28 de Agosto 2011:
Vianden, un pueblo de cuento de hadas.
Telesilla de la muerte, perdidos en el bosque y retorno al medievo.
Comenzamos el día despertándonos a las 7 de la mañana apróximadamente, bajamos a desayunar, subimos a la habitación a recoger todos los bártulos y de vuelta a la recepción a hacer el check out. Sin mayores problemas ponemos rumbo a la estación de ferrocarril de Luxemburgo dando un paseíto mañanero la mar de agradable, llegando a ella con el tiempo suficiente para coger nuestro tren.
Os dije al comenzar el diario que durante todo el viaje iban a ser continuos los encuentros con obras en las ciudades, ya fueran en monumentos, estaciones de trenes, aceras o carreteras... y podeis ver como en la imagen de la estación hay obras. En fin... no os voy a poner todas las que nos encontramos por el camino porque no recuerdo tantas que fueron... parecía que se habían puesto de acuerdo...
Supuestamente nuestro tren hacia Ettelbruck salía a las 09:15 de la mañana, pero no estaba en la vía. Preguntamos en información y nos comentan algo así como que no hay trenes ese día porque hay obras, que cojamos un bus frente a la estación, que suplanta al tren en un tramo del recorrido. Si no se nos ocurre preguntar podríamos haber muerto de aburrimiento en la plataforma esperando la llegada de nuestro tren. Cierto es que había fuera de la estación un cartelito, pero cualquiera se entera...
Que hagan los cartelitos más grandes por favor...!!!
Salimos sobre las 09:50 y tras apenas 10 minutos llegamos a la estación de Domeldoge. Eran las 10:00 y no sabíamos dónde coño estábamos, allí nos soltaron y allí supuestamente había un tren que nos llevaría a Ettelbruck. Puntuales y confiables estos luxemburgueses, pues a las 10:06 ya salía nuestro tren, sin problemas estábamos a las 10:30 en Ettelbruck. Por fin!!!
Allí mismo cruzamos la calle y estamos en la estación de buses, donde pillamos uno que nos deje en Vianden, ya que allí no llega el tren. Hay que dejar claro que el bus hasta Vianden no entra dentro del billete inter por lo que hay que pagarlo, pero como solo sale 1'50 € no hay problema alguno. Salimos a las 10:50 y a las 11:10 ya estamos en nuestro lugar de turismo para este día.
Sobra deciros que las distancias en este país son tan cortas que los trayectos duran solamente unos minutos, lo habréis podido ver en los horarios que os he puesto, así que no teneis excusa para visitar algo más que la capital del país.
Durante el trayecto vemos unos paisajes súper bonitos, y todo el rato vamos dándonos en el hombro cuando vemos un Seat, hasta que llegó el momento del viaje que nos hizo acabar con el jueguito... Un gigantesco concesionario de coches donde el 90% eran Seat... bien... nuestros hombros sufrieron las consecuencias, y decidimos que los coches españoles eran demasiados y que nuestros hombros eran vitales para cargar las mochilas.
Vianden tiene apenas 1600 habitantes, y dispone de un casco antiguo compuesto básicamente por una calle adoquinada, la Gran Rue, que va desde la zona baja del pueblo subiendo una colina hasta llegar al Castillo que es su principal atractivo. En torno a esta calle empinada se encuentran la iglesia, el ayuntamiento, restaurantes...
Esa calle cubre 1km desde el puente sobre el río Our hasta la misma puerta del Chateau. En la parte baja hay una oficina de turismo, a la cual nosotros no fuimos porque ya teníamos la Lonely y no nos hacía falta mapa ni nada por el estilo, pero os pongo la info.
www.tourist-info-vianden.lu
Los barrios más nuevos siguen la orilla del río en ambas direcciones, aunque son pocas casitas, es un pueblo de juguete. Nosotros nos dispusimos con nuestros mochilones a subir toooda la calle, despacio, con calma, que pesan lo suyo y hay un largo recorrido hasta nuestro alojamiento, el albergue de la cadena HI que se encuentra al final de la calle con unas vistas estupendas al castillo, que se encuentra justo enfrente.
Lo mejor de todo es que no habíamos mirado el horario a pesar de tener reservadas las camas (llevamos todo el alojamiento del viaje reservado desde Tenerife), pues suponíamos que la recepción estaría abierta por las mañanas, por sentido común. ERROR!!! Cierra de 10 de la mañana a 5 de la tarde, y lo ponía bien clarito en nuestra guía Lonely.
Qué íbamos a hacer nosotros allí tirados desde las 11 y media??? Esperamos a ver si algún alma caritativa salía del albergue y podíamos meter las maletas dentro, pero la única persona que salió nos dijo algo así como que no nos dejaba, porque si había algún problema se lo comía él... Qué problema??? que llevemos una bomba en los mochilones o algo???
Estuvimos mientras jugando a las cartas en esas mesitas que hay fuera del hostel y comemos unos sandwich, para después, y tras armarnos de valor, subir a visitar el castillo con los mochilones a la espalda para hacer tiempo, además de que el castillo cerraba justo cuando abría el albergue. Mala organización al respecto señores de Vianden! :bleh: Es la única pega que le pongo a este pueblecito...
El Castillo de Vianden, abre sobre las 10:00 de la mañana y cierra entre las 17:00 y las 18:00 según los meses. Tiene entrada a través de un moderno salón de exposiciones, una puerta de rastrillo y unas escaleras que llevan a una sala de armaduras, lanzas... Algunas estancias están amuebladas al estilo medieval, incluída la cocina. Es un recorrido largo, subes y bajas muchas escaleras, sales a exteriores, en fin... es precioso, con unas vistas increíbles, merece realmente la pena visitarlo. Para ser un pueblo no muy conocido y encontrarnos a las 13 o 13:30 más o menos, pues había bastante gente la verdad.
www.castle-vianden.lu
No os voy a poner todas las fotos que sacamos ni a describiros todo lo que vimos porque si no, no acabaría nunca. Solo recomendaros encarecidamente la visita. Nosotros pagamos 4'50 € la entrada con el carnet de estudiante, nos valió nuevamente el de nuestro centro de estudios. Dado que llevábamos el mochilón a la espalda aprovechábamos cualquier momento donde hubiera lugar para sentarse y descansar, tomar algo de comer o beber... pero es que las jodidas abejas asesinas, o avispas, lo que fueran!!! no nos dejaban en paz... eso si, las vistas hacían que olvidaramos todos los males...
Reconoceis eso de ahí? es nuestro albergue!!!
Y tras una larga y productiva visita nos vamos de este maravilloso lugar. Hay una tienda de recuerdos también, pero con precios prohibitivos para bolsillos de interraileros xD. Bye bye Chateau! Hasta la próxima!
Volvemos de nuevo camino al hostal bajando la calle desde el castillo, compramos allí cerquita unos heladitos que estaban ricos ricos y nos los comemos en las mesas que están fuera del albergue. Dos horas más o menos jugando a las cartas y abren por fin, hacemos el check in atendidos por una amabilísima y guapísima recepcionista que nos explica todo y subimos a la habitación. Pillamos las literas con vistas hacia el castillo justo frente a la ventana, nos aseamos un poco, y a inspeccionar el pueblo sin peso sobre nuestras ya cansadas espaldas.
Bajamos toda la Gran Rue, hasta llegar a la zona del río, pues queríamos coger el telesilla recomendado por la Lonely, y lo hicimos rapidito pues estaba a punto de cerrar.
El telesilla sube entre los bosques desde la orilla del río hasta el final de la Rue Victor Hugo. Llegas a un café terraza con vistas al pueblo. Desde allí se desciende a pie de castillo en 20 minutos. Llegamos a él corriendo por si nos cerraba, ya que eran casi las 18:00, la hora de cierre. Vale, tengo un vértigo de la hostia, ya me había jodido el teleférico de subida a la ciudadela de Dinant, pero fue asumible; supuse que este lo sería igual. Vimos que eran de dos en dos y como éramos 3 incluso me ofrecí a ir solo, pero estos dos se pusieron con movidas de echarlo a suertes y nada, Joshua aloneeee!!!
Pillamos solo el viaje de ida, pues queríamos bajar caminando desde el monte. No apto para personas con vértigo, el telesilla se va parando para que saques fotos o aprecies las vistas. Ese jodido mini cable que sujeta las sillas te hace pensar que tú allá arriba suspendido en el aire y parado, puedes acabar completamente rebentado contra el suelo como se le ocurra al cablecito partirse... no subo más en mi vida... y Jaime al lado riéndose y sacando fotos tan agusto... a mi me sudaban las manos que no sabía donde agarrarme ya... llegamos sanos y salvos eso sí.
Llegamos justo en medio del bosque, había una cafetería allí con un mirador y nada más. Nos ponemos a caminar por senderos, pues no había ningún ser humano allí cerca, y seguimos letreritos que indican zonas recreativas y tal, hasta llegar a un desvío donde confluyen 3 caminos. Derecha, frente e izquierda. Joshua decía que siguiéramos hacia arriba, y Jaime y yo que lo correcto sería hacia la derecha. El pueblo se encontraba hacia la derecha, luego, por sentido común y si queríamos bajar al pueblo debería ser por allí. Joshua sostenía cabezudamente que hacia arriba (cosa que nunca llegué a entender si lo que queríamos era bajar al pueblo...), por mayoría nos fuimos a la derecha.
Caminamos largo rato por el bosque sin encontrar señales de pueblo ni vistas hacia ninguna cosa que no fueran árboles. Joshua mosqueado porque pensaba que no saldríamos vivos de allí, pero yo convencido de estar en el camino correcto, al menos eso me decía a mi mismo pensando en que sino, pasaríamos la noche en medio de la nada.
Tras un bonito camino llegamos a una carretera de montaña, donde hay un cartel que pone Alemania y una flecha hacia arriba jajajaja, si hubiéramos seguido el sendero hacia arriba como quería Josh, quién sabe dónde hubiéramos terminado...
Comenzamos a bajar junto a la carretera encontrándonos con vistas como esta...
Sencillamente perfecto. Había mirado por internet si en alguno de los países que visitábamos había algún partido de fútbol en alguna de las ciudades a las que íbamos a ir. Coincidía un partido de liga luxemburguesa en Vianden, pero no conseguimos encontrar el Estadio para ver el partido. Vale, bajando por la carretera vemos un campo de fútbol que resultó ser el del partido en cuestión, de pura casualidad, pero ya había terminado. Estaba allí la gente comiendo y hablando, sacamos fotitos y seguimos. Si ese estadio era de Primera división en Luxemburgo... deja mucho que desear.
En realidad no sabíamos si acabaríamos llegando al pueblo de nuevo o a otro pueblo cercano, habíamos caminado bastante y simplemente bajábamos por inercia siguiendo la carretera. Una mujer con un cochecito de bebé y un perrito que bajaba desde el estadio nos vió medios despistados y nos dijo si íbamos al pueblo, le dijimos que sí, y nos indicó que íbamos bien. La seguimos por un desvío y cual fue nuestra sorpresa tras bajar por una calle empedrada entre árboles que desembocamos en el final de la Gran Rue justo por encima de nuestro albergue.
Nos dispusimos así a recorrer el trayecto de la Gran Rue, parándonos a ver el Ayuntamiento en la Place de la Resistance, la Iglesia, el Claustro, la Maison de Victor Hugo (vivió aquí durante un tres meses en su exilio en 1871), el Campanario... siguiendo las indicaciones de la guía Lonely. Es precioso todo el conjunto, y pese a que todo estaba cerrado y no pudimos entrar a nada más durante el día, fue increíble el ambiente y el aire puro que se respiraba, el paisaje, etc. Subimos y bajamos escaleras entre las casas de tejados de pizarra, callejeamos entre las pequeñas callejuelas, y subimos de nuevo al albergue a preguntar a la recepcionista sobre un lugar para cenar "no more expensive" and "no far away".
El día de hoy podeis ver que no tiene demasiado escrito, que se basa principalmente en fotografías y video, pero es que no hay más que escribir. Fue un día relajado, dedicado a dejarnos llevar paseando y disfrutando del paisaje y el pueblo, visitando lo principal de este precioso pueblo, que merece visita obligada si visitais este país.
Bajamos hasta la rivera del río, y caminamos hacia la derecha tras cruzar el puente, encontramos tras pocos minutos una pizzeria con un gran ambiente, llena de gente. Entramos y nos acomodan en una mesa. Pedimos cada uno una pizza y una cerveza Diekirch de medio litro. La comida exquisita y el trato aún mejor. Acabamos de cenar y nos vamos a la zona de al lado del restaurante que da al río, una especie de paseo, donde nos fumamos unos cigarrillos con unas vistas impresionantes del pueblo iluminado.
Subimos por la Gran Rue hacia el albergue y nada más comenzarla nos topamos con un establecimiento donde sirven crepes y demás tentaciones. De postre nos zampamos uno con nata y chocolate. Seguimos la ruta hacia arriba y vemos un Pub con buena pinta, y una buena pinta es lo que nos bebimos dentro jajajajaja. Llegamos al albergue cansados y tarde, teníamos colegas en la habitación y para colmo con todo su morro nos habían quitado las camas... se ve que no respetan que tengas puestas tus cosas encima, porque nos pasó varias veces en el viaje, en fin... que nos dormimos en las que encontramos libres a tientas en la oscuridad...
Gastos del día:
- Bus Ettelbruck - Vianden = 1'50 €
- Entrada Castillo Vianden = 4'50 €
- Helado = 1'20 €
- Telesilla = 3'50 €
- Pizza + Cerveza Diekirch medio litro = 13'10 €
- Crepe nutella y nata = 3'20 €
- Cerveza en el Pub = 1'80 €
Total del día = 28'80 €