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Hemos comprado el viaje por internet aprovechando una oferta de Viva Tours , un T.I. de 12 días por 850 € .
Ya en Madrid y después de más de 4 horas de espera nos embarcan en el 747 . Con todo el pasaje dentro se ponen a cambiar una rueda al avión .
Llegamos al aeropuerto de las Américas ya de noche y nos trasladan a Playa Bávaro. Otras 3 horas de camino.
El hotel –Villas Bávaro- no está mal (aunque me gustó más el del año anterior de México). Tiene 3 partes distintas y nosotros estamos en la más cercana al mar , aunque hemos tenido que pedir cambio de habitación (se oía la música de la disco en la que nos dieron).
Estos primeros días –lluviosos- los dedicamos a pasear por la playa, que tiene un palmeral fantástico y a dar una vuelta por la zona y ver donde alquilar un coche. La zona esta es exclusivamente hotelera, sin pueblos cercanos, sin nada más que hacer que tomar el sol o comprar excursiones.
Así que al tercer día cogemos el coche y ponemos rumbo hacia la capital , Santo Domingo .
Pasamos por el pueblo de La Romana , zona famosa por su urbanización de lujo , Los Altos del Chacón, y por San Pedro Macorís , lugar de nacimiento de Juan Luis Guerra.
La conducción en este país es pésima . No respetan ni una señal . Entramos a Santo Domingo por un gran atasco . No hay ni una señal informativa. Preguntamos al vehículo que está parado al lado y casualmente va hacia la zona colonial . Le seguimos.
Tras almorzar , dejar las cosas en un hotel y ponernos chorreando mientras telefoneamos desde una cabina , hacemos una visita a la catedral primada y a la zona de calle Las Damas , que es donde se encuentran los principales edificios de la zona colonial. Una siestecita y a seguir callejeando. Vamos al mercado modelo pero están casi cerrando . Así que nos buscamos un sitio donde tomar unas cervezas . En la calle El Conde , que es peatonal , entramos en el bar de las Flores , muy para guiris , pero que nos gustó y decidimos cenar allí .
Tras desayunar en la plaza de la catedral , salimos por el malecón hacia San Cristóbal. Para entrar o salir de Santo Domingo por la vías principales te cobran peaje. Llegamos a Baní y nos desviamos hacia Punta Salinas para ver cactus . Después descubriríamos que había más cactus en el resto del camino que en esa zona. Para volver a conectar con la general sin tener que dar la vuelta cogemos una carretera que de pronto se convierte en un camino casi de cabras.
Por fin volvemos al asfalto y seguimos hacia Azua . Decidimos seguir sin parar a comer y no podemos hacerlo hasta muchos kilómetros después en Neiba.
Damos la vuelta al Lago Enriquillo . Esta zona se encuentra bajo el nivel del mar y hay muchos restos marinos . También hay cuevas con pinturas y restos tainos. Paramos a ver la mucha variedad de cactus de la zona . Una iguana cruza la carretera y hay flamencos en la orilla del lago .
Esta zona es fronteriza con Haití y hay controles militares . En uno de ellos nos detienen y revisan el coche.
Llegamos a Barahona anocheciendo . Es el día de San Miguel y están de fiestas en el malecón. Buscamos un hotel y nos vamos a la feria , donde cenamos un pollo con wasakaka. Es un espectáculo digno de ver : miles de personas y motos a la vez por mitad de la calle.
Al día siguiente salimos para atravesar la cordillera central de la isla donde está la elevación más alta: el Pico Duarte . Pasamos por San José de Ocoa , un pueblo que nos gustó mucho . A la salida la carretera se convierte en un camino de tierra que se va haciendo peor conforme subimos, con zonas prácticamente intransitables para el coche que llevamos. Nos lamentamos de no haber alquilado un 4x4 .
La temperatura baja progresivamente. Hay cantidad de helechos y epifitas . Aparece la niebla antes de que empecemos a descender . Ya desesperando de que el camino acabe alguna vez , llegamos a Constanza . Hemos tardado 5 horas en hacer menos de 100 kms.
Tras encontrar con mucha dificultad un sitio donde comer decidimos , visto el estado de las carreteras , no ir hacia las cascadas de cerca de Jarabacoa y seguir a Santiago de los Caballeros. Vamos a su zona colonial y después de mucho dar vueltas encontramos un hotel –el Colonial- bastante cutre pero muy barato .
Al despertar nos vamos a desayunar , ver la catedral y cambiar (aunque sale mucho mas rentable hacerlo en las casas de cambio que en los bancos , no hay ninguna y hay que echar gasolina) . Seguimos hacia la costa norte . Atravesamos Puerto Plata y Sosua que está en huelga y está tomado por la policía y el ejercito . En este país hay pistolas por todos lados. En cualquier sitio que haya dinero hay alguien con una recortada , ya sea un banco, un super o un rent a car .
Llegamos a la bahía de Samaná . Es una pena que no sea la época de reproducción de las ballenas . Una vez llegamos a Sánchez decidimos ir a Las Terrenas . Las vistas de la bahía desde la carretera de subida son fantásticas. Almorzamos en el chiringuito “Barrio Latino” y estamos un rato de playa. Descartamos ir al Salto Limón, nuevamente por culpa de la carretera.
Pensamos seguir hacia Samaná pero al final decidimos retornar y buscar un hotel en el camino . No encontramos ninguno hasta cerca de Río San Juan y parece cerrado. Está en venta pero el guardia de seguridad nos alquila una habitación . Salimos a cenar al pueblo . Probamos una excelente ensalada de lambí en el restaurante Yocahuma . Esta parte norte de la isla nos ha gustado mucho más que la zona sur de Playa Bavaro – Punta Cana .
Seguimos hacia Santo Domingo , parando en el Jardín Botánico donde hacemos un caluroso recorrido a pie, volviendo a la zona colonial para alojarnos en el hotel Saint Amad, en un edificio recién restaurado y dedicar el día a hacer compras de recuerdos y regalos.
Visitamos el Parque de la Independencia , volvemos al bar de las Flores y al Mercado Modelo . Por la mañana atravesamos el puerto y cogemos la autovía de la costa para regresar a Playa Bávaro . De vuelta al hotel , a disfrutar del sol , de los deportes acuaticos y del no hacer nada , durante los 3 días que quedan hasta que nuevamente Iberia con sus habituales horas de retraso nos devuelva a España .
Hacemos una estupida escala en Puerto Rico , donde las histéricas medidas de seguridad yanquis hacen desembarcar a todo el pasaje y la tripulación para enseñar el pasaporte y volver a embarcar.
La temperatura baja progresivamente. Hay cantidad de helechos y epifitas . Aparece la niebla antes de que empecemos a descender . Ya desesperando de que el camino acabe alguna vez , llegamos a Constanza . Hemos tardado 5 horas en hacer menos de 100 kms.
Tras encontrar con mucha dificultad un sitio donde comer decidimos , visto el estado de las carreteras , no ir hacia las cascadas de cerca de Jarabacoa y seguir a Santiago de los Caballeros. Vamos a su zona colonial y después de mucho dar vueltas encontramos un hotel –el Colonial- bastante cutre pero muy barato .
Al despertar nos vamos a desayunar , ver la catedral y cambiar (aunque sale mucho mas rentable hacerlo en las casas de cambio que en los bancos , no hay ninguna y hay que echar gasolina) . Seguimos hacia la costa norte . Atravesamos Puerto Plata y Sosua que está en huelga y está tomado por la policía y el ejercito . En este país hay pistolas por todos lados. En cualquier sitio que haya dinero hay alguien con una recortada , ya sea un banco, un super o un rent a car .
Llegamos a la bahía de Samaná . Es una pena que no sea la época de reproducción de las ballenas . Una vez llegamos a Sánchez decidimos ir a Las Terrenas . Las vistas de la bahía desde la carretera de subida son fantásticas. Almorzamos en el chiringuito “Barrio Latino” y estamos un rato de playa. Descartamos ir al Salto Limón, nuevamente por culpa de la carretera.
Pensamos seguir hacia Samaná pero al final decidimos retornar y buscar un hotel en el camino . No encontramos ninguno hasta cerca de Río San Juan y parece cerrado. Está en venta pero el guardia de seguridad nos alquila una habitación . Salimos a cenar al pueblo . Probamos una excelente ensalada de lambí en el restaurante Yocahuma . Esta parte norte de la isla nos ha gustado mucho más que la zona sur de Playa Bavaro – Punta Cana .
Seguimos hacia Santo Domingo , parando en el Jardín Botánico donde hacemos un caluroso recorrido a pie, volviendo a la zona colonial para alojarnos en el hotel Saint Amad, en un edificio recién restaurado y dedicar el día a hacer compras de recuerdos y regalos.
Visitamos el Parque de la Independencia , volvemos al bar de las Flores y al Mercado Modelo . Por la mañana atravesamos el puerto y cogemos la autovía de la costa para regresar a Playa Bávaro . De vuelta al hotel , a disfrutar del sol , de los deportes acuaticos y del no hacer nada , durante los 3 días que quedan hasta que nuevamente Iberia con sus habituales horas de retraso nos devuelva a España .
Hacemos una estupida escala en Puerto Rico , donde las histéricas medidas de seguridad yanquis hacen desembarcar a todo el pasaje y la tripulación para enseñar el pasaporte y volver a embarcar.
octubre 2002
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