Hoy madrugamos para hacer una de las rutas más espectaculares de la Provincia de Murcia. Quisimos madrugar porque el calor en tierras murcianas aprieta bien y no queríamos morir en el intento, jajajaja. Son las 8h de la mañana cuando llegamos al inicio de la ruta Calar de las Cuevas de Zaén y Bajil. Dejamos el coche prácticamente al lado del inicio de la ruta, no hay parking habilitado, lo dejamos en medio del campo, sin más, pero la mayoría de la gente o toda, lo deja en el pequeño pueblo de Bajil, nosotras tiramos pal monte, jajajaja, con los calores de julio, cuanto más cerca mejor, nunca se sabe como podemos acabar, hace poco tuve una mala experiencia de este tipo en Portugal que cuando llegue el momento de la etapa os lo contaré


Comenzamos la ruta por un pequeño sendero, bastante fácil y sin pendiente, como a mí me guta.

Las cuevas se encuentran en el Campo de San Juan, que pertenece a la comarca de Moratalla. Vamos a conocer un poco de la historia de la zona que es muy interesante. La Región de Murcia, junto con Almería y Alicante, constituyó la desembocadura de un estrecho que daba paso al Mar Mediterráneo, una cuenca marina con varios archipiélagos de islas. Sin duda, es uno de los tesoros de la región de Murcia y afortunadamente no muy masificado pero sí bastante popular, nosotras tuvimos la gran suerte de estar completamente solas en todo el recorrido de la ruta, todo un lujo en los tiempos que corren donde todo está tremendamente masificado.

Con el paso de los siglos, se fueron produciendo levantamiento y estrechamiento de los fondos marinos, que unido a los terremotos y las grandes tormentas que acontecían en la zona, fueron provocando fuertes corrientes submarinas formando cañones, desfiladeros submarinos y estructuras sedimentarias de un gran valor geológico y paleontológico inigualable. En la Provincia de Murcia se pueden contemplar estos restos en el Estrecho de Bolvonegro, el Monte Arabí o las Cuevas de Zaen y Bajil de las que hablaré en esta etapa. El Estrecho de Bolvonegro y el Monte Arabí también los conozco y os hablaré de ellos en las próximas etapas.

En esta impresionante ruta, vas a poder disfrutar de las distintas cuevas que encontrarás a lo largo de todo el recorrido, cada una de diferente estilo, tamaño y con distintas tonalidades, pero sin duda, el mayor atractivo son las preciosas vistas de toda la meseta. Bueno, impresionante es todo el conjunto en sí.

No tendrás que andar mucho para empezar a decir "Wow", la primera cueva es quizás la más grande y llamativa de todas y posiblemente la imagen más icónica de la ruta, una maravilla que nos regala la naturaleza. A mí no se me ve demasiado ya que en esta ruta no me puse nada de color (raro en mí), me vestí toda de negro y aparezco a lo lejos como una mancha negra en las rocas, jajajaja.


El impresionante "ojo" de la cueva no te dejará indiferente, vas hacer fotos a rabiar, cualquier rincón es una preciosidad y las vistas son vertiginosas.




Este curioso paraje forma parte de la antigua conexión que había entre el Mar Atlántico y el Mar Mediterráneo, conocido como el Estrecho Norbético, por donde transcurría el mar. En la zona se pueden ver fósiles, cuevas o grutas de formaciones rocosas, por todo esto está considerado "Lugar de Interés Geológico" a nivel nacional.



Estas cuevas fueron habitadas en la época de la prehistoria, hoy día se utilizan para resguardar ganado y si te apetece pasar noche aquí, pues tú mismo, yo nunca he dormido en este tipo de lugares y creo que no lo haré nunca, salvo que no me quede más remedio por una emergencia. Esta cueva también es bastante grande e impresionante con su techo negro debido a las hogueras que en su día hacían los pastores para refugiarse de las inclemencias del tiempo o para pasar la noche.


Entramos a la cueva y es espectacular ver todo el techo negro carbonizado y las formaciones tan curiosas que tiene, ni que decir de las vistas al Campo de San Juan, que son bonitas a rabiar, pena que había como una especie de calima y se ve demasiado claro, pero aún así es un regalo disfrutar de todo este entorno.



Durante el recorrido de la ruta, se puede ver una línea de costa Jurásica petrificada y erosionada que da forma a las cuevas y cavidades que se originaron en la época.






Y seguimos con impresionantes vistas en todo el recorrido.


Durante el recorrido hay que tener mucho cuidado y llevar calzado adecuado ya que el terreno es muy irregular y vas al filo del precipicio, un pequeño descuido o tropezón y caes al vacío y no lo cuentas. No recomiendo hacer esa ruta con niños pequeños ni con mascotas que sean nerviosas o les guste correr, no hay nada de seguridad en todo el camino y para nada es recomendable para los que padecen vértigo, yo lo tengo pero como soy una cabra loca, pues la cabra tira al monte, jajajaja, pero la verdad que no me dio vértigo en ningún momento, sólo en un pequeño tramo que lo vi bastante estrecho y nada seguro, pero pude cruzarlo rápido sin mirar abajo, Concretamente en este tramo, se gira a la izquierda y es muy estrecho, jajajaja.


Seguimos alucinando con las distintas cavidades que la naturaleza ha ido esculpiendo a lo largo de los siglos.




Aquí se puede ver en el margen derecho, a mi sobrina en el borde de la cueva, yo no me atreví



En el Triásico la zona estaba cubierta de lagunas de aguas someras, formándose las rocas calcáreas y dolomías que hoy en día son las cimas de numerosos cerros y picos que hay en la zona. Ya veis que esta ruta está llena de historia a la par que de una gran belleza. Después de una hora de caminata, optamos por descansar un rato a la sombra contemplando los paisajes de Campo de San Juan y tomar un tentempié.


Nosotras no hicimos la ruta completa que son unos 13km aproximadamente, no sé exactamente cuanto andamos, unas dos horas ida y vuelta. Después de descansar un rato, continuamos por el sendero y entrando a otras cuevas diferentes.


El pequeño pueblo que se ve en la foto, es Zaén de Arriba, bueno, más bien es una aldea de cuatro casas.


Este tramo es menos peligroso que el anterior ya que es más ancho y con menos caída de precipicio, no obstante, hay que tener también cuidado porque está lleno de piedras y desniveles.





Estos lugares son tan bellos, que no te cansas de hacer fotografías. Yo hice unas 140 fotos y borré varias que eran muy parecidas.


Desde lo alto de las cuevas se pueden ver los campos de cultivo de lavandín, lavanda y espliego. Estas plantaciones aromáticas crean un paisaje colorido de color malva que florecen en el mes de julio en las pedanías altas de Moratalla, como en este caso en Campo de San Juan y Béjar.

Avanzamos un poco más en la ruta dirección La Fuensanta pero sin llegar hasta allí. El camino es más llevadero pero se va haciendo menos atractivo. Después de andar unos metros más, optamos por darnos la vuelta, ya que estaba empezando hacer bastante calor pese a que íbamos en la sombra, y también porque tenemos otras visitas para el día de hoy.



En las rocas se puede apreciar las erosiones que a lo largo de los siglos ha formado el agua que hubo en tiempos pasados, unas formaciones escalonadas y muy pintorescas donde los colores ocres y dorados tienen especial protagonismo.

En este rincón donde aparezco yo en la foto, no se me ve bien al ir toda de negro y al estar a contraluz, pero estoy ahí sentada en la roca, jajajaja, la próxima vez no me visto toda de negro, me pongo mis colores llamativos para que se me vea mejor y porque me encanta, no sé porque me dio por el negro, algo raro en mí, pero bueno. Como os decía, en este rincón es donde la ruta es más estrecha y peligrosa ya que la roca es muy inclinada a modo de tobogán, sólo tenéis que ver las fotos donde está mi sobrina y os hacéis una idea, aquí si me dio un poco de vértigo al pasar, un pequeño descuido o una mal pisada, y te vas a comer toda la lavanda del Campo de San Juan o lo que haya sembrado en el camino, jajajaja.



Cada lugar tiene algo mágico y eso es lo que intento captar con mi Nikon, momentos que se quedan para el recuerdo, para cuando aflore la nostalgia, echar la vista atrás y recordar los lugares que te marcaron, y las Cuevas de Zaen ha sido uno de esos lugares difícil de olvidar





Todas las cuevas que hemos visto a lo largo de la ruta son espectaculares, pero esta es una de mis favoritas, es impresionante. Estas cuevas fueron localizadas en 1996 por el grupo espeleológico "Proteus", gracias a las indicaciones de un pastor de "Las Casicas del Portal", pequeña aldea que se encuentra en las cercanías.



Últimos metros de la ruta antes de llegar al coche, podemos ver restos de fósiles incrustados en la roca. Hemos tardado dos horas en hacer la ruta. Hay una ruta circular de unos 10/12km donde veréis todas las cuevas de Zaen que os he mostrado, pasaréis por el Yacimiento y Dolmen de Bajil, un lavadero, encinas milenarias y otros lugares, buscar en Google que tenéis varias opciones. Para la próxima haré el recorrido a la inversa y veré todo esto que nos ha quedado pendiente.



Ya junto al coche las vistas a los campos de lavanda son impresionantes, desde las alturas puedo ver en el horizonte casi mi pueblo, y eso que está a 90km de distancia, vaya vistas y dichosa calima que no deja ver bien el paisaje



Pasamos por la pequeña aldea de Bajil, donde apenas hay cuatro casas, una de ellas es un hospedaje rural, por si os interesa pasar noche en tierras murcianas, es una buena opción para empezar la ruta desde aquí sin desplazarse en coche, quizás a la próxima yo me hospede, dependiendo del precio claro



Frente a la aldea se puede ver otro antiguo poblado, hoy día abandonado, pero lleno de encanto y rodeado de cuevas.



Pues ya que estamos, vamos a ver los campos de lavanda, no tienen nada que ver con los famosos campos de Brihuega en Guadalajara, pero tienen su encanto con las Cuevas de Zaen al fondo y más cuando seguimos completamente solas, así podemos hacer postureo sin que nadie nos moleste, jajajaja




En estos campos, aparte de la lavanda, el espliego, y el lavandín, también se puede ver y oler el romero, tomillo, salvia, y orégano, un placer para los sentidos.



Nos despedimos de este maravilloso lugar de la Región de Murcia con unas impresionantes vistas de las Cuevas de Zaen



De camino a nuestro próximo destino, pasamos por delante del Castillo de Benizar, lo dejo guardado para visitarlo en otra ocasión, tiene buena pinta. Se encuentra situado en una impresionante formación rocosa y por lo que he leído de muy difícil acceso, por no decir de imposible, ya que ha desaparecido todo vestigio de entrada, habrá que ir para comprobarlo en primera persona, jajajaja. Está declarado Bien de Interés Cultural.

