¡Hola!
Vengo a recomendar una playa que se menciona poco en el foro.
Hemos estado esta tarde en Caleta Tankah y nos has gustado mucho a todos. Ilustro los comentarios con fotos de internet que encuentro que reflejan el lugar tal y como lo vimos hoy. Me fui sin cámara así que no tengo fotos propias.
Caleta Tankah se encuentra a unos 5km al norte de Tulum. El acceso por la federal está indicado con carteles justo en la entrada, así que hay que ir pendientes.
La particularidad de esta playa es que, en la parte que está frente al restaurante y acceso principal, el mar inundó por completo un antiguo cenote, creando una especie de piscina natural (la caleta del nombre) en la que el oleaje es menor y a la que no entra el sargazo.
Vista aérea:
Vista desde la terraza del restaurante:
El agua es muy transparente, se ve el fondo perfectamente.
En la parte más exterior de la caleta había pelícanos y garzas, descansando, nadando y pescando por las rocas.
Dentro de la caleta hay los típicos grupos de peces blancos que se ven en muchas playas aquí y algún que otro píntano.
La playa es muy larga, con tramos al sur del restaurante y al norte del hotel en lo que no hay nadie.
Además de la caleta y la playa hay un cenote abierto, caminando cinco minutos selva adentro.
Es circular, rodeado de selva excepto por el punto de acceso. Tiene el fondo cubierto de rocas. Hay zonas en que se hace pie pero las rocas resbalan bastante (salvo las de la entrada).
Hay pececitos y también vimos un cangrejo. El agua es muy transparente. Está fresca pero no fría. Nos bañamos allí en torno a las 4 de la tarde y daba el sol en una cuarta parte del cenote; supongo que al mediodía el sol dará en casi todo el cenote.
El acceso es con un muelle de madera en el que te sientas y de ahí bajas fácilmente a unas rocas, en las que una persona de 170 se queda con el agua en la rodillas. Los niños pequeños necesitarán algo de ayuda para bajar.
En la zona de caleta hay un restaurante con una carta muy reducida (nachos, hamburguesa, un tipo de ceviche, tacos de pescado, sandwich completo, ensalada, alguna que otra cosa frita y poco más), cócteles, cervezas, refrescos y cafés. La comida no está mal sin ser espectacular. El servicio es rápido y amable (nos atendieron las peticiones de extras sin poner problemas) sin ser dicharachero ninguno de los camareros.
Yendo hacia el norte por la playa están los edificios en que se alojan los huéspedes del hotel.
Tanto el restaurante como el hotel se ven de capa caída. La clientela cuando estuvimos principalmente europea (franceses e italianos) y mexicana, no había ningún otro español. Lo más significativo es que éramos pocos (siendo un domingo por la tarde), no creo que llegasen a 30 personas entre tumbonas y balinesas.
Para acceder hay que pagar, justo en el desvío de la Federal. A día de hoy son 300 pesos por adulto, los niños menores de 10 años no pagan.
La entrada incluye el acceso a la playa, caleta y cenote, el uso de tumbonas, duchas y cuartos de baño. No incluye consumición no descuentan nada porque pidas comida o bebida.
Antes de ir me parecía muy caro (sobre todo porque hace tres años cobraban 100 pesos) pero justo esta mañana estuvimos en Gran Cenote, al que le tenía muchas ganas, y Caleta Tankah nos gustó más a todos. Gran Cenote nos costó 500 pesos por adulto.
En resumen, lo recomiendo para pasar el día o la tarde, o como parte de una excursión con otras paradas como visitas a ruinas, aunque el acceso sea algo caro.
En su
Facebook hay más fotos, vídeos y enlace a la web del hotel y restaurante: