Había contratado el desayuno y me encontré con un buffet que había de todo. Cargué el estómago y a la carretera, tenía un par de horas hasta el ferry que pasa desde la península a la isla de Pag.
La carretera discurre principalmente por la costa y atravesando algunos pueblos, es una carretera de curvas en la que no se puede correr mucho pero daba igual, en el momento veía un hueco en el arcén paraba para echar unas fotos y disfrutar del paisaje. Desde la península se ven las islas e islotes rodeados por un agua azul y cristalina, y de fondo Istria, parte de la península que se introduce en el mar, es una vista maravillosa. Tanto paré que el trayecto duró casi cuatro horas pudiendo durar unas dos. Hasta que por fin llegué a Prizna donde está ubicado el puerto donde se coge el ferry. Llegando al embarcadero hay un carril en carretera indicado para poder acceder al barco, en ese carril que se hace una buena cola, a mano derecha hay una caseta donde comprar el ticket para el ferry, una persona y un coche me costó 20 euros, ellos cogen tanto kunas, como euros, en kunas costaba unas 137, por lo que el redondeo…. Lo que no aceptan son tarjetas bancarias por lo que hay que llevar dinero cuando llegues allí.
En el barco caben unos 100 coches y se llenó, y tanto que se llenó. El trayecto son unos 15 minutos desde la península a la isla de Pag. Una vez encima del ferry observas el paisaje desértico de la isla, tanto que podrías llegar a pensar que están en Marruecos o cualquier otra zona desértica, pero girando la vista en el sentido contrario, la península mostraba una cordillera enorme y frondosa.
El desembarco fue rápido y nos enfiló a todos hacia la carretera que llevaba al interior de la isla, cogí el desvío que me llevó hasta la pensión en la que me alojé:
https://n9.cl/1jvsu
Un bed and breakfast muy cuco, en el que me recibieron con los brazos abiertos y me trataron genial, como si fuera una estrella, siempre educados siempre dispuestos a que mi viaje fuera súper especial. Lo recomiendo mucho. Enseguida Nikola, el dueño me mostró qué lugares visitar, donde comer etc.
Lo primero que tenía que hacer era ir a comer, estaba hambriento y tan solo había comido algo de fruta que compré a mitad camino en un Lidl por lo que siendo más o menos las 13:30 me fui a comer a un restaurante cercano que me había recomendado Nikola. Comí aquí :
https://n9.cl/o81fm
Restaurante pegado al mar aunque un poco caro, comí sobre 30 euros, ciertos platos de pescado o carne estaban sobre los 20 euros, de buena calidad eso sí, estaba bueno, pero lo que hay que tener en cuenta es que Croacia es un país en que los precios están más o menos como en España, lo que quiere decir, que si vas a sitios turísticos pues como aquí, el precio también es turístico, si te tomas un café con leche en un bar a las afueras de cualquier ciudad croata pues el café vale lo que puede valer aquí, 1,20 más o menos.
Ya por la tarde me acerqué a uno de los alicientes que tiene la isla de Pag a la que también se le suele llamar la Ibiza de los Balcanes, ese lugar se llama Zrce beach, es un complejo cerrado de alrededor de 1 km de longitud en el que hay montones de discotecas y chiringuitos, abierto desde las 4 de la tarde hasta altas horas de la madrugada.
Se accede en coche a través de unas carretera, al fondo hay unas barreras de acceso a un parking, de noche muy caro por cierto y posteriormente accedes al complejo. La gente se suele dirigir siempre a la misma discoteca Noa Beach, una que está sobre el agua, está muy chula la verdad, de día es gratuita y por la noche me pedían 250 kunas para acceder, 350 a la zona vip, al cambio son 33 y 46 euros respectivamente.
El ambiente es pues… en fin, adolescentes, yo tengo 42 años y viajé en solitario por tanto allí estaba sólo totalmente, rodeado de chicos y chicas de entre 18 y 20 años por tanto, me tomé una cerveza y me fui por que parecía el padre de alguno de ellos. Estuve un rato tomando el sol en la playa de aguas cristalinas y poco más.
Así que opté por visitar Novalja, una de las principales ciudades de la isla de Pag. Me dirigí al centro y aparqué en un parking público. Ojo con los parkings, en general hay muchos parkings donde poder aparcar y es relativamente barato, es la mejor opción, eso sí, en la máquina expendedora hay que echar kunas, normalmente un máximo de billete de 100, que es el billete más pequeño que te expedirá el cajero y no suelen aceptar tarjetas bancarias. Novalja tiene una zona marítima, con playa cristalina y poco más, quizá lo que más impacta es las construcciones donde vive la gente, todas iguales, tejado rojo, de hecho la foto de postal es esa, la playa y las casitas. En Pag se construye casi todo así, es curioso.
La carretera discurre principalmente por la costa y atravesando algunos pueblos, es una carretera de curvas en la que no se puede correr mucho pero daba igual, en el momento veía un hueco en el arcén paraba para echar unas fotos y disfrutar del paisaje. Desde la península se ven las islas e islotes rodeados por un agua azul y cristalina, y de fondo Istria, parte de la península que se introduce en el mar, es una vista maravillosa. Tanto paré que el trayecto duró casi cuatro horas pudiendo durar unas dos. Hasta que por fin llegué a Prizna donde está ubicado el puerto donde se coge el ferry. Llegando al embarcadero hay un carril en carretera indicado para poder acceder al barco, en ese carril que se hace una buena cola, a mano derecha hay una caseta donde comprar el ticket para el ferry, una persona y un coche me costó 20 euros, ellos cogen tanto kunas, como euros, en kunas costaba unas 137, por lo que el redondeo…. Lo que no aceptan son tarjetas bancarias por lo que hay que llevar dinero cuando llegues allí.
En el barco caben unos 100 coches y se llenó, y tanto que se llenó. El trayecto son unos 15 minutos desde la península a la isla de Pag. Una vez encima del ferry observas el paisaje desértico de la isla, tanto que podrías llegar a pensar que están en Marruecos o cualquier otra zona desértica, pero girando la vista en el sentido contrario, la península mostraba una cordillera enorme y frondosa.
El desembarco fue rápido y nos enfiló a todos hacia la carretera que llevaba al interior de la isla, cogí el desvío que me llevó hasta la pensión en la que me alojé:
https://n9.cl/1jvsu
Un bed and breakfast muy cuco, en el que me recibieron con los brazos abiertos y me trataron genial, como si fuera una estrella, siempre educados siempre dispuestos a que mi viaje fuera súper especial. Lo recomiendo mucho. Enseguida Nikola, el dueño me mostró qué lugares visitar, donde comer etc.
Lo primero que tenía que hacer era ir a comer, estaba hambriento y tan solo había comido algo de fruta que compré a mitad camino en un Lidl por lo que siendo más o menos las 13:30 me fui a comer a un restaurante cercano que me había recomendado Nikola. Comí aquí :
https://n9.cl/o81fm
Restaurante pegado al mar aunque un poco caro, comí sobre 30 euros, ciertos platos de pescado o carne estaban sobre los 20 euros, de buena calidad eso sí, estaba bueno, pero lo que hay que tener en cuenta es que Croacia es un país en que los precios están más o menos como en España, lo que quiere decir, que si vas a sitios turísticos pues como aquí, el precio también es turístico, si te tomas un café con leche en un bar a las afueras de cualquier ciudad croata pues el café vale lo que puede valer aquí, 1,20 más o menos.
Ya por la tarde me acerqué a uno de los alicientes que tiene la isla de Pag a la que también se le suele llamar la Ibiza de los Balcanes, ese lugar se llama Zrce beach, es un complejo cerrado de alrededor de 1 km de longitud en el que hay montones de discotecas y chiringuitos, abierto desde las 4 de la tarde hasta altas horas de la madrugada.
Se accede en coche a través de unas carretera, al fondo hay unas barreras de acceso a un parking, de noche muy caro por cierto y posteriormente accedes al complejo. La gente se suele dirigir siempre a la misma discoteca Noa Beach, una que está sobre el agua, está muy chula la verdad, de día es gratuita y por la noche me pedían 250 kunas para acceder, 350 a la zona vip, al cambio son 33 y 46 euros respectivamente.
El ambiente es pues… en fin, adolescentes, yo tengo 42 años y viajé en solitario por tanto allí estaba sólo totalmente, rodeado de chicos y chicas de entre 18 y 20 años por tanto, me tomé una cerveza y me fui por que parecía el padre de alguno de ellos. Estuve un rato tomando el sol en la playa de aguas cristalinas y poco más.
Así que opté por visitar Novalja, una de las principales ciudades de la isla de Pag. Me dirigí al centro y aparqué en un parking público. Ojo con los parkings, en general hay muchos parkings donde poder aparcar y es relativamente barato, es la mejor opción, eso sí, en la máquina expendedora hay que echar kunas, normalmente un máximo de billete de 100, que es el billete más pequeño que te expedirá el cajero y no suelen aceptar tarjetas bancarias. Novalja tiene una zona marítima, con playa cristalina y poco más, quizá lo que más impacta es las construcciones donde vive la gente, todas iguales, tejado rojo, de hecho la foto de postal es esa, la playa y las casitas. En Pag se construye casi todo así, es curioso.
Ese día opté por ir pronto a la pensión para acostarme pronto ya que el viaje me había dejado agotado así que cené lo que me había preparado Nikola. Una de las cosas que más disfruto en mis viajes es charlar con la gente local de cómo se vive en el país que estoy visitando y con Nikola tuve la oportunidad de charlar mucho. Sacas la conclusión de que allá donde vas todo el mundo tiene las mismas inquietudes y protesta por lo mismo que nosotros, subida de precios, trabajo, corrupción etc etc.