Tras nuestro último desayuno en la Hubertus, nos despedimos de esta zona yendo hacia el valle de Stubai, el día se levanto lluvioso, pero era nuestra única oportunidad de subir al Top of Tirol un mirador situado a 3210 metros por encima del nivel del mar que para mas inri esta construido sobresaliendo de la misma cima de la montaña, como datos escalofriantes os puedo contar que la estructura esta formada por vigas voladizas de acero de mas de nueve metros de longitud al aire. El suelo esta construido también en acero pero laminado por lo que si miras para abajo puedes ver el precipicio. Al llegar aparcamos gratuitamente cerca de la entrada, había muy poca gente por como estaba el día imagino, dudamos en subir ya que hasta la cajera nos dijo que el tiempo arriba era malo de lluvia y poca visibilidad, pero las ganas de vivir la experiencia nos hicieron subir. Nosotros escogimos la entrada completa (22.80€ cada uno), pero puede comprarse por tramos hasta las distintas estaciones. La tarjeta se mete en la máquina de código de barras y se enciende la luz verde del torno. La primera parada (unos 10’) es en la Mittelstation Fernau (2.300 m.); el personal marca la tarjeta y se sigue en la misma cabina; la segunda parada (otros 10’) es en la Bergstation Eisgrat (2.900 m.), donde hay que cambiar de cabina; por fin, llegamos, tras otros 10’, a Schaufeljochbahn (3165 m.). El paseo en teleférico es bonito, en nuestro caso paramos en la estación que se encuentra a 2900 metros, estábamos solos la temperatura era de -3º C, y al salir de la estación empezaron a caer finos copos de nieve, lo cual estuvo genial, como hacia frío decidimos continuar hasta la cima. Una vez llegas a la estación, tienes que subir unas escaleras metálicas hasta el mirador, al llegar al mirador, nos encontramos mi novia y yo ante uno de los paisajes más impresionantes que uno puede imaginar. La temperatura no nos molesto, el cielo se despejo como por arte de magia y pudimos sacar un monton de fotos de esta preciosa postal que teníamos ante nosotros.
Se pueden apreciar muchos picos de alrededor de 3500 metros con sus cumbres nevadas,
pasamos un rato inolvidable en aquel lugar nosotros solos.
Al rato de estar allí llego una pareja que estuvo no más de dos minutos en el mirador momento que aprovechamos para hacernos una foto de pareja, para inmortalizar el momento. Tras más de media hora disfrutando como enanos en el mirador, bajamos hasta la nieve de la montaña para pasear un poco por ella.
Yo tengo un recuerdo inmejorable del rato que pasamos en la cima, uno de los mejores del viaje y mi novia a pesar de que al principio tenía dudas incluso de subir porque es muy friolera, se lo paso casi también como yo y le encanto la experiencia. Como consejo nosotros llevábamos camiseta, sudadera, polar y un chubasquero y no pasamos frío salvo en algunos momentos cuando se levantan rachas de aire y sobre el calzado nosotros llevábamos botas de trekking. Al descender volvimos a parar en la estación a 2900 metros y ya con el día mas despejado hicimos algunas fotos. Una vez abajo cogimos el coche y ahora ya sin lluvia disfrutamos del precioso valle de Stubai, sus bonitos paisajes son la nota dominante. Nos paramos en Neustift im Stubaital, lugar de concentración de la selección durante la Eurocopa de 2008, estuvimos en los campos de entrenamiento y nos hicimos unas fotos para el recuerdo.
El pueblo era el típico del lugar con las casas de madera rodeadas de verde y montañas, vamos de postal. Por Fulpmes pasamos más rápido pero también era muy bonito. De aquí partimos hasta Hall in Tirol para nosotros la decepción del viaje el museo y torre de la moneda más que prescindible, lo único el recuerdo de acuñar tu propia moneda, del pueblo nada destacable para lo visto por la zona.
Para nosotros lo único bueno fue hacer un picnic en uno de sus parques y llevarnos una moneda acuñada por nosotros mismos. De aquí continuamos e hicimos una breve parada en Wattens para ver los mundos de Cristal de Swarovski, nos hicimos unas fotos por sus jardines y nos dimos cuenta de que la gente que estaba por allí tenía un poder adquisitivo bastante alto, los jardines merecen una visita.
Continuamos ya sin más paradas hasta las cataratas de Krimml, pasando por el puerto de Gerlos que es de pago, pero que es de una belleza que llama la atención. Antes de llegar hay varios miradores desde donde se pueden sacar buenas fotos de las cataratas. Al llegar aparcamos en el parking 3 por 5€ todo el rato que quisieras. Bajamos andando hasta las cataratas, primero fuimos hasta donde cae el torrente de agua,
dada la fuerza que lleva el agua hay una continua humedad en el lugar, con lo que habitualmente se forma el arco iris.
Con una altura total de 380 metros, forman la cascada más alta de Austria. Luego ya cuando quieres recorrerlas enteras tienes que pagar la entrada que vale 2.5€ por persona, a nosotros nos salio gratis porque llevábamos desde casa la salzburgerland card una tarjeta que nos ahorro aun más dinero que la de los castillos y palacios de Baviera. Con ella teníamos la entrada gratuita a casi todos los sitios que íbamos a visitar incluida todas las atracciones de Salzburgo durante 24 horas, nosotros sacamos la de doce días que valía 55€ por persona y nos pudimos ahorrar mas del triple de lo que nos costo. Sin duda si se va a estar unos días por esta zona es más que recomendable. Subimos hasta el último salto de las cataratas,
es un camino difícil ya que es todo cuesta arriba y con grandes pendientes, pero merece la pena por ver esta maravilla de la naturaleza. Nosotros echamos poco más de dos horas en subir y bajar. Hay varios miradores para sacar buenas fotos,
teniendo cuidado con el agua y la dirección del viento, el paisaje que rodea las cataratas es verde por todos lados y el ruido del agua se escucha desde cualquier lugar.
Es una visita imprescindible para nuestro gusto, si se esta por la zona. Nosotros hicimos la visita por la tarde y aunque había gente, por la mañana nos dijeron que hay muchas más y además nos ahorramos las horas de más calor para hacer la caminata. Tras esta visita nos dirigimos a nuestro alojamiento en Mittersill un lugar de partida perfecto para recorrer la zona y además de gran belleza.
Nuestro alojamiento fue la Landhaus Alpina,
la casa, la habitación, el desayuno, todo era de diez, pero si en las anteriores el trato con los dueños de las casas había sido magnifico, en este caso fue aun mejor, nos dieron toda la información de la zona, nos pusieron sugerencias en el desayuno y nos hicieron sentir como en casa. Todo un acierto. Tomamos algo para cenar y nos fuimos a dormir.
Se pueden apreciar muchos picos de alrededor de 3500 metros con sus cumbres nevadas,
pasamos un rato inolvidable en aquel lugar nosotros solos.
Al rato de estar allí llego una pareja que estuvo no más de dos minutos en el mirador momento que aprovechamos para hacernos una foto de pareja, para inmortalizar el momento. Tras más de media hora disfrutando como enanos en el mirador, bajamos hasta la nieve de la montaña para pasear un poco por ella.
Yo tengo un recuerdo inmejorable del rato que pasamos en la cima, uno de los mejores del viaje y mi novia a pesar de que al principio tenía dudas incluso de subir porque es muy friolera, se lo paso casi también como yo y le encanto la experiencia. Como consejo nosotros llevábamos camiseta, sudadera, polar y un chubasquero y no pasamos frío salvo en algunos momentos cuando se levantan rachas de aire y sobre el calzado nosotros llevábamos botas de trekking. Al descender volvimos a parar en la estación a 2900 metros y ya con el día mas despejado hicimos algunas fotos. Una vez abajo cogimos el coche y ahora ya sin lluvia disfrutamos del precioso valle de Stubai, sus bonitos paisajes son la nota dominante. Nos paramos en Neustift im Stubaital, lugar de concentración de la selección durante la Eurocopa de 2008, estuvimos en los campos de entrenamiento y nos hicimos unas fotos para el recuerdo.
El pueblo era el típico del lugar con las casas de madera rodeadas de verde y montañas, vamos de postal. Por Fulpmes pasamos más rápido pero también era muy bonito. De aquí partimos hasta Hall in Tirol para nosotros la decepción del viaje el museo y torre de la moneda más que prescindible, lo único el recuerdo de acuñar tu propia moneda, del pueblo nada destacable para lo visto por la zona.
Para nosotros lo único bueno fue hacer un picnic en uno de sus parques y llevarnos una moneda acuñada por nosotros mismos. De aquí continuamos e hicimos una breve parada en Wattens para ver los mundos de Cristal de Swarovski, nos hicimos unas fotos por sus jardines y nos dimos cuenta de que la gente que estaba por allí tenía un poder adquisitivo bastante alto, los jardines merecen una visita.
Continuamos ya sin más paradas hasta las cataratas de Krimml, pasando por el puerto de Gerlos que es de pago, pero que es de una belleza que llama la atención. Antes de llegar hay varios miradores desde donde se pueden sacar buenas fotos de las cataratas. Al llegar aparcamos en el parking 3 por 5€ todo el rato que quisieras. Bajamos andando hasta las cataratas, primero fuimos hasta donde cae el torrente de agua,
dada la fuerza que lleva el agua hay una continua humedad en el lugar, con lo que habitualmente se forma el arco iris.
Con una altura total de 380 metros, forman la cascada más alta de Austria. Luego ya cuando quieres recorrerlas enteras tienes que pagar la entrada que vale 2.5€ por persona, a nosotros nos salio gratis porque llevábamos desde casa la salzburgerland card una tarjeta que nos ahorro aun más dinero que la de los castillos y palacios de Baviera. Con ella teníamos la entrada gratuita a casi todos los sitios que íbamos a visitar incluida todas las atracciones de Salzburgo durante 24 horas, nosotros sacamos la de doce días que valía 55€ por persona y nos pudimos ahorrar mas del triple de lo que nos costo. Sin duda si se va a estar unos días por esta zona es más que recomendable. Subimos hasta el último salto de las cataratas,
es un camino difícil ya que es todo cuesta arriba y con grandes pendientes, pero merece la pena por ver esta maravilla de la naturaleza. Nosotros echamos poco más de dos horas en subir y bajar. Hay varios miradores para sacar buenas fotos,
teniendo cuidado con el agua y la dirección del viento, el paisaje que rodea las cataratas es verde por todos lados y el ruido del agua se escucha desde cualquier lugar.
Es una visita imprescindible para nuestro gusto, si se esta por la zona. Nosotros hicimos la visita por la tarde y aunque había gente, por la mañana nos dijeron que hay muchas más y además nos ahorramos las horas de más calor para hacer la caminata. Tras esta visita nos dirigimos a nuestro alojamiento en Mittersill un lugar de partida perfecto para recorrer la zona y además de gran belleza.
Nuestro alojamiento fue la Landhaus Alpina,
la casa, la habitación, el desayuno, todo era de diez, pero si en las anteriores el trato con los dueños de las casas había sido magnifico, en este caso fue aun mejor, nos dieron toda la información de la zona, nos pusieron sugerencias en el desayuno y nos hicieron sentir como en casa. Todo un acierto. Tomamos algo para cenar y nos fuimos a dormir.