Hoy no nos toca madrugon, ya que la primera visita esta muy cerca del alojamiento, aunque aun asi, son las 6:30 o asi cuando nos levantamos. El alojamiento incluia también desayuno, o eso decía porque llamar desayuno a eso. En el frigo había una caja de zumo empezada, una caja de leche encima caducada, algunas mermeladas, un poco de mantequilla, y fuera una maquina para hacer café, que era lo único que valia, porque encima de la encimera la noche anterior la dueña dejo un supuesto pan, que de pan no tenia nada, tampoco de bizcocho y encima sin terminar de cocer, vamos que eso era incomible, yo no se ni como no nos ahogamos porque era una argamasa de narices…. Asi que como no, enseguida terminamos el frugal desayuno, recogemos maletas y dejamos la llave puesta en la habitación como la dueña nos había dicho y ponemos rumbo hacia las cercanas cascadas de litlanesfoss y hengifoss.
Este es nuestro planning de hoy
Llegamos al parking, y como no, no hay nadie, creo que aquí madrugan poco los turistas…. Asi que desde aquí siempre con una incesante subida, empezamos la ruta que en total serian unos 6 kilometros entre subir y bajar, que se hace por el mismo lado, siempre llevando a la derecha el cañon del rio. Ya desde abajo, al final del todo, en lo alto, se aprecia hengifoss. Pero antes de ella, de camino tenemos estas vistas
Hasta llegar a la primera cascada de la ruta, litlanesfoss, una pequeña cascada enmarcada también en columnas de basaltos.
Seguimos rio arriba acercándonos cada vez mas a nuestro destino. La ruta es fácil aunque de continua subida, pero merece la pena por encontrarte a los pies de esta preciosa cascada, creo que mas que por la cascada en si, por donde esta, ya que se ve una inmensa pared llena de estratos que se ven perfectamente, donde parece que alguien hubiese cogido un rotulador rojo para pintarla.
Nos encanto! Estuvimos por allí un rato haciendo fotos y cuando bajábamos nosotros empezaba a subir la gente, asi que no las pudimos ver mejor.
Desde allí , en unos 100 kilometros , nos encaminábamos hacia una maravilla escondida con la que di de casualidad, el cañon de studlagil. Aunque de camino nos encontramos con preciosas vistas y cascadas como esta de rjukandi, justo encima de la carretera.

Por internet es un poco difícil sacar información de el cañon ya que hay poca o la que hay algo liosa. Pero mi marido logro encontrar por donde empezar la ruta para llegar a el. Hay dos formas de visitarla. Por el lado oeste, dejando el coche en lo alto, y bajando una escarpada colina para verlo desde arriba y un pequeño trozo, eso si, andando nada. Pero nosotros elegimos la ruta que llegando a la señal de la granja klaustur, hacia la izquierda hacia abajo se llega a una esplanada donde hay baños, de pago, como no, y un antiguo puente de hierro blanco, y a su lado estaban construyendo uno nuevo. Aquí dejamos el coche, se cruza el puente y hacia la derecha comenzamos a andar por un camino entre los prados y con sus ocupantes también de ruta por los caminos.
En mas o menos dos kilómetros, llegas a esta cascada, donde como lleve mucho agua te mojaras los pies.

Seguimos adelante y de nuevo hay que volver a cruzar un pequeño rio, pero nada difícil, no llevaba mucha agua. Seguimos por prados y mas prados y justo al final vemos una verja y como que el camino se corta. Delante había mas gente mirando igual, sin saber por donde pasar, y la gracia que me hace a mi, que aunque nadie lo sepa, los chicos de delante también eran españoles, y decían que no veian camino, yo me acerco un poco a la verja, y se vislumbra un pequeño sendero, asi que yo salto, y detrás todo el mundo, si no es por ahí, pues no pasa nada, todos nos equivocamos,jajaja… pero si, acerté, y tras un paseíllo empezamos a ver los retorcidos basaltos del cañon, antes enterrado bajo las aguas del jokulsa.desde este lado la vista es infinitamente mejor, y además te puedes acercar totalmente, incluso bajar hasta abajo, eso si, con mucho cuidado porque los basaltos están muy resbaladizos. Nosotros buscamos un sitio por el que nos parece seguro bajar y alla que vamos. El sitio super bonito y con muy poca gente, y si el agua ya hubiese venido azul como lo hace cuando no baja con el deshielo y las lluvias habría sido lo mas, porque hasta el sol nos acompaño. Preciosas vistas!



Después de un rato por allí viendo y fotografiando empezamos marcha atrás nuestra caminata, aunque por desgracia el sol se marcha y en su lugar se ponen unas nubarracas negras que asustan. Y vaya si asustan, de camino de vuelta empezó a llover y cada vez mas, asi que tras diez kilómetros en total de ruta llegamos al coche otra vez empapados. La madre que le pario al tiempo en Islandia! Hay por lo visto un dicho que en Islandia si no te gusta el tiempo espera cinco minutos. No tan exacto como cinco minutos pero si es verdad que aquí tan pronto te levantas con todo super nublado y en un rato tienes sol, al otro llueve o al otro hay una nube de narices. O aquí esta cayendo la del pulpo, andas cinco kilómetros y no llueve nada de nada. Asi de caprichoso es el tiempo en Islandia!
Teníamos previsto ir a un hot pot que había a una media hora de aquí pero como parecía que la nube iba justo hacia dentro, y ayer nos dejamos sin visitar un fiordo, lo dejamos y nos encaminamos hacia el fiordo. Pasamos egillstadir, y justo de camino al fiordo de seydisfjordur, cruzamos por justo delante de donde comienza el camino hasta la cascada fardagafoss, cascada que llevaba en mi ruta con unos dos kms, pero parece ser que la ultima subida es bastante empinada y hay que subir incluso con ayuda de cadenas, y como había llovido tanto y el cielo seguía amenazante, será para la próxima! Seguimos fiordo abajo, y hoy no tenemos suerte, ya que la nube esta justo encima de el, asi que no se ve nadaaaa…poco antes de llegar al pueblo, a mano derecha en un apartado de la carretera paramos para ver la cascada gufufoss. Bonita pero con las cascadas tan espectaculares del sur, sabia a poco. Además hacia un frio y un aire, que la visita fue corta.

En menos de 3 kms, llegamos al pueblo, aparcamos justo al lado del centro. Hay poca gente por aquí, y el frio no ayuda claro. Aunque este pueblo tiene poco que ver, seguramente si pones su nombre en google solo te sale la misma foto. Esta.
La famosa calle con el arco iris y la iglesia azul al fondo. Bonito! Pero nosotros decidimos dar una vuelta por el pueblo rodeando el pequeño lago que se forma en medio, y la verdad es que es un pueblo muy bonito todo lleno de casas de colores pegadas al fiordo. Pero enseguida das la vuelta.


Por casualidad aquí había mirado un restaurante y allí nos dirigimos. Nordic restaurante. Era pronto, sobre las 18:30 pero como aquí empiezan muy pronto a cenar, entramos a preguntar y menos mal, porque me dicen que si es para comer ahora, y por lo que veo es que tienen todo reservado para mas tarde. No importa . alla donde fueres haz lo que vieres. Aquí se cena pronto, pues a cenar. Un sitio muy chulo, todas las mesas con velitas y rosas naturales. La carta no es muy extensa pero todo estaba sabrosísimo. Pedimos de primero unas croquetas de reno y una sopa del dia, de vegetales. Muy buena. También una cesta de pan casero con mantequilla de hierbas, riquísimo también. Pero el boom fue con los segundos, pedimos dos platos de bacalao sobre un pure de col y con una salsita como de aceite y especias, estaba insuperable, el mejor bacalao que he comido en mi vida, sabroso, fresco, justo en su punto, estaba para morirse. Además como siempre, los platos bien de cantidad. De postre un skyr nuevamente, esta vez en mousse, muy bueno también. Toda la cena por 86 euros.





Con muy buen sabor de boca volvemos al coche y nos dirigimos al alojamiento de esta noche, también en egillstadir, al lado del lago. Ormurinn guesthouse. El check in se hace justo enfrente, en otro alojamiento, pero como siempre muy rápido. Vamos con el coche y las llaves a buscar nuestra casita por hoy, y casi nos metemos en una casa particular. Pero lo encontramos. Por fuera como casi todas por allí, son como barracones de chapa, pero no tiene nada que ver por fuera con el interior. De hecho, fue el alojamiento que mas nos gusto.



Todo limpio y comodo, baño compartido limpio hasta que das claro esta con los típicos guarros que se duchan y no se molestan ni en quitar los pelos o aclarar la ducha, pero eso culpa claro de nosotros no de la casa. La habitación super amplia, era una cuádruple, con unos ventanales de nuevo enormes que dan justo enfrente del lago. Precioso si hubiésemos tenido suerte con las auroras, que no tuvimos claro esta. Asi que duchados, guardados los zumos y quesos en la nevera compartida también, la cama me llama a gritos. Pena que al dia siguiente volvia a tocar madrugon, porque la cama era como visco, que me envolvió y me atrapo y creo que cai dormida según me echaba, tan agusto, comoda, suave y calentita que estaba. Me encanto este sitio y la cama lo que mas. Habitación muy sencilla pero muy acogedora. Asi que preparado Morfeo que alla voy!!