13. De regreso
Cómo era de esperar, el viaje tenía que acabar. Nos levantamos pronto el último día y recogimos y limpiamos un poco el estudio. Cabe destacar que en la mayoría de los sitios te hacen pagar un suplemento por limpiar el estudio (20 € en nuestro caso o nada si lo limpiabas tú). Sin embargo, como era tan pequeño, en media hora lo teníamos impecable, ahorrándonos así el importe de la limpieza. Tras recuperar nuestra fianza y despedirnos de la dueña, bajamos de nuevo cargados los 6 pisos de infernales escaleras con nuestras maletas, dirigiéndonos al metro para coger de nuevo el RER B dirección Charles de Gaulle. Cómo nuestros tickets de Paris Visite sólo llegaban hasta la zona 3, y el aeropuerto quedaba en la zona 5, preferimos sacar un ticket para el aeropuerto que arriesgarnos a subir al RER con la Paris Visite sabiendo que no era válida hasta el aeropuerto y que cuando llegáramos allí y tuviéramos que meter el ticket para salir del metro, las puertas no se abrieran por no ser de zona 5. Cabe destacar que a la hora de usar el metro en París tan sólo tienes que meter el ticket cuando entras, pero no cuando sales. Sin embargo, si usas el RER, debes meterlo en ambos casos, por lo que, como nadie te controla los tickets, supusimos que si usábamos el ticket de la Paris Visite (que para entrar no tendrías problema) no abrirían las puertas cuando lo tuviéramos que meter para salir en el aeropuerto. Pues no... 16,40 € que tiramos en los dos tickets. Cuando llegamos al aeropuerto (no sé si era casualidad o no), las puertas de salida estaba abiertas y pasamos todos sin que nadie ni nada pudiera controlar los tickets... ¡¡¡Menuda rabia!!! De todos modos supongo que sería algo excepcional. Por cierto, a la hora de coger el RER dirección al aeropuerto, hay que tener muy presente una cosa. Desde Paris, el RER B que sale puede tener diferentes direcciones. Concretamente, en el mismo sentido del aeropuerto hay dos: uno que va hasta el aeropuerto Charles de Gaulle (B3), y otro que va hasta Mitry-Claye (RER 5). Ambos salen pasan por la misma vía en la misma dirección, sólo que se bifurcan antes de llegar al aeropuerto, así que tened mucho cuidado de cual cogéis puesto que podéis acabar con las maletas donde no toca...
Una vez en el aeropuerto, cogimos de nuevo el tranvía/metro que te lleva de la Terminal 3 hasta la Terminal 1, desde donde partía nuestro vuelo. Facturamos, dimos unas vueltas por los Duty Free y, tras pasar por un estrictísimo control policial (hasta los zapatos había que quitarse) pudimos por fin embarcar.
Y así, tras un "turbulentísimo" viaje, llegamos puntuales a Alicante, donde pudimos disfrutar el maravilloso clima que tiene España y a veces no nos acordamos...
