La isla Inis Mór
La Irlanda salvaje y remota
Isla Inis Mór, una Irlanda virgen, tradicional, cercana y encantadora rodeada de acantilados infinitos y las mejores aguas salvajes de la Isla Esmeralda.
La Irlanda desconocida, mística y remota está de moda. El triunfo de ‘Almas en pena de Inisherin’ en la pasada gala de los Globos de Oro se confirma ahora con nueve nominaciones a los Premios Oscar, que se entregarán el próximo 13 de marzo.
De la ficción de Inisherin, a una isla real
‘Almas en pena de Inisherin’ es una historia dramáticamente humana ambientada en la década de 1920, con pinceladas de un humor sarcástico de exquisito sabor irlandés. Todo transcurre en la isla ficticia de Inisherin, pero este lugar existe en realidad frente a la costa occidental de Irlanda. Las almas en pena de McDonagh vagan por la isla Inis Mór, en la
Ruta Costera del Atlántico, la ruta más salvaje de la Isla Esmeralda. Un enclaves alejado de las distracciones que mantienen intacta su historia, su carácter y sus tradiciones. Una mina a cielo abierto de emociones.
Esa Irlanda que triunfa en los festivales de cine es también la Irlanda de la infancia de McDonagh. La Irlanda que fue testigo cada verano del reencuentro de este director de cine con sus padres, emigrantes retornados. El cineasta llegaba de Londres, en vacaciones, a llenarse de los olores del condado de Galway. Su recuerdo está vivo en ‘Almas en pena de Inisherin’ e intacto en la isla de Inis Mór, en el archipiélago de las Islas Aran, pues allí se rodó parte del largometraje.
El propio director ha declarado que “
lo que queríamos capturar en la película era la belleza de Irlanda y su cine”.
Inis Mór: Irlanda en estado puro
La isla más grande de las tres
islas Aran y lo más parecido a un bastión del irlandés. Identidad en estado puro, eso es
Inis Mór, que en gaélico significa ‘isla grande’. Como grande es su intención de mantener viva su lengua. En Inishmore (el otro nombre con el que es conocida) el inglés suena distinto porque no es inglés, es gaélico, y escucharlo resulta más encantador que desafiante.
Inis Mór está en el
condado de Galway, territorio Gaeltacht, o lo que es lo mismo, zona de protección del gaélico irlandés como lengua oficial. Solo cinco son los condados irlandeses en los que el gaélico está más vivo que nunca: Donegal, Mayo, Galway, Kerry y Cork, habiendo también dos áreas ‘gaeltacht’ en los condados de Meath y Waterford. Todos ellos se extienden por la parte occidental de la isla y suponen una oportunidad para conocer la verdadera historia irlandesa, la que los lugareños llevan siglos contando en gaélico.
Más de cincuenta monumentos del patrimonio mitológico cristiano, precristiano y celta se erigen aquí entre vastas extensiones de piedra caliza atravesadas por kilómetros de paredes de piedra seca. La huella de las últimas glaciaciones puede apreciarse en esta tierra que presume paisajes de otra era, en apariencia, de otro planeta.
El fuerte
Dún Aonghasa (Dun Aengus), levantado hace aproximadamente tres mil años, y las extensas ruinas monásticas del siglo VIII de Na Seacht dTeampaíll (Las Siete Iglesias) aumentan el misticismo arcaico de esta tierra, poblada desde hace miles de años.
‘Almas en pena de Inisherin’ es una puerta abierta a esa Irlanda que late lejos de las grandes ciudades y rebosa mitos y leyendas, la de castillos medievales, prados infinitos y bares locales en los que resuenan gaitas y panderos y se ríe con acento pícaro.
Información facilitada por Turismo de Irlanda:
www.ireland.com/es-es/