Este día teníamos la entrada al parque del lado de Argentina, por lo que a las 8 a.m. llegaba el transfer con nuestra guía, venían algunas parejas mas que habían recogido en otro hoteles, iniciamos la partida, tuvimos que pasar la frontera, revisión de pasaporte y seguimos hasta la entrada del parque donde montamos en un trenecito que nos llevaría al inicio del circuito superior de las cataratas, se llama así porque pasamos por un conjunto de pasarelas que se extienden a lo largo del rio por encima de los saltos.
Una vez en la zona donde había que iniciar el recorrido, la guía nos explico el camino que deberíamos para ir hasta la garganta del diablo, iniciamos el camino por unas pasarelas muy cómodas por encima del rio tras un recorrido breve empezamos a divisar una nube de agua que nos daba la idea de lo que íbamos a encontrarnos, un verdadero espectáculo de la naturaleza, nos quedamos atónitos, algunos turistas lloraban de la emoción ante tan espectacular imagen.



Tras un recorrido muy interesante por la selva, llegamos al inicio de la bajada al rio Iguazú, allí nos preparamos para bajar 150 escalones, en una zona de descanso nos dieron una bolsa gigante para que dejáramos dentro las mochilas y los teléfonos, previamente nosotros nos habíamos quedado solo con los bañadores y unas zapatillas de agua, seguimos bajando y antes de pasar al embarcadero nos pusieron el chaleco salvavidas, pasamos a la lancha semirrígida que se le conoce como Gomón.

Bueno y que deciros de la experiencia, fue increíble nos acercaron a cuatro saltos de agua, casi debajo de la caída del agua y os podeis imaginar como quedamos, empapados, y no sólo eso, sino que las vistas de las cataratas desde el rio son impresionantes.


Desde alli regresamos a nuestro Hotel, el día habia sido muy intenso, cenamos y nos fuimos a descansar, al día siguiente tocaba ver las cataratas desde el lado Brasileño.