Sábado 12 de abril de 2025
Después de 16 horas y media viajando, aterrizamos en el aeropuerto de Shanghai Pudong.
El aeropuerto está muy bien comunicado con la ciudad.
Se puede tomar el metro o bien el Maglev, un innovador tren que levita sobre las vías, gracias a la fuerza magnética.
Tomamos el metro que nos dejará en una de las zonas más concurridas y comerciales de la ciudad, East Nanjing Road, donde está nuestro hotel para esta noche.
Esta noche nos alojamos en el hotel Fish Inn, por 77€ la habitación doble.
Situado en una callejuela muy cercana al metro East Nanjing Road y muy cerca de todo tipo de tiendas y restaurantes.
Son las cinco de la tarde y hay que aprovechar que estaremos muy poco tiempo en Shanghai.

A pocos minutos caminando estamos en el paseo de The Bund, la zona de elegantes edificios coloniales, con vistas a los modernos rascacielos del distrito de Pudong, al otro lado del río.
La calle que da al río, llamada “promenade”, está a reventar de turistas sacando fotos. Nosotros somos unos más en la multitud.

Es que la Perla, es decir, el rascacielos llamado “The Oriental Pearl Tower” es el icono de la ciudad y nadie quiere perdérselo.
No es el edificio más alto de Shanghai, pero lo fue durante los años 90. Actualmente el edificio más alto de China es otro que está al lado, que se retuerce como en espiral, mucho menos creativo a nuestro parecer.

Aunque el cansancio del vuelo pesa en nuestros cuerpos, decidimos acercarnos al Bazaar Yuyuan, al lado de los populares jardines del mismo nombre.
Es un centro comercial de aspecto tradicional, que de noche se ilumina todo creando un entorno super bonito. Es una construcción moderna pero da la impresión de entrar en un palacio milenario, con su jardín y su estanque.

Las tiendas de comida y artesanía se alinean una tras otra. Hay gente pero nada desorbitado, a diferencia del próximo sábado que regresaremos aquí a media tarde y estará atestado de visitantes.
Aunque una de las calles principales de acceso está llena de puestecitos de comida, regresamos a nuestro barrio a cenar.
Elegimos unos ramen que en ese momento nos parecerán baratos, pero serán los más caros de todo el viaje… ¡¡Es que no esperábamos que todo fuera tan económico en China!!

Finalmente para hacer la digestión damos una vuelta por la calle East Nanjing Road.
La mayoría de las tiendas son de marcas internacionales y no nos llama mucho la atención, pero también hay algún food court con comida exótica y allí sí que disfrutamos observando los manjares autóctonos. No probamos nada porque estamos llenísimos.

Y así acabamos este primer día, ¡una toma de contacto con China super agradable y que será la tónica habitual durante todo el viaje!

Otras fotos del día: