Este último día lo dejamos para ver Santiago, desayunamos cerca de la catedral y nos dirigimos a hacer la visita de las cubiertas (teníamos el pase a las 10:00), es muy interesante y se ven cosas de la catedral que lógicamente no se aprecian desde la calle, aparte de las explicaciones de la guía, después nos dirigimos a darle el abrazo al santo y a escuchar la misa del peregrino (nos dijeron que ya no se volaba el botafumeiro porque aquello había derivado en un caos por la gente, así que ya sólo se puede hacer por encargo y en misas solemnes) y después vimos el museo de la catedral, muy recomendable también.
Sólo en la catedral echamos la mañana, así hay excusa para volver, después cogimos el trenecito turístico (no lo recomiendo) que nos dió un paseo por las afueras, picamos algo, tomamos un café en el parador y con mucha pena nos fuimos a recoger las cosas para ir al aeropuerto.
Entregamos el coche sin problema y nos disponemos a volar; y aquí es donde empiezan los problemas.
Después de hora y media de retraso en el embarque, introducimos las mismas maletas en el gálibo de Ryanair y la señorita (por decirle algo) dice que las maletas son muy altas, después de discutir con ella y decir que esas mismas maletas han volado de Málaga a Santiago sin problema amén de otros vuelos de su misma compañía, me hace facturar las maletas porque saca una cinta métrica gastada con una marca a bolígrafo y dice que esa es la medida máxima. Si discuto más, pierdo el vuelo. Y al llegar a Málaga, la chica de Ryanair, muy simpática ella, me dice que las maletas dan la medida!!!!, así que reclamación al canto que no servirá de nada .
Es una lástima que cuatro días tan buenos me dejen tan mal recuerdo.
Pero bueno, como he dicho antes, volveré, que me quedan muchas cosas por ver, beber y comer..
Sólo en la catedral echamos la mañana, así hay excusa para volver, después cogimos el trenecito turístico (no lo recomiendo) que nos dió un paseo por las afueras, picamos algo, tomamos un café en el parador y con mucha pena nos fuimos a recoger las cosas para ir al aeropuerto.




Entregamos el coche sin problema y nos disponemos a volar; y aquí es donde empiezan los problemas.
Después de hora y media de retraso en el embarque, introducimos las mismas maletas en el gálibo de Ryanair y la señorita (por decirle algo) dice que las maletas son muy altas, después de discutir con ella y decir que esas mismas maletas han volado de Málaga a Santiago sin problema amén de otros vuelos de su misma compañía, me hace facturar las maletas porque saca una cinta métrica gastada con una marca a bolígrafo y dice que esa es la medida máxima. Si discuto más, pierdo el vuelo. Y al llegar a Málaga, la chica de Ryanair, muy simpática ella, me dice que las maletas dan la medida!!!!, así que reclamación al canto que no servirá de nada .
Es una lástima que cuatro días tan buenos me dejen tan mal recuerdo.
Pero bueno, como he dicho antes, volveré, que me quedan muchas cosas por ver, beber y comer..