Llegamos a Estocolmo el domingo de tarde, nos alojamos en el Best Western Kom, dejamos las maletas y salimos a pasear.
El hotel es sencillo, habitaciones normales, algo pequeñas para 3 personas ya que la cama supletoria impide un poco el paso; el desayuno, un buffet chiquitito pero bastante completo, como detalle posee un córner coffee bar en la recepción para servirte té y café gratis cuando llegas destemplado, pero sin duda lo mejor del alojamiento es su ubicación, de 10, no usamos transporte público en los 3 días que estamos en la ciudad.
La primera tarde recorremos Drottninggatan que es una calle peatonal de tiendas, llena de estatuas de leones, y llegamos a la plaza Sergel con su fuente y la escultura de vidrio.
Cenamos en un ramen cercano para templar el cuerpo y volvemos paseando hasta el hotel aprovechando para visitar el túnel de Brunkeberg, muy instagrameable como es ahora la moda
El segundo día, lunes, el tiempo nos acompaña y aunque hace bastante frío, luce el sol y se prevé buen tiempo así que vamos a visitar Skansen. El paseo viendo el puerto y el puente a la isla nos dejan unas fotos de postal.
A la entrada de Djurgarden nos recibe la puerta azul, antigua cancela del coto real de caza, a la derecha quedan los museos Nordiskas y Vasa.
Desde casi su apertura al cierre a las 15h pasamos la mañana en Skansen (480 coronas 2 adultos/niño gratis aprox 44€) un “pueblo tradicional sueco” en el que aprender sobre la cultura y los oficios tradicionales del país, pero al peque lo que más le gusta son sus animales.
Nos sorprende lo adaptado y pensado que está todo para los niños en toda la ciudad, muy kids friendly.
Almorzamos allí unos Hot dogs y continuamos el paseo hacia Ostermalm para conocer el mercado lleno de puestos con salmón, arenques y productos gourmet.
Seguimos la ruta y caminamos hasta el puente de Skeppsholm (el puente con la corona dorada símbolo de Suecia) que tiene unas vistas magníficas de la ciudad, para ver ponerse el sol por detrás de Gamla Stan.
Estamos agotados, compramos la cena para llevar y nos vamos al hotel a descansar.
El tercer día la ciudad amanece más fría y muy nublada, amenaza lluvia, partimos caminando hasta Gamla Stan, pasamos por delante de la Ópera y del Parlamento sueco y llegamos al Palacio Real, donde tenemos la suerte de ver la recepción de unos coches de caballos (con algún personaje importante dentro) hacia el palacio mientras la guardia real se cuadra a su paso y tocan la trompeta, un espectáculo precioso.
Paseamos por Stortorget con sus famosas casas de colores y nos perdemos callejeando por toda la isla, haciendo fotos aquí y allá y casi de casualidad nos encontramos con Mårten Trotzig Gram, la calle más estrecha de Estocolmo. Es hora de comer, almorzamos algo y empieza a llover, decidimos visitar el museo de la Ciudad de Estocolmo, es gratuito y nos queda cerca, además tiene una sala para niños y el peque puede jugar un rato a cubierto, si venís con niños es un buen sitio para descansar un rato, calentarles un potito o leche ya que posee una área de “picnic” con microondas y apenas está concurrido.
Cuando para un poco de llover nos ponemos en ruta, visitamos el parque de Kungsträdgården y cenamos algo en el centro comercial Gallerian y nos vamos a descansar.
El cuarto día amanece lloviendo y no tiene pinta que amaine, sería el día perfecto para visitar la Biblioteca pública de Estocolmo pero está cerrada por reformas ¡hasta 2027! Nos hubiese gustado también visitar el ayuntamiento pero decidimos darnos un paseo en metro y conocer sus famosas estaciones, así nos resguardamos de la lluvia (billete sencillo 43coronas aprox 4€).
Visitamos las estaciones de: Solna Centrum, Fridhemsplan, T-Centralen y Kungstradgarden.
Sigue chispeando pero aprovechamos para comprar algún detallito de recuerdo, almorzamos y volvemos al hotel a recoger las maletas y pedir un taxi para ir al puerto, a las 16.30h zarpa nuestro barco rumbo Helsinki 🚢
Nos han quedado cosas por ver, pero aún así nos vamos con muy buen sabor de boca. Estocolmo nos parece una capital tranquila, moderna, limpia, sostenible, sin apenas tráfico, muy amigable con los niños y con muchísimas zonas verdes. 💖 ¡para repetir!