MADRID – ROMA (Foro Trajano, Foro Romano, Palatino, Coliseo) ✏️ Diarios de Viajes de Italia

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Nuestro vuelo salía a las 06:35 de Madrid y llegaba a Roma (Ciampino) a las 09:05, y sí tuvimos que darnos el madrugón padre ya que a las 4:30 estábamos en el aeropuerto Adolfo Suarez. Es verdad que esa noche que tienes que viajar, no se si os pasa, pero yo no duermo muy bien ya que suelo tener esos nervios/emoción agradable del comienzo del viaje. Así que apenas habiendo dormido unas horas, nos dirigimos al aeropuerto que en esta ocasión nos lleva un buen amigo. Llegamos al aeropuerto sin problemas, facturamos y todo va rodado. Es la primera vez que volamos con Ryanair y no fue nada mal, todo salió estupendamente.

El aeropuerto de Ciampino es más pequeño de lo que esperábamos. Cogemos las maletas y salimos en busca de nuestro autobús que nos llevará hasta el centro de Roma, a la estación de Termini donde teníamos nuestro hotel. La empresa que usamos para tal efecto fue Terravision, cogimos los billetes por internet y acertamos. Cuando llegamos a la plataforma del bus estaba a tope de gente y si no llevas billete tienes que esperar al siguiente si no hay sitio. La parada se encuentra en la Paltaforma 1 a la salida del aeropuerto, a la izquierda. Los billetes los cogimos para las 10:35 (1:35 horas después de la llegada del avión) en previsión por si no llegábamos a tiempo, en ese caso no hubiese habido ningún problema porque puedes coger el siguiente. A las 09:40 ya estábamos en la parada esperando por el de las 10:00, llegó el autobús y tuvimos que esperar por si estaba lleno, y como no lo estaba (por dos personas jejejej) nos pudimos colar en dicho bus y no esperar al siguiente lo cual hubiese sido un fastidio.
Consejo, nosotros no tardamos mucho en coger las maletas y salir a la plataforma del bus por lo que en nuestro caso nos hubiese valido cogiendo el billete de las 10:00, lo comento para que calculéis el tiempo.

Expectantes y un poco nerviosos por lo que nos depararía Roma, llegamos hasta la estación de Termini (última parada del bus) y de allí al hotel, 10 min caminando.

Nuestro hotel elegido para Roma era el Floris Hotel, nos costó un poco el encontrarlo sobre todo porque no me acordaba que dicho hotel está en una planta de un edificio en el que hay más hoteles. Pusimos el Maps en el móvil y no hacíamos nada más que dar vueltas cerca del portal hasta que ya, preguntando, nos informaron que era en el portal. La verdad es que dicho portal no nos inspiraba mucha confianza, era todo bastante antiguo y ligeramente descuidado. El ascensor era sacado de una película de Torrente, muy viejo, pequeño y un poco sucio. Pero cuando llegamos a la cuarta planta y entramos en el vestíbulo, todo eso quedó atrás. La realidad es que el hotel estaba muy bien, todo muy limpio y el personal súuuuper amable. El desayuno muy completo bollería y comida salada muy variada, además de zumos cereales y quesos (que estaban espectaculares). Lo mejor, los cappuccinos, buuueeenisimos. Pero todo eso empezaríamos a deleitarnos mañana por la mañana




Ya con las maletas en el hotel nos disponíamos a quemar la ciudad, bueno o a que nos quemase ella a nosotros porque hacía un calor que se derretía todooo ☹

Primera parada La Plaza de la República, esto ya hacía presagiar lo grandioso de los monumentos y la cantidad de ellos que veríamos a lo largo y ancho de la ciudad. La plaza tiene una gran rotonda en la que se encuentra la Fuente de las Náyades (o Fontana Esedra) que originalmente tenía unos leones y que en 1901 fueron sustituidos por cuatro ninfas desnudas que representan el agua y que escandalizaron a la gente de la época. En el otro lado se encuentra la Basílica de Santa María de Los Ángeles y Los Mártires, una iglesia con aspecto derruido pero que cuando entras se te queda la boca abierta de la amplitud y lo grande que es, parece casi imposible visto desde fuera que sea así.


El calor ya apretaba de sobremanera, cogimos la Via Nazionale hasta llegar al Mercado y Foro de Trajano, allí nos quedamos atónitos observando todas aquellas ruinas e imaginando como sería la vida entre sus calles y galerías. Trajano mandó construir el foro en el año 107 para conmemorar la conquista de Dacia (Rumanía). El mercado sería el equivalente a un centro comercial de hoy en día, tenía unas 150 tiendas que vendían desde sedas y especias de oriente, hasta fruta, pescado fresco y flores. También lo que nos llamó la atención fue la Columna de Trajano dominando dichas ruinas, con 30 m de alto se pueden ver escenas en espiral de dichas campañas, desde los romanos preparándose para la guerra hasta la expulsión de los dacios de su tierra.




Seguidamente, desde allí nos acercamos hasta el Monumento a Víctor Manuel, visita que dejaríamos para unos días más tarde ya que queríamos subir a su terraza para contemplar las vistas y hoy no teníamos tiempo.


Eran alrededor de las 13:30 y teníamos dos horas para comer y llegar al punto de encuentro para realizar nuestra primera visita guiada en Roma, la visita del Foro Romano, Palatino y Coliseo, una de las fuertes de este viaje.

Callejeando llegamos hasta un restaurante donde servían pizza al peso, nos pareció un buen sitio para comer y estrenarnos con la gastronomía romana. La verdad es que nos pasamos un poco comiendo, pero tomamos dos trozos de pizza al peso de varios sabores y una lasaña, más una botella de agua grande, todo ello fue 17.50€. El restaurante se llama La Prezzemolina, muy buen sitio para comer algo rápido.


Con el estómago bastante lleno y con el nivel de hidratación óptimo nos dispusimos a caminar hacia el Coliseo, lugar donde quedamos con el guía y el resto del grupo para realizar la visita al Coliseo, Foro y Palatino.

Esta excursión decidimos hacerla guiada ya que nos parecía interesante conocer algo de la historia de todos los monumentos y lugares que se visitan. La hicimos con Civitatis contratándola por la web y nos salió por 40€/pers. con una duración aproximada de unas 3 horas. La actividad nos pareció muy interesante, lo que no nos gustó nada fue la hora ya que era a las 15:30 y con el calor que hacía lo que menos te apetece es andar por todo el Foro y Palatino al aire libre, al cascoporro. Pero bueno, que se le iba a hacer, estábamos de vacaciones y “sarna con gusto…”.

Comenzamos la visita en el Foro Romano, allí debido al buen estado de todas las ruinas y construcciones, no se hacía difícil ver lo que la guía nos explicaba. El foro, al comienzo de la República, era un lugar caótico sin ningún tipo de orden, todo lleno de puestos de comida y burdeles entre la cámara del Senado y templos. En el siglo II a.C. se decidió que Roma necesitaba una lavado de cara y renovar dicho emplazamiento, transformando los puestos de comida y los burdeles en centro de negocios y tribunales haciéndolo así el centro de la ciudad durante mucho tiempo. Se renovaban los edificios viejos y se construían nuevos templos y monumentos.


La visita continuaba por el Palatino que era la residencia de los emperadores y gente noble de la época. Allí se pueden visitar ruinas de la casa en la que vivió Augusto, hasta las ruinas de un lujoso palacio construido por Domiciano.


Y finalmente, bastante tocados por el calor, llegamos al grandioso Coliseo. Será el mayor anfiteatro de Roma construido en el 72 d.C. Allí se exhibían luchas de gladiadores y animales salvajes. Como dato indicar, que las matanzas que se recogían en dichos “espectaculos” eran a gran escala llegándose a matar más de 9.000 animales durante los juegos de inauguración en el 80 d.C.
Para apreciar mejor su grandiosidad, por si estando dentro no lo percibes, indicar que el aforo que tenía era de 55.000 personas.
También se pueden realizar visitas nocturnas, pero nosotros no lo hicimos.



Una vez finalizado el tour, a eso de las 18:30, el guía nos dejó dentro del Coliseo para poder hacer las fotos que necesitásemos y pasear por allí a nuestro aire si nos apetecía. Como ya he dicho antes, un tour muy recomendable.

Como estábamos bastante agotados de toda la tralla que llevamos hoy nuestro primer día (madrugón, viaje, calor, etc…) decidimos buscar un sitio para cenar de camino al hotel para luego poder ir a descansar (ja!, que te lo has creído! ). Llegamos, no sé como, hasta la Via della Pilotta 21 para encontrarnos con el restaurante que sería el restaurante que recordaríamos de Roma. Se llama Le Lanterne, un restaurante con historia, dentro de un palacete. El sitio, bajo nuestro parecer, era muy romántico y con un personal muy amable. Y sobre todo, la comida magnífica. Tomamos para compartir un plato de pasta con marisco y una fritura de pescado, más vino de la casa y agua. Todo por 42€.




Como he mencionado anteriormente, la idea era cenar de camino al hotel para ir seguidamente a descansar, pues bien; mirando el mapa vimos que estábamos cerca de la Fontana de Trevi y como no íbamos a ir a visitarla, pues allí que fuimos. Decidimos hacer una visita rápida nocturna para ir al hotel a descansar ya que el cansancio hacía mella.

Cuando llegamos y vimos todo aquello, ni cansancio ni sueño ni nada, todo se quitó. Nos volvimos a quedar con la boca abierta y maravillados de lo grandioso de los monumentos de esta ciudad . Tomamos unas fotos y, ya sí que sí fuimos hacia el hotel a descansar. Este iba a ser un viaje muy largo y no queríamos cansarnos desde el primer día.

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