Rosetta, desde Alejandria, o bien en excursion desde un crucero del Mar Egeo
Visitar Rosetta, sus calles, su mercado callejero, su museo, su fuerte, sus mezquitas, si. Pero uno de los lugares mas significativos es hacer una visita a alguna de las casas Otomanas, casas con unas fachadas muy características, donde los ladrillos rojos y negro se combinan mostrando su singularidad.
En su interior las fantásticas celosías, llamadas “Mashrabiyya” nos relataran la importancia de no mostrar a las mujeres en los eventos comerciales en el espacio llamado Topqi e incluso de ocio en el espacio llamado Salamlek. Techos de madera pintados de rojo y azul, se podrían datar en 1808.
La casa de Amasyali, en sus tres pisos podremos ver explendidas celosías.
La casa de Abu Shaheen, aquí nos podemos fijar en un molino y unas columnas de mármol en el establo.
Estas serian las casas que si tienen una infraestructura para ser visitadas, con una taquilla donde adquirir la entrada que vale para las dos casas, pues están juntas, pero hay bastantes mas que poco a poco las autoridades van restaurando y permiten contemplar la importancia en su momento de la ciudad. Como la casa Baqrawali de 1718, la casa Galal del siglo XVIII o la importante casa Al-Mizuni de 1740.