Comenzamos a recorrer los Picos de Europa. Y empezamos con una ruta de sendero no muy exigente, pero que tiene kilómetros: el desfiladero del Cares. Está entre las provincias de Asturias y León. Si. No es Cantabria. Pero ya que estamos al lado, disfrutémoslo. Se trata de un sendero lineal de unos 12 km. entre el pueblo leones de Caín y el asturiano de Poncebos. Nosotros llegamos más o menos hasta la mitad del recorrido y volvimos: unos 13 km. calculamos. Entre los miradores que nos encontramos por el camino para llegar a Caín, y el sendero en sí, dedicamos el día completo a esta aventura. Una maravilla de sendero. Tras recorrer 65 km y una hora y media de camino llegamos a Caín. Cuidado con los últimos kilómetros hasta llegar Caín, pues la carretera se estrecha de tal forma que imposible cruzar dos coches. Menos mal que llegamos un día que no había mucha gente. Tras aparcar en el pueblo, nos disponemos a comenzar la ruta. El sendero es un camino que había sido construido para dar acceso al canal de la central hidroeléctrica de Poncebos. Nada más comenzar el sendero te adentras en un profundo desfiladero por discurre el rio. La garganta se estrecha aún más y discurrimos por túneles excavados en la roca. A través de su ventanas las vistas son maravillosas.
Una vez atravesados la zona de túneles, con el agua discurriendo por la roca y creando en ocasiones pequeñas cascadas, nos aproximamos al puente de los Rebecos y caminamos en otro lado del desfiladero, pero poco rato, porque después tenemos el puente Bolín y volvemos al lado izquierdo del desfiladero. A partir de aquí vamos andando en paralelo con el canal, que lleva bastante agua. En esta zona paramos a almorzar con la compañía de unas cabras en semilibertad, pero ojo, no eran cabras montesas. Tras el almuerzo llegamos a la frontera provincial entre Asturias y León. Y avanzamos un poco más hasta llegar a la pasarela de los Martínez. Una vez hemos llegado aquí, nos dimos la vuelta para recrearnos con el paisaje pero en sentido inverso.


Una vez atravesados la zona de túneles, con el agua discurriendo por la roca y creando en ocasiones pequeñas cascadas, nos aproximamos al puente de los Rebecos y caminamos en otro lado del desfiladero, pero poco rato, porque después tenemos el puente Bolín y volvemos al lado izquierdo del desfiladero. A partir de aquí vamos andando en paralelo con el canal, que lleva bastante agua. En esta zona paramos a almorzar con la compañía de unas cabras en semilibertad, pero ojo, no eran cabras montesas. Tras el almuerzo llegamos a la frontera provincial entre Asturias y León. Y avanzamos un poco más hasta llegar a la pasarela de los Martínez. Una vez hemos llegado aquí, nos dimos la vuelta para recrearnos con el paisaje pero en sentido inverso.








Tras llegar a Caín, cogimos el coche y nos dirigimos al mirador del Tombo, donde se ubica la escultura de un rebeco que parece dirigir su mirada a las cumbres que desde aquí se ven de los Picos de Europa. Un paisaje muy alpino.



A continuación vamos haciendo camino de regreso a Potes, y paramos en otro mirador, el de Collado de Llesba o mirador del oso, muy cerca del Puerto de San Glorio. Magníficas vistas del macizo central y oriental de los Picos de Europa, si bien la niebla iba alternando. Se llama mirador del oso porque hay un enorme monumento al oso pardo.

Y tras unos 30 minutos de paseo por el lugar, vuelta al coche y a descender de nuevo por el valle de Liébana hata llegar de nuevo a Potes. Un día duro pero muy gratificante. Un pequeño baño en la piscina, y a descansar.