Callejeando por ese precioso pueblo dimos con la Iglesia St. Mihalj, muy sencilla y muy bonita.


Dimos un paseo por unos senderos marcados que arrancan del centro de la ciudad, una caminata bellísima casi solas, se veían algunas mamás con sus chiquitos en carritos y poco más, realmente un paseo precioso y relajado.


En el paseo también cruzamos puentes y tuvimos vistas hermosas de la ciudad.


Pasamos en Samobor un día precioso, tranquilo, en un entorno natural y acogedor. Si andan por la zona no se pierdan esta joya, con medio día es suficiente para recorrer lo principal. Volvimos a Zagreb de la misma forma en bus hasta la estación de buses de Zagreb y en tranvía al apartamento.