Este viaje fue planeado a finales de noviembre para correr el maratón del Meridiano, previsto para el 6 de febrero y que finalmente fue anulado por la pandemia, pero como ya tenía vuelo y alojamiento continuamos con los planes, y aprovechando el viaje cogí más días para visitar un poco la isla con mi pareja, la había visitado hacía más de 25 años y poco recordaba ya (entonces estuve sólo un par de días). Además iban varios grupos de compañeros con el mismo objetivo de carrera, si bien cada uno tenía alojamiento en zonas diferentes y su plan de viaje era independiente.
El tiempo que nos tocó en el viaje fue bastante agradable, para ir casi siempre en manga corta por el día, refrescando por la noche, y algunas veces en la parte alta de la isla. Además había muy poca gente con lo que en casi todos los sitios estuvimos bastante solos.
El jueves a las 6:30 de la mañana salíamos de Barajas con Ryanair a Tenerife Norte, allí teníamos hora y media de margen hasta coger un Binter que nos dejaba en Hierro sobre las 11:30. Lo primero al llegar fue recoger el coche alquilado a Cicar (unos 140€ los 6 días), un Opel Crossland. Hay que tener en cuenta que sólo hay 3 gasolineras en la isla y es bastante montañosa. Y desde el aeropuerto desplazamiento al alojamiento, cuando cogí este quedaba muy poco en la isla, por la carrera, cogí el que mejor se adaptaba en precio y situación para la carrera, la casa rural "Gran dragó" situada en la zona de Guarazoca, además no me quedó más remedio que cogerlo sin anulación posible, con lo que cuando se anuló la carrera se anularon muchos alojamientos pero yo no pude cambiar.
La casa rural está situada en una parte alta de la isla, y sobre todo aislado de otras edificaciones con lo que la tranquilidad era absoluta. Única pega, el camino de acceso a la finca, unos 100 m. es por un sendero por el que cabe muy justo un coche del tipo que llevaba, tan justo que iba todo el rato pitando por proximidad en ambos lados, yendo muy despacio siempre no se llevó ningún arañazo.
Una vez instalados, y dado que era cerca de la 1 nos acercamos a comer. Llevaba apuntados unos cuantos restaurantes cogidos del foro, uno de ellos era el "Guachinche Aguadara" que además quedaba muy cerca del alojamiento. Un lugar curioso y agradable en el que comimos muy bien, un chuletón yo y un solomillo mi pareja, con papas arrugadas, vino (siempre cogí vino de la isla) y postre, todo genial.
Al terminar nos fuimos a la zona norte, visitando primero el pozo de las Calcosas, con su poblado y su escultura de Neptuno realizada con material reciclado. Hay que bajar por un sendero empedrado con buena pendiente, después hay que subirla para volver al coche.





