Marruecos ✏️ Diarios de ViajesMARRUECOS. Marrakesh. WEB de Tourism Marrakesh. 10 enero. 08:20 Madrid - Marrakesh. Volamos con easyjet, el billete comprado hace 2 meses (25€ solo ida) . Unas 2 horas de vuelo muy tranquilo, nos llevaron de Europa a África. A la llegada la...Diario: Vuelta al Mundo⭐ Puntos: 5 (1 Votos) Etapas: 3 Localización: GlobalMARRUECOS Marrakesh. WEB de Tourism Marrakesh 10 enero 08:20 Madrid - Marrakesh. Volamos con easyjet, el billete comprado hace 2 meses (25€ solo ida) . Unas 2 horas de vuelo muy tranquilo, nos llevaron de Europa a África. A la llegada la primera sorpresa fue la temperatura. Yo me esperaba calor africano, y me recibió un frío madrileño. Eran las 11:00 y tuve que ponerme una chaqueta. Mas tarde, al mediodía, subieron las temperaturas. Segunda sorpresa: el cambio cultural. Sabia que Marruecos es un país islámico, y me imaginaba que estaría bastante europeizado. Pues no, nuestros vecinos del sur tienen un país completamente salvaje y aventurero, me alegro mucho ver que la vorágine consumista no ha tocado su cultura. Es como tener India a 15 km. de nuestra costa. Marruecos me enamoró desde el primer momento. Su gente caliente y amable, su olor de te con menta y piel de camello, su luz intensa y colorido, su ver-el-tiempo-pasar una habilidad que en nuestro país teníamos muy arraigada y de un tiempo a esta parte hemos cambiado por ir a Carrefour. Bueno llegamos al aeropuerto de Menara Int. , decoración árabe con azulejos de colorines, baños estilo árabe, sin papel y con una manguerita de chorro dirigible, etc. Nuestra amiga Nanelia llego un poco tarde a buscarnos, en la salida al parking del aeropuerto una fila alborotada de taxistas querían llevarnos por 100 dirhams (10 euros) al centro ( 1 km.), cuando estaba a punto de regatear por 50 d. con uno de ellos apareció Nanelia. Nos dirigimos a su casa, nuestra amiga tenia preparado para nosotros un riad en el centro de Marrakesh, la habitación era magnifica. Para llegar a él había que atravesar unos pasadizos y calle estrechas que le daban encanto al lugar. Pasamos la tarde hablando, tomando te de menta y fumando. Que gloria fueron aquellos días. 11 enero A la mañana siguiente, desayuno en una teteria del centro y alquiler de coche. Mucho ojo al volante, aquí las normas de circulación no se cumplen mucho, y mucho ojo con los policías, están esperando ver un turista para sacarle algo de dinero. A la tarde fuimos al mercado de la plaza de Jamma el Fna que abarca toda la plaza y todas las calles que dan a él. Ropa, fulares, teteras, muebles, lamparas, comida, todo cabe en este bazar. Empieza por la tarde, pero se prolonga por toda la noche. En el centro de la plaza al anochecer aparecen malabaristas, encantadores de serpientes, cuentacuentos, timadores, y todo un elenco de personajes que harán las delicias de tu cámara. La plaza esta llena de restaurantes tipo chiringuito con sillas. Comida deliciosa: kebab (por supuesto nada que ver con el kebab de aquí), el mashwi de cordero (barbacoa) , cuscus, y unas bandejas llenas de dulces de todos los colores y sabores (seffa , briwat). Un paseo nocturno perdidos por las callejuelas de la medina nos llevo hasta nuestro riad. A pesar de la oscuridad y de la soledad de nuestros pasos, a pesar de ser por mi espíritu aventurero atravesáramos las calles mas marginales, ni un solo segundo sentimos estar en peligro. Muy diferente habría sido atravesar el Retiro a esas horas en Madrid, o algún parque en otra ciudad "moderna" española. 12 enero Al día siguiente excursión a Essaouira. 170 km de carretera mas o menos asfaltada. Palacetes aquí, palmeras allá, arena, desierto, camellos. Essaouira con una medina amurallada parte mirando al desierto y parte mirando al Océano Atlántico. Precioso el color azul de sus casas y palacetes, otra vez luz intensa. Me gustaron mucho los arcos de sus puertas, patios con columnas, etc. Parece ser que Bob Marley y Jimi Hendrix pasaban temporadas en esta ciudad. Vaya fiestas¡¡¡ Esa noche , devuelta a Marrakesh, después de cenar en un restaurante de moda en la medina, nuestros huesos acabaron en Pacha Marrakesh. Un ambientazo digno de Ibiza, de hecho después de un par de horas a veces tenia problemas para saber si estaba en Ibiza, Marrakesh o Mallorca. 13 enero El te de la mañana siguiente ya no tenia ese poder revitalizante. Pasamos el día pululando por la medina y visitamos la mezquita Madrasa Ben Youssef, un monasterio con 130 habitaciones todo hecho en talla de mármol y madera. Por la tarde tuvimos la experiencia de un baño árabe, donde un hombre musculoso con bigote en punta me daba un masaje paliza con una toalla mojada, todo ocurría en medio de una sala llena de niños corriendo y otros hombres dándose palizas. No te lo pierdas. 14 enero Excursión a Ouarzazate y mas allá... Al sur de Marrakesh empieza las montañas del Atlas con 4150m en su punto mas alto. Había que atravesarlas para llegar a Ouarzazate y al Sahara. Es fascinante ver como vas dejando atrás las palmeras y subes aquella roca. Arriba del todo había nieve¡¡¡ increible nunca lo podría haber imaginado. Pasar de desierto y palmeras a nieve en 1 hora. Bajando las vistas del desierto al fondo, los cactus y las casitas de barro rojo hacían que mi corazón tuviera su dosis de felicidad. Paramos a comer en un riad de carretera. Yo comí una tortilla bereber de verduras echa en un Tajin (cacerola de barro típica marroquí). Exquisito. A partir de aquí el camino era un paisaje lunar, con colinas de rocas rojas meteoríticas, ríos de color negro, planicies de arenas de color ondulado y cambiante. Otro mundo. Al atardecer llegamos a Ouarzazate y nos costo mucho encontrar un hostal donde dormir, finalmente dormimos en el Saf Saf hotel (10 euros) con vistas a la puesta de sol sobre la ciudad. 15 enero Nos dirigimos mas al sur, a lo desconocido, yo solo tenia un pequeño plano que me había hecho mi amiga Nanelia. No GPS, no Mapa, no Lonely Planet. Solo nosotros, nuestro Fiat, y nuestra intuición. Por supuesto nos perdimos. Pero preguntando llegamos a coger una carretera muy larga que entraba en el desierto. Queríamos llegar hasta el final, hasta donde el coche ya se hundiera en la arena del Sahara. Ya solo pasábamos alguna aldea hecha de barro y palmeras y vendedores de dátiles (buenisimos). Por fin termino la carretera estábamos en M'Hamid el fin de Marruecos y el principio del Sahara. Comimos en un chiringuito justo al borde del Sahara. Unas alfombras en el suelo de arena, unas telas cubriendo nuestra cabeza, música rai en el tocata.... Nos ofrecieron una excursión en camello por el desierto hasta un campamento, estábamos muy tentados, pero al día siguiente salia nuestro vuelo. Así que cogimos el coche de nuevo y volvimos a Marrakesh. Índice del Diario: Vuelta al Mundo
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