Apretando el calor nos dirigimos hacia Mota del Marqués que guarda rescoldos de su largo pasado, muy ligado a la Orden Teutónica fundada en Palestina en 1190. El pueblo debe su nombre al promontorio sobre el que se apoya. Su ingente patrimonio es el pilar sobre el que se asienta su futuro y su mejor virtud es la preocupación de sus habitantes por poner en valor esos viejos vestigios. Lo hacen a través de cuatro asociaciones locales, la Cultural Motana, la de Virgen de Castellanos, Acasse-Va y especialmente Arepa-Mota XXI.

A la entrada del pueblo, en Plaza Corro del Palacio, se encuentra el Convento Compañía del Señor, vimos a una moja que salía a tirar la basura y le preguntamos si había algún lugar para comer ya que al ser domingo pues no teníamos nada comprado, sólo nos quedaba algo de bebida y alguna galleta. La monja sin ganas nos dijo que no sabía y nos envío a la plaza del pueblo que había un bar, le dijimos si había algún super abierto y nos dijo que no. Yo esperaba algo de aquello que predican...DA DE COMER AL HAMBRIENTO...JAJAJAJJAJAA, la monja no estaba por la labor, pese a que nos contó que sólo eran 5 monjas en el convento, pues pensé "Leches, pues donde comen 5,comen 7",nada de nada, sin comer nos fuimos a visitar los monumentos. Lo primero, la Iglesia de San Martín que se estaba cayendo a pedazos, está vallada para reformarla. Es un edificio gótico-renacentista construido en el siglo XVI. Viene a ser una de las mejores obras arquitectónicas de la provincia de Valladolid. Su torre tiene cinco cuerpos de piedra, correspondiendo los tres primeros al siglo XVII y los dos últimos al siglo XVIII. La Iglesia está cerrada al culto desde 1989 debido a su deterioro y al peligro que representaba esta situación. A finales de 2018, vecinos y asociaciones vivieron con alegría la reinauguración de esta iglesia declarada Bien de Interés Cultural en 1993. Han sido pacientes esperando 29 largos años que han durado las obras de restauración llevadas a cabo


Sin comer y con todo el golpe de calor de las 15h de la tarde, vamos a subir a la cima de la montañita donde hay restos del castillo y la Iglesia del Salvador, que tienen unas vistas de todo el pueblo y el más allá, jajajjaja.

Para subir dejamos el coche al final de la C/ de la Villa, después continuamos andando por el camino de tierra lleno de cardos que nos dibujan un camino muy colorido



La Iglesia del Salvador, se encuentra a los pies del castillo. Construida en el siglo XVI y reformada en el siglo XVII. Se cree que fue el primer templo de la localidad y que llevaba el nombre de San Juan. Se quitaron piedras de esta iglesia para hacer el jardín en la Iglesia de San Martín. Actualmente, sólo se mantienen algunos restos en pie como la torre con una espadaña del siglo XVII. La iglesia se encuentra en la Lista Roja del Patrimonio. Esta Lista recoge aquellos elementos del Patrimonio Cultural Español que se encuentren sometidos a riesgo de desaparición, destrucción o alteración esencial de sus valores, al objeto de darlos a conocer y lograr su consolidación o restauración


Un poco más arriba se encuentra las ruinas del castillo, sin duda el símbolo del pueblo. El acceso estaba un poco complicado, apenas se distinguía el camino, estaba todo cerrado con las flores, cardos y demás yerbajos, pero mereció la pena abrirse camino para llegar a tener estas vistas del pueblo rodeadas de tanta flora, me encanta!!



Del castillo sólo se conserva su agrietada y agujereada Torre del Homenaje, la única de planta circular de Castilla y León. Sus piedras se usaron para ejecutar la Iglesia del Salvador, bueno, por lo menos han sido aprovechadas


Se trata de una torre de planta circular, compuesta por muros de carga de más de tres metros de espesor y cubierta por una cúpula semiesférica. Su estado ruinoso alcanzó un punto crítico en julio de 2010, cuando la Junta de Castilla y León se vio obligada a acometer obras de urgencia para evitar su derrumbe completo.

En la cima y a los pies del castillo te encuentras con ésta alfombra floral y las vistas de todo el pueblo, esto es puro espectáculo, estamos flipando. Diréis que no es para tanto, es que me encantan las flores, el colorido y la variedad que hay, sin duda, un lugar con mucho encanto pese a estar en ruinas y prácticamente cayéndose a trozos, una lástima porque el lugar es digno de conservarse. Aquí tenéis una flor entre las flores, como no tengo abuelas, pues yo misma...




Entramos dentro de la torre y nos asomamos por uno de los "ojos" que hay y la maravilla de color que veo de flores es impresionante, dan ganas de tirarse y rebozarse como la abeja Maya...JAJAJAJJA, si no fuera por la leche que me pego y la alergia lo haría, no me digáis que no es una ventana a la felicidad, o al menos para mi es así como lo siento, no me canso de tanta belleza



Hacía un calor de justicia pero es que estar aquí completamente solas, disfrutando de estos paisajes, no tiene precio




Bordeamos la torre y si el espectáculo de las flores nos había entusiasmado, cuando vemos este colorido ya muero de amor, me encantan los campos llenos de amapolas, margaritas y girasoles especialmente, aunque el resto de flores también me gustan




Hoy día, los instagramer, influencer, youtuber y demás, morirían por encontrar un lugar tan impactante como éste para su reportaje de fotos y sus like


De bajada por el camino de tierra, hago unas panorámicas al pueblo.


Así quedaron nuestros zapatos llenos de restos de polen


Nos adentramos un poco en la Iglesia del Salvador para hacer alguna foto más.

Me ha encantado esta breve pero intensa visita. No visitamos el pueblo porque no llegamos a Madrid ni de coña, porque todavía hacemos otra paradita, jajajajaja
