Nuestra aventura en yeep termina en la estación de tren de Zamyn-Üüd, donde tras las indicaciones de nuestro conductor vamos directos a un edificio acristalado para conseguir nuestros billetes para llegar a la capital. La gestión es inmediata, ya que apenas hay gente en el edificio. Hemos comprado billetes en vagones de 3ª clase, estos son los que se va todos a piñón en el mismo vagón, hay que probar de todo.
Comemos por los alrededores y compramos algo para llevar en el tren, esta vez creo que eran unas 13 horas de tren, tenemos tiempo de sobra y lo pasamos descansando y curioseando en los alrededores de la estación. No recuerdo si había alguna cambio horario o es que leímos mal los billetes pero llegamos por los pelos al tren. Un tren algo peor que el chino y más incomodo por el poco espacio para tanta gente, y mas en mi caso, que con 1'90m de estatura me asomaba medio pie al pasillo, y cada vez que alguien pasaba por el estrecho pasillo me rozaba los dedos y me despertaba, jaja anécdotas.
Llegamos a Ulan Bator a la mañana siguiente y nos disponemos a buscar un hotel mas o menos céntrico, a través de la guía LP nos decidimos por el Chuka Guesthouse, bastante céntrico y nuevo, habitaciones compartidas y bastante limpio. De inicio parecía cerrado, pero tras un rato llamando y mirando por la ventana para ver si veíamos movimiento, una vecina muy amable se nos acerca y nos presta su Nokia 3310 (que recuerdos...) para contactar con la dueña.
En total en Mongolia estaremos 8 días, insuficientes para ver tan hermoso y enorme país, pero trataremos de aprovecharlos al máximo.
El primer día lo ocupamos viendo el centro de Ulan Bator, la plaza Gengis Kan y alrededores, Palacio de invierno (8000₮) y el museo Nacional de Mongolia (8000₮ y otros 10.000₮ más por si quieres hacer fotos). También aprovecharemos para sacar los billetes de autobús para poder llegar a Karakorum (Kharkhorin), antigua capital del imperio mongol y donde se encuentra el monasterio Erdene Zuu (3000₮).
El viaje es movidito ya que a medida que nos alejamos de la capital, la carretera va desapareciendo y vamos de lado a lado esquivando enormes baches. En Karakorum nos alojamos en una especie de finca con 4 o 5 gers y un edificio para comer y ducharte. Me esperaba el ger más pequeño, pero engaña por dentro y las camas son mas o menos comodas. Estamos 2 días visitando el monasterio y haciendo alguna excursión por los alrededores.
Las distancias en Mongolia son enormes, y las infraestructuras y los servicios públicos muy escasos, así que los viajes son eternos. De nuevo en la capital proseguimos visitando otras partes de la ciudad que nos faltaban por ver: Monasterio de Gandantegchinlin, el templo de Choijin Lama y alguno otro más que ahora no recuerdo.
El próximo destino, el parque Nacional de Gorkhi-Terelj. Ese día madrugamos para poder coger un autobús que según las indicaciones no muy precisas que nos dan en el albergue donde hemos dormido, el Golden Gobi (supongo que al no coger los tours con ellos te restan puntos en amabilidad), nos deja en la estación del este de la ciudad, donde ahí salen autobuses al parque nacional.
Llegamos a la parada y la información de la ruta esta solo en mongol, la primera en la frente. Empezamos a preguntar primero a ver quien habla un poco de ingles y luego que autobús lleva hasta la estación, ya que las distancia para ir andando es grande. Una joven nos indica el nº de bus y justo al poco tiempo para en la parada y nos indica que subamos. Nos bajamos en una parada que nos señala el conductor, pero ahí no vemos ninguna estación ni nada que se le parezca, así que de nuevo toca preguntar. Paramos a un joven y tratamos de explicarle como llegar al parque nacional de Gorkhi-Terelj. El joven super amable nos lleva a la parada y cuando estamos llegando nos indica que justo es el bus que se acaba de marchar, toca correr...gracias que paró en un semáforo cercano y conseguimos subir. Lo de pagar no me quedó muy claro como funcionaba, había una especie de buzón donde metas el dinero, el conductor pasaba de nosotros así que echamos lo que vimos oportunos, sin más. Ya dentro del autobús, una pareja de ancianos muy curiosos nos empiezan a hablar y nos indican donde debemos pararnos.
Nos bajamos en Nalaikh, creo, y ahí en una plaza negociamos con un taxista para que nos lleve hasta el interior del parque. Dicho y hecho, emprendemos el viaje y llegamos a la entrada del parque, el guarda no nos hace pagar nada, no se si porque no hacia falta o por alguna pacto con nuestro taxista, pero la furgoneta de delante había pagado algo.
Ya en el parque vamos hasta un campamento de ger's cerca de Terelj. Algo diferente al de Karakorum, sobre todo en las camas, eran camas espartanas, una cama de madera con un colchón de un dedo. Esa noche no descansamos mucho, porque aparte de la cama, hacia bastante frío con mucha humedad (estuvo toda la tarde-noche lloviendo) y disponíamos de una estufa de leña que no duraba mas de hora y media encendida, y en cuanto se apagaba se notaba bastante.
Para volver de nuevo "aventura", primero salimos a la carretera para ver si nos paraba algún coche que se dirigiese hacia la entrada del parque. Nosotros todavía no queríamos salir, ya que queríamos ver la roca de la tortuga, que se encontraba mas cercano a la entrada del parque. Conseguimos transporte para llegar hasta la famosa roca y otro luego para llevarnos hasta Nalaikh, el pueblo donde nos habíamos bajado en el autobús. Ya desde ahí de nuevo toca negociar para ir a ver la estatua de Chinggis Khaan (7000₮), una enorme estatua en mitad de la estepa con un mirador en la parte superior con unas vistas increíbles.
Volvemos de nuevo a Ulan Bator en autobús, la vuelta ha sido más sencilla, y visitamos los últimos rincones de la ciudad que nos quedaban por ver y hacemos las ultimas compras, ya que al día siguiente partimos hacia Rusia. Compramos los billetes en la estación de autobuses Dragón para primera hora de la mañana con destino Ulan-Ude, Rusia (billete de bus 65000₮). Me esperaba más del paso fronterizo ruso, por comentarios que había leído en blogs y foros sobre las autoridades rusas, pero resulto ser el más sencillo de todos.
Para mí y según mi experiencia, la gente de Mongolia es de los más amable y hospitalarios que he conocido (muy parecidos a los nepalis). Un pueblo que aún teniendo poco lo da todo.