restaurante: Les Routiers au Bonsecours cerca de Campagnac.
Clermont-Ferrand, capital de la Auvernia nos sorprendió. Una ciudad amable con mucha vida y vista al atardecer después de una tormenta y con una luz especial. A destacar su magnifica catedral y un bonito casco antiguo. Pero ya sabéis que la manduca tiene especial peso en nuestros viajes y aquí probamos nuestro primer asiático del viaje. Un vietnamita muy concurrido en una bonita plaza. Nos pedimos un par de bo-bun con un par de cervezas (la gran decepción del viaje). Antes de salir hacia Alsacia a la mañana siguiente visitamos la catedral y parte de ese casco antiguo. Nos alojamos en el Hotel Kyriad, bastante céntrico de relacion calidad precio aceptable, unos 43 euros.