En bus fuimos de Split a Dubrovnik que tarda entre 4 y 5 horas.
Me resulta difícil esta última parte del viaje porque como dije al principio acá fue donde el viaje terminó distinto, porque me enfermé.
Al día siguiente a la llegada comencé con un dolor de cabeza que no se me iba con nada y que se fue agravando, yo supuse que era producto de una insolación en la caminata por las murallas, pero mi amiga no estaba tan convencida y me pedía que llamara a la asistencia al viajero que llevábamos contratada, me opuse “cómo me hago entender con un médico croata???” “como voy a perder tiempo esperando al médico por un dolor de cabeza??” “es una insolación, ya se va a pasar” etc, conclusión: soporté el dolor de cabeza todo el tiempo que estuvimos en Dubrovnik, durante el viaje de Dubrovnik a Paris, el tiempo de espera de la combinación de avión y el avión a Buenos Aires.
La hago corta, cuando finalmente en Argentina me revisó una doctora descubrió un tumor cerebral, de inmediato estudios, operación y recuperación que es en lo que estoy todavía hoy día en agosto del 2020, cuando escribo esto, en plena pandemia de coronavirus. O sea la vuelta fue prácticamente del avión al quirófano. El primer pensamiento que tuve cuando me dieron el diagnóstico fue menos mal que no le hice caso a Amalia, ¡¡¡me hubieran cortado la cabeza y abierto el cerebro en Croacia!!!! Se imaginan??? Sin entenderme con los médicos y sin la familia, menos mal que soy una cabeza dura que no le hizo caso a su compañera de viaje, aunque los médicos me retaron porque no entendían como soporté el dolor durante tantas horas.
Por eso de Dubrovnik tengo los recuerdos muy borrosos, así que perdón si no pongo muchas explicaciones.
Nos alojamos en un apartamento cómodo pero que estaba publicado como Planta Baja cuando en realidad había que bajar unas escaleras para llegar a él, como en Venecia tuve intenciones de denunciarlo en booking, pero mi realidad al volver a la Argentina ya no me permitió hacerlo. E apartamento estaba sobre la calle por la que pasaba el transporte público que podríamos haber tomado para ir o volver del casco antiguo pero nosotras preferimos caminar, eran unas 10 cuadras muy tranquilas.
Desde donde llegábamos nuestra entrada al casco antiguo era por la Puerta Pile que tiene arriba una estatua de San Blas, protector de la ciudad. Esta puerta entes de cruzarla se ve muy bonita, tiene un puente que se supone que en la antigüedad sería levadizo y abajo abría un foso, lo que se ve hoy a los costados del puente es un jardín.
Espero no equivocarme con la descripción, lo que yo recuerdo es que pasada la puerta se entra como a un patio, se pasa por otra puerta y ahí si ya estamos en el casco antiguo. A la derecha la oficina de turismo, a la izquierda las escaleras que llevan al paseo por las murallas y de frente la Fuente de Onofrio, una fuente muy curiosa, con 16 caños de salida de agua y cúpula redonda con ventana y la calle principal llamada Placa que termina en la otra puerta que da entrada al casco antiguo, Puerta Poce y es en todo su recorrido muy comercial.
Las calles transversales tampoco hay que perdérselas, da gusto andar por ellas, lástimas las escaleras, pero no se puede pedirlo todo.
Si no recuerdo mal nosotras antes de recorrer el casco antiguo fuimos a hacer la caminata por las murallas, al mediodía y con un sol de justicia (por eso creí que me había insolado). El paseo por las murallas es imperdible, me encantó en todo su recorrido, las vistas del Adriático con un ir y venir sin fin de cruceros, las vistas de la ciudad, de las torres, todo me gustó mucho, una de las curiosidades que tiene la caminata por las murallas es que se puede ver un bar que tiene extendidas sus mesas por uno de los acantilados y que se puede entrar por las murallas, cuando nosotras fuimos mi amiga lo vió pero yo no pude distinguirlo, simplemente no veía lo que Amalia parada al mi lado estaba señalándome, tal es así que habré disparado la foto hacia otro acantilado porque no veo las mesas ni la gente ni agrandando la foto. Después mis médicos me dijeron que podía haber sido un primer síntoma del tumor. La foto que saqué supuestamente al Bar Buza, que es como se llama, es la siguiente.
Como decía las vistas si las vi y las recuerdo impresionantemente bellas.