He estado este pasado puente del 1 de noviembre haciendo una ruta por diferentes pueblos de Cataluña.
Olius:
En este pequeño pueblo estuve viendo la iglesia de San Esteban, románica del siglo XI, de la que destaca especialmente su cripta. Al lado hay unos escasos restos de un poblado íbero en el que se han rehabilitado unos silos para almacenar el grano. También es llamativo el cementerio modernista de principios del siglo XX en el que las tumbas están integradas en la naturaleza.
Solsona:
Durante el paseo que di por las calles del casco antiguo visité el Museo Diocesano (no sólo alberga colecciones religiosas sino también arqueológicas), bastante interesante, en el que particularmente me llamó la atención la colección de frescos de la iglesia de Sant Quirze (Quirico

) de Pedret. Luego vi la catedral, una sala donde había una colección de cabezudos (que si no recuerdo mal sacan a desfilar en la fiesta principal del pueblo y en carnavales) y un edificio donde se almacenaba el hielo durante la temporada de otoño/invierno para venderlo posteriormente cuando comenzaba el buen tiempo.
Otros lugares de interés por los que pasé fueron la Plaza Mayor, la Plaza de San Juan, donde hay una fuente del siglo XV con un templete dedicado a San Juan (plaza donde se llevaban a cabo las ejecuciones), la Torre de las Horas y el Portal del Puente, que es un acceso monumental al casco antiguo.
Ripoll:
Fui exclusivamente a visitar el Monasterio de Santa María, del siglo IX. Destacable el pórtico y el claustro románicos. La iglesia está bastante reformada como consecuencia de terremotos y guerras.
Me hubiese gustado ver el museo etnográfico, pero no me coincidió con las horas en las que estuve.
Sant Joan de les Abadesses:
Mi principal visita aquí fue el monasterio de Sant Joan de les Abadesses (San Juan de las Abadesas) y el Palacio de la Abadía. Por otro lado hay una buena panorámica en el pueblo del río Ter con el puente medieval (reconstruido tras la Guerra Civil española).
Berga:
Fue en el pueblo en el que me alojé, del que sólo vi de interés el Santuario de Santa María de Queralt. Lamentablemente cuando llegué faltaban pocos minutos para hacerse de noche y el funicular tampoco funcionaba, por lo que no me molesté en subir el montón de escaleras que hay, ya que lo que me interesaba era la vista panorámica.
Cercs:
En primer lugar vi la iglesia de Sant Quirze (Quirico) de Pedret, a la que se accede desde Berga. Hay un puente medieval sobre el río Llobregat por el que hay que cruzar para llegar a la iglesia después de caminar por un sendero durante unos 10 minutos. La visita de esta iglesia es más por ver su arquitectura exterior e interior, ya que las pinturas que hay en su interior son reproducciones. Los frescos auténticos están repartidos entre el Museo Diocesano de Solsona y el Museo Nacional de Arte de Cataluña.
Siguiendo hacia el norte atravesando un paisaje montañoso y con el río Llobregat como compañía, el siguiente punto fue el Museo Minero de la colonia industrial de Cercs. La visita tiene como 2 partes: una es el área del museo en el que se puede ver un audiovisual sobre la mina, paneles informativos, herramientas, una casa típica de minero, la escuela o la clínica; la otra es la visita propiamente dicha de una de las galerías de la mina. Se entra en un tren y luego la salida a pie en la que el guía va explicando la evolución de la mina de forma general durante los 140 años de explotación. El recorrido a pie es corto, como de unos 500 metros y es llano.
Bellver de Cerdanya:
Interesante pueblo con las casas de piedra y algunos miradores desde los que observar una panorámica de los Pirineos. Hay un ascensor para subir a la parte alta del casco antiguo.
Bagà:
Pueblo medieval en el que destaca la playa Mayor y uno de los torreones que protegían la antigua muralla. Fui al museo cátaro, pero me esperaba más de la visita al mismo.
Cardona:
En las afueras está la Montaña de Sal, que me dejó bastante impresionado. No me esperaba tal monumento natural. Las formaciones de estalactitas y estalagmitas con sal y en diferentes colores me encantaron.
En cuanto al pueblo, estaba bastante animado por haber un mercado dominical, aunque por esto mismo no pude ver del todo bien algunos lugares. Hay un mirador desde el que se puede observar una fantástica panorámica con el castillo de Cardona (actualmente parador de turismo). Al castillo se puede subir en coche por una carretera o a pie desde la oficina de turismo. El camino de acceso peatonal al castillo permite ir observando la estructura exterior del mismo y a la vez contemplar una panorámica del propio casco antiguo de Cardona. Vale la pena ir al castillo para ver el claustro, la colegiata de San Vicente o la torre de la Minyona. Desde la parte superior de la torre (a la que se puede subir por unas escaleras) o desde la terraza de la cafetería, la vista que se observa de los Pirineos es fantástica.
Estos fueron los lugares que vi durante los 4 días. Es una zona que vale la pena conocer.
Saludos.