Este era el último día y coincidió que era sábado. Mirando cosas para ver en internet leí que había un mercadillo los sábados, tipo rastro. Tenía pinta de ser bastante cutre, pero nos fuimos para allá y confirmamos que es muy cutre, pero muy curioso también. Para ir hay que coger un tranvía y luego un autobús que se aleja bastante del centro de la ciudad por una autopista. El rastro está como en un descampado, pero no es al aire libre, son casetas en las que sacan algunas cosas hacia fuera. Se puede comprar todo tipo de "basura" como muebles, vajillas, fotos de otras familias, pistolas... Venden muchos pines y condecoraciones de la época soviética y cosas como un cuadro de Hitler o un uniforme nazi o uno comunista (todo en la misma tienda). Había una tienda con cámaras de fotos antiguas por ejemplo, pero no entiendo nada y no se si habría algo que merecía la pena.

Como digo, es bastante cutre y no compramos nada, pero si vais muchos días como nosotros es una forma de pasar la mañana. En los comentarios de google mucha gente dice que está muy vacío entre semana, creo que es mejor ir el sábado porque cuando fuimos nosotros sí que vimos muchos puestos abiertos.
De aquí nos fuimos a la plaza Vorosmarty y la calle Vaci, porque yo los tenía apuntados como dos cosas para ver y todavía no habíamos estado por esa zona. Esta es la zona comercial donde están las tiendas tipo Zara, HM, etc. y está llena de tiendas de souvenirs. En la Plaza Vorosmarty había puestos de artesanía y de comida, pero no se si están simpre o estaban en agosto porque se acercaba la fiesta nacional. Si estais de paso o teneis tiempo está bien para comprar algún souvenir, pero no me parece imprescindible pasear por esta zona, me gusta más la zona del barrio judio con tiendas más originales (algo parecido a Malasaña en Madrid) o la avenida Andrassy con las tiendas de lujo.
Aquí nos fuimos a comer a otro restaurante con comida húngara que yo tenía apuntado, Kupak. Comimos bien y bien de precio, pero la comida no estaba muy caliente y comparando con lo que comimos en Szentrendre nos gustó más el restaurante familiar de este pueblo, pero es un buen sitio para probar los platos típicos. Otra cosa que tenía apuntada para ir con mi hijo que lleva años pidiendo un gato era el cat café de Budapest. Después de habernos negado a hacer cola para entrar en el New York Café o el Sacher en Viena, al final hicimos cola para entrar al cat café

Y de aquí ya a por la maleta y al aeropuerto. Ir al aeropuerto es super fácil, en Deak Ferenc ter se coge el bus 100E que te lleva directo. El billete se compra en las mismas máquinas moradas donde venden los tickets de 24 horas.