El antiguo arrabal judío de la ciudad musulmana, “Garnata al-Yahud” ó Granada de los judíos es el nombre dado por los árabes a este barrio y renombrado por los cristianos como El Realejo. Esta situado en la orilla izquierda del río Darro en las faldas de la colina de la Sabika, y no tendremos que alejarnos mucho del centro para retroceder, otra vez, al pasado, sus callecitas y cuestas nos lo recordaran en cada esquina.
Comenzamos el paseo en la plaza de Bibataubín en la que vemos la fachada del Palacio del mismo nombre actual sede de la Diputación Provincial, subiremos por la cuesta del Progreso para llegar a la plaza de los Campos donde vemos el Cuarto Real de Santo Domingo (actualmente en restauración), conocido como Palacio de la Almanxarra del S.XIII, con jardines que seria la residencia de los monarcas nazaritas durante el mes del Ramadán, de la construcción original solo se conserva una torre. Nos dirigimos a la plaza de Santo Domingo donde está el Convento de Santa Cruz la Real, fundado por los Reyes Católicos a los dos meses de la conquista de Granada, de las tres partes originales solo queda en pie la del monasterio pues el claustro y el noviciado se demolieron. Junto al Convento tenemos La Iglesia de Santo Domingo, de principios del S.XVI en ella predomina el estilo gótico. Muy cerca, en la trasera de Santo Domingo, encontramos el Monasterio de las Comendadoras de Santiago, con interesantes esculturas de Alonso de Mena.
Desde aquí cruzaremos la calle Molinos para llegar a uno de los espacios más importantes del barrio El Campo del Príncipe con el Cristo de los Favores en el centro, cada Viernes Santo a las tres de la tarde miles de granadinos se reúnen en torno a él para pedir tres gracias en medio de un espectacular silencio, siguiendo una tradición que se remonta al siglo XVIII. El Campo es una amplia plaza salpicada de terrazas donde poder tapear en los días soleados del invierno y en las frescas noches de verano. En uno de sus lados esta el antiguo Hospital Militar que conserva un bello patio decorado con motivos platerescos y un salón de ornamentación mudéjar, y sobre la plaza se alza la iglesia de San Cecilio, patrón de Granada, templo de portada plateresca en donde se encuentra la Virgen de Belén, de Alonso de Mena.
Si subimos por El Carril de San Cecilio ó por la cuesta del Realejo con sus empinados escalones llegaremos a la calle Antequeruela Baja que termina a la altura del hotel Alhambra Palace. En esta calle está la Casa Museo Manuel de Falla, famoso compositor y guarda algunos recuerdos interesantes de su vida. Subiendo por la calle Antequeruela Alta se levanta el moderno edificio del Auditorio Manuel de Falla, junto a él hay un mirador desde donde se contempla una vista magnífica de la ciudad y de la vega.
Dejando a la derecha el Auditorio se llega hasta el Carmen de los Mártires, en principio se construyó una ermita para recordar a los mártires cristianos tras la conquista. En 1563 fue convento de los Carmelitas Descalzos donde fue prior durante 5 años San Juan de la Cruz. En 1842 el convento fue destruido y en su lugar se construyo una villa de recreo rodeada de jardines. Volvemos a encontrarnos en los bosques de la Alhambra, visita que dejaremos para otro capitulo del diario.
Desde la explanada del Hotel Alhambra Palace bajaremos por la calle Niño del Royo para acercarnos al Carmen de la Fundación Rodríguez Acosta, de 1920, vivienda del pintor granadino Rodríguez Acosta, fue establecida por el artista para fomentar las Ciencias y las Artes. En el museo se puede contemplar una interesante colección de piezas arqueológicas. Desde este punto tenemos varias opciones para bajar:
La primera continuando por el callejón del Niño del Royo hasta las Torres Bermejas para contemplar las vistas de la Torre de la Vela y el Jardín de los Adarves.
Por la calle Aire Alta, desde el Carmen de Rodríguez-Acosta, se llega a la Cuesta del Realejo, que desciende hacia la plaza del mismo nombre. En ella se alza el Convento de Santa Catalina de Siena, de 1523. Siguiendo desde aquí a la plaza de Fortuna. Obras de artistas contemporáneos llenan también las salas del palacio de los Condes de Gabia en la plaza de los Girones, un caserón nobiliario de principios del siglo XIX reconvertido en museo. Por la calle Escolástica, llegaremos a la plaza del Padre Suárez. Aquí está la Casa de los Tiros, una antigua fortaleza en la calle Pavaneras, destaca un salón llamado Cuadra Dorada. La Casa del Padre Suárez, lugar de nacimiento del filósofo y teólogo granadino, formó parte de la casa de los Tiros.
Si bajamos por Pavaneras a Ia izquierda se sitúa la plaza de San Juan de la Cruz, donde se levanta el edificio de la antigua Capitanía General. Frente a él se levanta el convento de las Carmelitas Descalzas.
La segunda bajando otra vez hacia el Campo del Principe hacia la calle Ancha de Santo Domingo donde se encuentra un palacio conocido como la Casa de los Girones del siglo XVI; el edificio fue levantado sobre un palacio árabe anterior, del que queda una sala baja a la que se accede por un arco de medio punto peraltado, decorado en las jambas con azulejos policromados. Desde el nos iremos hacia la calle Molinos para bajar por la cuesta de Escoriaza al Paseo de la Bomba y al paseo del Salón, donde nos encontraremos otra vez con el murmullo del agua a orillas lel otro río de Granada, el Genil y con un paseo muy agradable. Podemos aprovechar para tomar unas tapitas en el kiosko las Titas.
Comenzamos el paseo en la plaza de Bibataubín en la que vemos la fachada del Palacio del mismo nombre actual sede de la Diputación Provincial, subiremos por la cuesta del Progreso para llegar a la plaza de los Campos donde vemos el Cuarto Real de Santo Domingo (actualmente en restauración), conocido como Palacio de la Almanxarra del S.XIII, con jardines que seria la residencia de los monarcas nazaritas durante el mes del Ramadán, de la construcción original solo se conserva una torre. Nos dirigimos a la plaza de Santo Domingo donde está el Convento de Santa Cruz la Real, fundado por los Reyes Católicos a los dos meses de la conquista de Granada, de las tres partes originales solo queda en pie la del monasterio pues el claustro y el noviciado se demolieron. Junto al Convento tenemos La Iglesia de Santo Domingo, de principios del S.XVI en ella predomina el estilo gótico. Muy cerca, en la trasera de Santo Domingo, encontramos el Monasterio de las Comendadoras de Santiago, con interesantes esculturas de Alonso de Mena.
Desde aquí cruzaremos la calle Molinos para llegar a uno de los espacios más importantes del barrio El Campo del Príncipe con el Cristo de los Favores en el centro, cada Viernes Santo a las tres de la tarde miles de granadinos se reúnen en torno a él para pedir tres gracias en medio de un espectacular silencio, siguiendo una tradición que se remonta al siglo XVIII. El Campo es una amplia plaza salpicada de terrazas donde poder tapear en los días soleados del invierno y en las frescas noches de verano. En uno de sus lados esta el antiguo Hospital Militar que conserva un bello patio decorado con motivos platerescos y un salón de ornamentación mudéjar, y sobre la plaza se alza la iglesia de San Cecilio, patrón de Granada, templo de portada plateresca en donde se encuentra la Virgen de Belén, de Alonso de Mena.
Si subimos por El Carril de San Cecilio ó por la cuesta del Realejo con sus empinados escalones llegaremos a la calle Antequeruela Baja que termina a la altura del hotel Alhambra Palace. En esta calle está la Casa Museo Manuel de Falla, famoso compositor y guarda algunos recuerdos interesantes de su vida. Subiendo por la calle Antequeruela Alta se levanta el moderno edificio del Auditorio Manuel de Falla, junto a él hay un mirador desde donde se contempla una vista magnífica de la ciudad y de la vega.
Dejando a la derecha el Auditorio se llega hasta el Carmen de los Mártires, en principio se construyó una ermita para recordar a los mártires cristianos tras la conquista. En 1563 fue convento de los Carmelitas Descalzos donde fue prior durante 5 años San Juan de la Cruz. En 1842 el convento fue destruido y en su lugar se construyo una villa de recreo rodeada de jardines. Volvemos a encontrarnos en los bosques de la Alhambra, visita que dejaremos para otro capitulo del diario.
Desde la explanada del Hotel Alhambra Palace bajaremos por la calle Niño del Royo para acercarnos al Carmen de la Fundación Rodríguez Acosta, de 1920, vivienda del pintor granadino Rodríguez Acosta, fue establecida por el artista para fomentar las Ciencias y las Artes. En el museo se puede contemplar una interesante colección de piezas arqueológicas. Desde este punto tenemos varias opciones para bajar:
La primera continuando por el callejón del Niño del Royo hasta las Torres Bermejas para contemplar las vistas de la Torre de la Vela y el Jardín de los Adarves.
Por la calle Aire Alta, desde el Carmen de Rodríguez-Acosta, se llega a la Cuesta del Realejo, que desciende hacia la plaza del mismo nombre. En ella se alza el Convento de Santa Catalina de Siena, de 1523. Siguiendo desde aquí a la plaza de Fortuna. Obras de artistas contemporáneos llenan también las salas del palacio de los Condes de Gabia en la plaza de los Girones, un caserón nobiliario de principios del siglo XIX reconvertido en museo. Por la calle Escolástica, llegaremos a la plaza del Padre Suárez. Aquí está la Casa de los Tiros, una antigua fortaleza en la calle Pavaneras, destaca un salón llamado Cuadra Dorada. La Casa del Padre Suárez, lugar de nacimiento del filósofo y teólogo granadino, formó parte de la casa de los Tiros.
Si bajamos por Pavaneras a Ia izquierda se sitúa la plaza de San Juan de la Cruz, donde se levanta el edificio de la antigua Capitanía General. Frente a él se levanta el convento de las Carmelitas Descalzas.
La segunda bajando otra vez hacia el Campo del Principe hacia la calle Ancha de Santo Domingo donde se encuentra un palacio conocido como la Casa de los Girones del siglo XVI; el edificio fue levantado sobre un palacio árabe anterior, del que queda una sala baja a la que se accede por un arco de medio punto peraltado, decorado en las jambas con azulejos policromados. Desde el nos iremos hacia la calle Molinos para bajar por la cuesta de Escoriaza al Paseo de la Bomba y al paseo del Salón, donde nos encontraremos otra vez con el murmullo del agua a orillas lel otro río de Granada, el Genil y con un paseo muy agradable. Podemos aprovechar para tomar unas tapitas en el kiosko las Titas.