2018-06-23, sábado. Cranbrook-Kelowna. ✏️ Diarios de Viajes de USA

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A pesar de que sabíamos que la jornada iba a ser larga, como nos apetecía bastante, hemos pasado por el Museo del Ferrocarril de Cranbrook. Las maquetas de vías y trenes que funcionan, nos han dejado muy sorprendidos. Es un trabajo muy bien elaborado. El tamaño de todo el conjunto sobrepasa los15 metros de largo y los 5 de ancho.

Una caja fuerte de las que se transportaban en los trenes; un vagón de tren de 1929, tal cual se usaba en su momento. Todo excepcional. La pena es que todavía no ha llegado la globalización, y a los hispano hablantes nos tienen bastante olvidados. No hay ninguna información en castellano.

Habíamos leído que en el sur de Canadá se producían vinos y cervezas, y al igual que la víspera, creíamos que el paisaje correspondería con llanuras de cereal y viñedos. Pues para nuestra sorpresa, hemos circulado por valles estrechos, junto a ríos caudalosos y con rápidos continuos. Hemos ascendido varios puertos de montaña, en cuyas cotas más altas hemos tenido de todo: lluvia, niebla, nieve, etc. Hemos circulado junto a lagos de diversos tamaños, bastantes de ellos navegables.

A posteriori, uno se va dando cuenta que no es posible que el paisaje sea tan llano como se esperaba, al fin y al cabo, siguen siendo las estribaciones de las Montañas Rocosas, que unen las de la zona canadiense con las de USA.

Seguimos nuestra ruta hasta Creston, donde nos hemos detenido en el Mercado de productos artesanales y agrarios. Hemos recogido algún mapa en el Visitor Centre, y hemos admirado un par de silos que se encuentran a pie de carretera.

Otro pueblo, Greenwood, como salido de una película de vaqueros, nos ha detenido unos minutos, tanto por su fisonomía, como por su museo.

Algunos tramos de carretera estaban totalmente despoblados y, por supuesto, sin gasolineras.

Charlando y contemplando el paisaje, hemos llegado a Kelowna.

Chec Inn, cena y un poco de tele.

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