Condujimos 25 minutos desde Donegal hasta Bundoran, donde visitamos el famoso Fairy Bridge (un puente de piedra sobre el mar, junto a la playa de Tullan Strand), en una zona carga de leyendas. No fuimos a la playa porque el día no acompañaba, pero es una playa muy bonita.


Desde ahí fuimos hasta Sligo, donde paramos a hacer unas compras y pasamos frente a la abadía de Sligo, pero no entramos a visitarla. Otros 50 minutos de coche nos llevaron a la ciudad de Westport, una ciudad pequeña pero con mucho encanto, cruzada por el río Carrowbeg. Es una ciudad ideal para pasearla y pararse a comer, tiene mucho ambiente y muchos restaurantes. Quisimos visitar la famosa Westport House, un edificio georgiano con unos jardines que parece ser un sitio recomendable, pero estaba cerrado por obras.

Otros 45 minutos de carretera hasta Kylemore, para visitar la famosa abadía de Kylemore, que se encuentra en el Parque Nacional de Connemara. La entrada vale 15€, pero nosotros no pudimos entrar porque cuando llegamos (eran algo más de las 17 horas) ya no aceptaban más visitas.

Condujimos 5 minutos hasta la entrada del Parque Nacional de Connemara, donde hicimos un pequeño trekking, la ruta amarilla, que nos llevó unos 45 minutos completar y que nos gustó mucho por las vistas.

Finalmente, condujimos poco más de 1 hora hasta Galway, donde dimos un paseo nocturno. La ciudad tenía bastante ambiente, con gente joven, terrazas, pubs, etc. Pasamos la noche en Oranhill Lodge Guesthouse, un B&B muy agradable a pocos minutos en coche de Galway.
