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Ya he hablado de la gran importancia de Tarraco. Y su magnificencia queda aún presente en los monumentos romanos que se han conservado. En el año 2000, el conjunto arqueológico romano de Tarraco fue declarado Patrimonio de la Humanidad de la Unesco.
El edificio más importante de todos, el Anfiteatro, lo encontramos muy cerca de la estación de tren. De hecho ya hablé de unas arcadas que se ven desde la ventanilla cuando te vas aproximando. Hablo del magnífico anfiteatro, de visita obligada.
Se construyó en el siglo II cerca del mar, con gradas excavadas en la roca en las zonas donde era posible o sobre bóvedas donde no se podía usar el terreno. En origen, antes de su construcción, parece que aquí hubo enterramientos. El anfiteatro tenía capacidad para unos 14.000 espectadores. El Anfiteatro Flavio, el famoso Coliseo romano, tenía capacidad para 65.000, la Arena de Nimes de 16.300, el anfiteatro de Arles pudo acoger a unos 25.000 y el de Emérita Augusta (Mérida), 14.000. Por capacidad era muy similar a éste.
En el siglo III, bajo el reinado del joven emperador Heliogábalo (cuyas costumbres llevaron a su asesinato muy pronto), se reformó. Una inscripción da cuenta de ello. En su interior se celebraban las luchas de gladiadores con fieras y también las ejecuciones públicas. Al estar cerca del mar, las fieras podían trasladarse fácilmente desde el puerto. En el año 259, gobernando en Roma el emperador Valeriano, quemaron vivos al obispo Fructuoso y a sus diáconos Augurio y Eulogio. En el siglo V fue perdiendo su función y en el siglo VI se construyó en su interior una basílica visigótica, sobre la cual se levantó la iglesia medieval de Santa María del Miracle, en el lugar del martirio del obispo y sus dos compañeros. Para ello e usaron piedras del propio anfiteatro. La iglesia era estilo románico y planta de cruz latina, una sola nave y un ábside cuadrángular. Estuvo en pie hasta 1915. Hoy hay algunos paneles explicativos y ves claramente dónde estaba.
Para su construcción se combinó el uso de hormigón (opus caementicium) y el de grandes sillares de piedra (opus quadratum). Además, en días de sol (y por su situación habría unos cuantos) se ponía una carpa llamada velum para proteger a los espectadores del calor. Se puede ver una recreación de algo similar en el parque temático francés Puy du Fou (tengo un diario en el que hablo de ese parque). No era algo propio solo de Tarraco. Tampoco era excepcional que debajo de la arena donde se celebraba el espectáculo, en los sótanos inferiores, hubiera unos montacargas que, mediante un sistema de poleas y contrapesos accionados por tornos, levantaban las jaulas con las fieras, los gladiadores o diversos elementos escenográficos de los juegos. ¿Habéis visto Gladiator?. Se ve claramente el uso de esos montacargas. En las fosas o sótanos también había zonas de descanso y de culto.
En la zona norte de la fosa trasversal se encontró una pintura al fresco (hoy conservada en el Museo Nacional Arqueológico de Tarragona) dedicada a la diosa Némesis, que decoraba una pequeña capilla destinada a la invocación de esta diosa protectora de los gladiadores. Némesis es la diosa de la justicia retributiva, la solidaridad, la venganza, el equilibrio y la fortuna. Para los romanos existía una diosa inspirada en ella, Pax-Némesis, que, entre otros, era la protectora de los gladiadores.
La gradería estaba separada en diferentes niveles que representaban a las diferentes clases sociales de la época. Así, las clases más privilegiadas ocupaban las 3 gradas del primer nivel. Un poco más arriba (unas diez gradas) eran ocupadas por la llamada clase media, mientras que arriba del todo las últimas gradas las ocupaba el pueblo llano. En un teatro o espectáculo ahora las entradas más caras son generalmente las más cercanas al escenario. No hemos cambiado tanto.
Hoy en día podemos ver el anfiteatro en bastante buen estado y en una situación excepcional. Es posible subir y sentarse en las gradas. De todos modos no sé si eso seguirá así mucho tiempo. Copio un fragmento de una noticia reciente:
"El Ayuntamiento de Tarragona estudia derribar la zona de las gradas del anfiteatro romano donde se sienta el público debido al deterioro que sufren. El espacio es una reconstrucción hecha en los años 60 y 70 del siglo pasado que se encuentra en mal estado. El derribo se plantea después de que un informe técnico alertara el pasado septiembre que diferentes déficits estructurales del monumento estaban poniendo en riesgo la seguridad de los visitantes, por lo que el consistorio decidió cerrarlo a los visitantes. Según ha explicado a la ACN el consejero de Patrimonio, Hermán Pinedo, también se está monitorizando el anfiteatro con georradares para saber si las vibraciones causadas por el paso de trenes y vehículos afectan a su estructura."
Al ser una reconstrucción lo que se pretendería con estos trabajos seguramente sería consolidar la grada romana, eliminando la intervención del siglo XX, y seguramente limitar o prohibir que los visitantes puedan sentarse como ahora.
Os dejo este enlace. Con gafas y material adecuado podría verse en realidad virtual:
m.youtube.com/watch?v=hpHYF4kPaJU
Dejo otro enlace con los precios. Yo os recomiendo el ticket combinado. Mirad también las opciones de reducción o gratuidad ( nosotros, por ejemplo, nos beneficiamos por conservar unas entradas de Port Aventura de unos meses antes).
www.tarragona.cat/ ...-dentrades
Nos dirigimos ahora al Circo romano. Se ubicó muy cerca del Fórum Provincial de Tarraco, dentro del recinto amurallado en la terraza inferior de la parte alta de la ciudad. Fue construido a finales del siglo I d.C. bajo el gobierno del emperador romano Domiciano. Se mantuvo en uso hasta mediados del siglo V, momento en que la arena y las bóvedas perimetrales fueron trasformadas en nuevos espacios residenciales porque la ciudad se redujo de tamaño y se concentró en la "parte alta" debido a la creciente inestabilidad del Imperio romano, ocupando las antiguas instalaciones del foro provincial y del circo.
Posteriormente las estructuras originales fueron aprovechadas como soporte para las nuevas construcciones, de manera que el circo acabó por incrustarse en el mismo centro urbano de Tarragona, lo que facilitó que sea probablemente el mejor conservado del mundo.
Se conserva y es visitable la parte de la cabecera oriental, donde se sitúa la porta triunfalis y buena parte de las gradas. Además, son visitables varias de las bóvedas interiores del circo, que aguantaban el graderío superior. De buen seguro os llevaréis el recuerdo del paseo por esas bóvedas ya que, hoy por hoy, ver el nivel superior del circo es imposible.
Aquí se llevaban a cabo varios espectáculos, llamados "ludi circensis" (juegos de circo) pero su función principal eran las carreras de caballos (¿recordáis las carreras de cuádrigas de Ben Hur?).
Igual que antes, os dejo este enlace para que os ayude a entenderlo mejor (si tenéis opción de realidad virtual, mejor):
m.youtube.com/watch?v=Ydhb3yAI_A8
Hablé del Forum provincial. Estaba constituido por dos grandes plazas porticadas que albergaban los principales edificios administrativos, religiosos y culturales de la ciudad de Tarraco. Fue construido por los romanos en el año 73 d.C., en un tiempo de paz, por orden del emperador Vespasiano. Su uso se mantuvo hasta la mitad del siglo V, a partir del cual se ocuparon los edificios que rodeaban la plaza como viviendas privadas. A partir del siglo XII se urbanizó el interior de la plaza y se definió un trazado de calles que se ha mantenido hasta la actualidad. Este espacio corresponde al entramado de calles que conforman buena parte del barrio medieval de Tarragona. Hoy nos resulta un poco complicado ubicarnos.
El recinto de culto presidía la sede del "concilium" y estaba situado en la zona más alta de la ciudad, hoy ocupada por la Catedral, la plaza de la Catedral y otros edificios. Era una enorme plaza de 153 por 136 metros rodeada por un muro perimetral de 9 metros de alto que sostenía la cubierta de un pórtico con columnas, de unos 11 metros de ancho, que rodeaba toda la plaza. Aquí estaba el templo de Augusto.
La plaza de representación estaba en una terraza más baja que la zona de culto. Ambas se conectaban por una gran escalinata, que coincide con las actuales escaleras enfrente de la Catedral. La plaza medía 175 de ancho por 318 metros de largo. Se considera la plaza más grande jamás construida por el Imperio Romano. Tres de los cuatro lados de la plaza estaban delimitados por un podio elevado cubierto por un amplio espacio porticado que se apoyaba sobre un muro de pilastras (del cual aún se pueden observar muchos fragmentos en la ciudad). Tras este pórtico se alzaba una larga bóveda, de la que se conservan diversos tramos, como las llamadas bóvedas del Pallol o del Pretorio, que, seguramente, sustentaban una galería superior. En los ángulos meridionales de esta plaza se encuentran las torres de la Antigua Audiencia y del Pretorio.
En el nivel inferior estaba el circo. Creo que con la siguiente imagen lo veréis muy claro:
Ya he mencionado el Pretorio. Se trata de una torre de época romana que alojaba las escaleras que permitían el paso desde la ciudad baja hasta el Foro provincial, con el que está comunicado por pasillos subterráneos. Es uno de los ángulos del gran rectángulo de la plaza del Foro provincial. En el siglo XII se convirtió en el palacio de los reyes de la corona de Aragón y posteriormente en prisión. Si miráis el dibujo anterior veréis claramente la ciudad baja y después los tres niveles del Foro, con el circo en el inferior.
En el siglo XII fue fortaleza normanda y más tarde se convirtió en el palacio de los reyes de la corona catalanoaragonesa. Allí se estableció el veguer real (representante del rey). Varios monarcas hicieron reformas, siendo las más importantes las de Jaume II, entre 1304 y 1312, y las de Pedro III. A partir del siglo XVI la torre se convirtió en un cuartel militar y sufrió graves daños durante la ocupación napoleónica de la ciudad. En el siglo XIX, se identificó la torre como un lateral del palacio donde hubiera vivido Augusto durante los dos años de su estancia en Tarraco. Ahora se ha descartado que existiera ese palacio. Puede visitarse. Desde lo alto hay buenas vistas. En su interior se conserva el bonito Sarcófago de Hipólito, del siglo III.
Tarragona tiene un interesante Museo arqueológico. En mi última visita a la ciudad estaba cerrado por obras. Había una pequeña muestra en el tinglado 4 del puerto. Aunque no sea muy grande su visita es muy recomendable.
Mucho más alejado y menos visitada que estos monumentos, Tarragona tiene una necrópolis paleocristiana, dicen que la más importante del Mediterráneo occidental.
El cementerio de Tarraco surgió en torno a una basílica martirial dedicada a San Fructuoso y sus dos diáconos (recordemos que fueron martirizados en el acueducto en el siglo III). El hallazgo de una inscripción incompleta da que pensar que fueron enterrados aquí. La basílica tenía tres naves y cabecera con ábside exterior. Posteriormente se añadieron algunas cámaras funerarias y un baptisterio. Los restos de esta basílica desaparecieron cuando se construyó la «Fábrica de Tabacos de Tarragona» durante la primera mitad del siglo XX. Aún podemos ver el exterior de dicha fábrica.
Hay varios tipos de sepulcros, desde entierros simples con ánfora o teja (tegulae) hasta los mausoleos, pasando por una gran diversidad de sarcófagos, algunos de procedencia norteafricana, o en ataúdes de madera. Una pieza digna de mención es la muñeca de marfil, datada del siglo IV, que apareció dentro de un sarcófago con los restos de una niña de unos seis años. Mide 23 cm de altura y está articulada por los hombros, codos, caderas y rodillas. Como es natural no podemos bajar junto a las tumbas (cosa que sí puede hacerse en la necrópolis de Barcino) pero hay explicaciones y pueden identificarse los distintos tipos. Hay un pequeño museo así como restos de calles y casas.
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