un recorrido por CUBA ✏️ Diarios de Viajes de America

Casi un cuarto de siglo después vuelvo a Cuba, ( el relato del anterior viaje esta un poco mas abajo) esperando encontrarla mejorada respecto a la ultima vez. Esperanza vana.
Encuentro casi mas penurias y desde luego mas diferencias sociales: Una casta que vive del turismo, la mayor parte con comportamiento mafiosos, con el único objetivo de explotar y engañar lo mas posible al extranjero (hay honrosas excepciones) y el resto de la población con sus colas cotidianas para obtener los alimentos. Por tanto, tras diez días de recorrido por la isla de este a oeste, vuelvo totalmente desilusionado, recomendando la elección de cualquier otro destino caribeño, (a pesar de las muchas bellezas de la isla) antes que éste.

Unas consideraciones previas:
1)Conseguir una tarjeta SIM en Cuba fue tarea imposible. Ya que allí el wifi es complicado de conseguir (en algún restaurante hasta nos exigieron consumo mínimo para facilitarnos lo) intentad comprarla por internet antes de salir de viaje.
2) Atención al cambio. Durante el viaje existían 3 tipos de cambio: el que te ofrecen en las casa de cambio oficiales (Cadeca) 120cup/€, el que te facilitan en alojamientos o mercado negro 175cup/€ y el oficial bancario 25cup/€.
En hoteles del Gobierno te aplicarían este último ya que te exigen pagar con tarjeta. Así nos lo explicaron en un hotel en Ciego de Avila: La cerveza costaba 300cup, como obligatoriamente había que pagarla con tarjeta y la iban a cobrar en cup el cargo del banco seria 12€ !!!!.
Lógicamente nos fuimos al bar vecino ya que alli la misma cerveza al cambio costaba 1.5€.
3) Intentad (complicado) evitar la mafia del transporte, una red de intermediarios ubicados en zonas turísticas y terminales de bus, que incrementaran considerablemente cualquier viaje, compartido o no que queráis hacer. Si es posible dirigios a alguien que este conduciendo y negociad directamente.
4) Tomároslo todo con calma, con mucha calma.…


Al acercarse las fechas navideñas y estar los transportes completos o disparados de precio, sobre todo para el regreso, vísperas de nochebuena, decidimos marchar a Madrid en coche. Hacemos un viaje bajo una lluvia constante, dejamos el vehículo en el parking de larga estancia de la T1 y marchamos a facturar. Nos encontramos con unas colas inmensas con cubanos con 5/6 bultos cada uno lo que motiva que el vuelo salga con 2,30 h de retraso ya que tienen que sacar las maletas para re-ubicarlas, ya que somos 200 pasajeros y 800 maletas.
Llegamos a Santiago de Cuba a las 10 de la noche y pasamos un control de pasaportes caótico: Tras todos los tramites hay que pasar de nuevo un control de scaner en una sala abarrotada que da acceso a una cinta de maletas sin capacidad de recibir mas equipaje en la que los cubanos van tirando las maletas afuera de ella según van apareciendo.
Cuando finalmente mas de hora y media después logramos salir. Nos piden 20 € para llevarnos al hotel. Finalmente un taxi nos lleva por la mitad a casa Jardín en la que tenemos reservada un par de habitaciones para 2 días por 90 €.

Tras un completo desayuno (5€ por cabeza) salimos a dar un primer paseo por Santiago. Pasamos por la Iglesia de S Francisco y por diversas calles observando las casonas coloniales.
Pasamos por el Museo Bacardi antes de llegar al Parque Cespedes donde se ubica la catedral, el Ayuntamiento y la casa de Diego Velásquez, considerada la más antigua de Cuba donde resaltan los balcones de ébano negro.
Volvemos al hostal ya que se han encargado de cambiarnos algunos euros. Ya con moneda local encima, seguimos con el paseo, pasando por la C/ Heredia donde se ubican varias casas interesantes, entre ellas la casa de la Trova.
El almuerzo lo hacemos en la taberna de Dolores, al lado de la plaza de ese nombre. Solo hay un par de platos a elegir, bastante escuetos. Compramos agua y cervezas y nos retiramos a descansar.
A la caída de la tarde salimos a pasear por la animada C/ J A Saco (peatonal),parando para cenar en "la Fabada de Marieta".
Tras el desayuno hemos decidido ir andando hasta la terminal de Viazul (autobuses para turistas o gente que pague en divisas) para obtener los billetes a Holguín. Al poco nos entra un chico en triciclo que nos ofrece llevarnos, ampliando la ruta hasta la plaza de la Revolución y el cementerio de Santa Ifigenia. Negociamos un buen precio y en poco llegamos a la terminal que encontramos cerrada.
Seguimos al cementerio. Este lugar acoge los restos de las principales figuras de la historia cubana: Carlos Manuel De Céspedes, José Martí, Emilio Bacardí, Compay Segundo, Frank País , Fidel Castro, etc. Vemos el cambio de guardia y marchamos a la gran Plaza Antonio Maceo Grajales o de la Revolución, pasando por las factorías de ron Bacardi y Matusalem y la antigua fabrica de cervezas Hatuey. Volvemos a la terminal. Enseguida aparecen unos intermediarios que nos ofrecen transporte privado. Como bus a Holguín solo hay a las 3 de la tarde,tras muchos tiras y aflojas quedamos para el dia siguiente a primera hora para viajar con parada previa en el Castillo del Morro por 80€. A las 8 nos recogen. El intermediario se queda con los 80€ y le paga al conductor en pesos. Partimos hacia el castillo del morro, cercano al aeropuerto. El Castillo de San Pedro de la Roca se compone de una serie de fortificaciones en un promontorio rocoso, construidas con el objetivo de proteger el importante puerto de Santiago. Es Patrimonio de la Humanidad desde 1997. Damos un paseo por el exterior y un vistazo al interior ya que no hay nadie que cobre e iniciamos los 150 kms que hay nuestro destino.

Antes de llegar a Holguín le preguntamos al conductor lo que nos cobraría por acercarnos a la villa colonial de Gibara (a 35 kms) puerto en el que se cree que en 1492 Colón desembarcó en Las Antillas Mayores. Nos plantea llevarnos por 2000cup (12€), así que decidimos seguir. A la llegada encontramos un alojamiento cerca de la iglesia del pueblo por menos de 5€ las 2 habitaciones.!!!!
Almorzamos en un Paladar en el Parque de las Madre y nos acercamos a la pequeña Playa la Concha junto a la Batería de Fernando VII para un primer baño en el Caribe. Al regreso al hostal vemos un taxia aparcado en el parque y quedamos con el para que nos lleve a la mañana por 2000 cup a la terminal de Holguín para tomar el bus de Viazul.
A la tarde subimos al mirador para ver el pueblo a nuestros pies y a la Silla de Gibara en la distancia.

A las 6,30h nos están recogiendo para ir a tomar el bus a Camagüey. El vendedor de Viazul nos suelta una milonga de que como queda poco tiempo para la salida el sistema no permite la venta, pero que el lo arregla. Nos dice que esperemos en un asiento y nos cobra. Vemos como se queda con los 26 € de los pasajes y se lo reparte con los conductores del bus. Un ejemplo mas de la corrupción generalizada.

El viaje de 200km dura cerca de 4,30 h. Nos planteamos seguir a Ciego de Avila (100km mas) para desde allí ir a Cayo Coco. Le preguntamos al conductor sin problema si le pagamos el billete directamente a el. Al acabar la parada para almorzar a la gua-gua no le entra la marcha atrás. Solución: Poner a empujar hacia atrás el bus a los pasajeros. Afortunadamente después de varios intentos se consigue y podemos proseguir viaje.
Esta decisión de cambiar Camagüey (con un centro PH) por Ciego fue uno de los grandes errores del viaje. Ciego no nos gustó, costó encontrar alojamiento y para ir al cayo empezaron por pedirnos 200€. Ya cansados de timos, negociaciones,coimas y demás mamoneos decidimos solo pasar noche y proseguir viaje en el bus de las 6 de la mañana hacia Santa Clara. A la llegada a la terminal nos ofrecen salir de inmediato hacia Sta Clara en un coche por 30€, un poco mas que el bus.
Ya que tardaremos 2 h. en lugar de las 4h. del bus aceptamos. Es un viaje inquietante con 2 cubanos que no nos dirigen la palabra y cuchichean entre ellos. Durante todo el viaje van buscando donde repostar, como no lo encuentran llegamos a destino de milagro con el deposito casi a cero. De hecho nos bajamos a la entrada de la ciudad y tomamos un motocarro para que nos llevara al centro.
Tras preguntar en varios sitios nos alojamos en el hostal Yakelin (25€ la habitación + 10€ de desayuno). Al consultar a la encargada por que coste podría tener ir a Cayo Sta Maria(125km), estar un par de horas para un baño y seguir a Trinidad (200km), nos indica que ella se encarga de buscarnos un transporte.
Salimos a dar un paseo por la ciudad, atravesando en primer lugar el Parque Vidal observando sus casonas y monumentos antes de seguir por el bulevar hacia la "toma del tren blindado",lugar donde se expone el descarrilamiento del tren blindado con restos de sus vagones.
Seguimos hasta la estatua del Che Guevara, con varios detalles en miniatura con connotaciones simbólicas, en la puerta de la sede del PCC.
Regresamos para hacer una caminata hasta el inmenso Mausoleo del Che y visitar el museo que hay bajo la estatua donde se narra la historia de la revolución. También se encuentra allí gran cantidad de tumbas de revolucionarios.

A la vuelta al hotel nos informa la encargada que nos costaría 150 € la ruta. Lo vemos bastante caro pero con tal de no salir a buscar otra opción y regatear de nuevo, aceptamos. A la noche salimos a cenar al restaurante Sta Rosalía en un edificio histórico con unos precios de comidas y bebidas sorprendentemente baratos para haber sido en sus tiempos el restaurante mas lujoso de Sta Clara.
Desayunamos y el típico intermediario nos cobra los 150€ antes de salir hacia el Cayo. A poco de salir pregunto al conductor a que sitio del Cayo vamos y nos dice que nos dejara en un pueblito conplaya para turistas y que antes de llegar al cayo hay que pagar el "peaje" y que no sabe el precio, que lo mismo son 10€ por persona que 40€. Ante esto y como solo llevamos 15 km le decimos de regresar al hostal ya que nos parece excesivo pagar esas desorbitadas cantidades por un baño. A la llegada la encargada llama al intermediario para contar lo que ocurre. Este llega para contarnos con muy malos modos las consiguientes mentiras: que ya llevábamos 60 kilómetros, que el dinero ya se ingresó en la agencia y que como favor nos devuelve 30€. Un nuevo timo-robo de la mafia turística cubana.

Seguimos por unas carreteras de inmensos baches hasta Trinidad. Nos dejan en Casa Misladys, un apartamento que habíamos visto días antes en Internet y no habíamos podido reservar ya que muchas paginas de reserva (entre ellas airbb) están bloqueadas en Cuba. Tienen sitio y nos quedaremos allí 3 noches por 90€.
Salimos a dar el primer paseo por las calles del centro histórico de Trinidad, parando a comer en "S. Jose" un sitio con buena atención y rapidez en el servicio, variedad en los platos, cantidad de la comida, y climatización del local. Un poco mas caro que el resto, merece la pena, de hecho repetiremos el último día.
La ciudad fue fundada en 1514 por Diego Velázquez de Cuéllar siendo el tercer asentamiento español tras Baracoa y Bayamo.
A lo largo del siglo XVII Trinidad cayó en el olvido, convirtiéndose en refugio de piratas y contrabandistas. Todo cambió a principios del siglo XIX, cuando multitud de azucareras afloraron en el valle de los Ingenios donde se llego a producir un tercio de todo el azúcar cubano. Es una ciudad que se disfruta caminando por sus calles empedradas y contemplando sus enormes y coloridas casas coloniales. Habíamos pensado alquilar una moto para movernos pero desistimos decidiendo ir a la cercana playa Ancon en transporte publicopara pasar las mañanas. El primer dia fuimos en taxi (10€ por trayecto) y el segundo en el bus turístico (600cup ida y vuelta). Tras 3 días de relax (con un par de apagones incluidos) y descanso marchamos hacia Cienfuegos (1,30h en bus), la única ciudad en Cuba fundada por colonos franceses bajo la corona española para pasar el sábado recorriendo sus calles. Como al día siguiente seguiremos en bus hacia La Habana nos alojamos cerca de la terminal en el Hostal Las Terrazas.
Cienfuegos, Patrimonio Mundial por la UNESCO desde 2005 se encuentra situada en torno a la bahía natural más grandiosa de Cuba. Pasamos por la Estatua de Benny More, en el Paseo del Prado, antes de llegar al Parque Jose Marti,
donde se encuentran gran cantidad de edificios históricos (El Palacio de Gobierno, el Museo de las artes, la catedral, el Teatro Tomas Terry...), siguiendo después hasta el muelle Real.
El almuerzo lo hacemos en Casa Fong con una curiosa hamburguesa de mariscos.

Iniciamos la etapa final del viaje marchando a la Habana en Viazul, llegando a las 2 de la tarde. La zona en la que pretendemos alojarnos (Vedado), mas segura que la zona de Habana Vieja, se encuentra a 1km de la terminal. Intentamos tomar algún motocarro pero al ser domingo no pasan apenas, por lo que llegamos andando a la Avenida 23. No llevamos nada reservado, asi que empezamos a recorrer alojamientos. Nos cuesta casi 1 hora encontrar uno que tenga habitaciones para 2. Es un lugar museo con las paredes repletas de pinturas, pero decidimos no quedarnos mas que una noche ya que las puertas no tienen cerraduras, el agua del baño no tiene potencia y huele a humedad. Salimos a dar una vuelta por los alrededores.
Estamos al lado del Hotel Habana Libre y la plaza del Coppelia. En la calle 21 encontramos una heladería con unos sabrosos gofres con helados, donde repetiremos un par de veces mas. Yo me retiro mientras Quino se queda charlando con una chica cubana (Mónica) con la que queda al día siguiente para visitar acompañados la Habana Vieja y así evitar agobios.
Damos un paseo por el Malecón y los alrededores del hotel Nacional mientras buscamos un lugar para alojarnos, antes de ir a desayunar (lento y malo) a la Cafetería del Habana Libre. Usamos el teléfono de Mónica para llamar a un par de los alojamientos y quedar con los propietarios de uno de ellos en la Calle M. Trasladamos las maletas al apartamento antes de salir a pasear por los lugares emblemáticos de la Habana Vieja (Capitolio, Gran Teatro, Floridita, plaza de Armas, plaza S Francisco, Plaza vieja...) Entramos en uno de los bares de la plaza para descansar y usar internet.

Pasando por la Bodeguita del medio seguimos hasta el Castillo de la Punta desde donde nos vamos a almorzar a un paladar frente al malecón. Nos despedimos de Mónica. Quino le da las medicinas y productos de aseo que lleva junto con una propina, que cuesta que acepte, y nos vamos a descansar de la ajetreada jornada, hasta la hora de la cena en la que saldremos a dar un paseo por los alrededores.

Al día siguiente hacemos una caminata hasta la enorme plaza de la Revolución, coronada por la gran imagen del Che Guevara y Camilo Cienfuegos. De allí caminamos atravesando las calles de Cayo Hueso y Barrio chino hasta el parque central, donde tomaremos el bus que lleva a las playas del Este. Allí pasamos el resto de la mañana, volviendo a las 3 de la tarde para almorzar en el bar D. Eduardo en la Plaza Vieja y hacer uso de su wifi .
El ultimo día en la isla nuevo paseo hasta la Habana vieja, recorriendo esta vez el Paseo del Prado, la Embajada española (con grandes colas de solicitantes de visado),el Museo de la Revolución,y el memorial Granma, entre otros. El regreso lo hacemos por el malecón.
Aunque la ida hasta el aeropuerto la íbamos a hacer en el bus que sale desde el Habana libre, el aparcacoches de la zona nos indica que aunque el horario de la parada ponga que pasa cada hora, a el no le consta. Volvemos al alojamiento donde los propietarios (unos señores mayores encantadores) están limpiando, le comentamos los problemas con el bus y las pocas ganas de pelear precio con algún taxista y se ofrecen a llevarnos al aeropuerto. No pensábamos que estuviera tan lejos (mas de 45'), A la llegada les doy toda la moneda cubana que nos quedaba (unos 3000CUP).

El vuelo a Madrid vuelve a salir con 2 h de retraso, pero esta vez vamos en asientos Plus y se nos hace menos pesado.

El coste del viaje ha sido de 1500€ por cabeza, algo menos de lo que habíamos previsto (a pesar de los timos).