Viaje por las Repúblicas Bálticas ✏️ Blogs of Russia and Ex-URSS

VIAJE POR LAS REPÚBLICAS BÁLTICAS

Domingo, 2 de agosto de 2015

Iniciamos el viaje con mal pie. A las 16h nos dirijimos a coger el tren que nos llevará al aeropuerto de Barcelona. En el trayecto a la estación algo en mi interior me dice que estoy olvidando alguna cosa. Y antes de llegar a la estación doy con ello: la gran guia de las Repúblicas Bálticas se había quedado en la cabecera de la cama. Todavía no habiamos salido de Terrassa y........ la primera en la frente.

Pero no iba a quedar en eso. En el aeropuerto después de facturar la única maleta nos trasladamos a los puestos de control donde escampamos todo lo que llevamos en varias bandejas, mochilas, tabletas, riñoneras, relojes, cinturones, ...... Pasamos los obligados controles y tras recoger todas nuestras pertenencias (eso creiamos), nos acercamos a la puerta de embarque para comprobar cuándo está previsto el mismo, y al mirar mi muñeca para ver la hora, el reloj no está.

Vuelta de nuevo al puesto de control para ver si, con un poco de suerte, lo encontramos. Ha habido suerte!! Le preguntamos a un guarda de seguridad que tras preguntar color y marca nos lo devuelve. Seguimos en España y ya dos anécdotillas. Espero que el resto del viaje no tenga tantos sobresaltos.

Nos subimos al avión con media hora de retraso sobre la prevista, con lo que se acumula una demora que hace que aterrizemos en Riga sobre las 00:30h, cuando la prevista era las 23:30h. Menos mal que teníamos contratado con el hostel el servicio de taxi que nos esperaba a la salida de la recogida del equipaje con un letrero identificativo "CENTRAL HOSTEL".

En 15 minutos llegamos al Hostel. Compartimos taxi con un joven colombiano que había estado 4 días en Barcelona, iba a pasar 3 días en Riga y vivía en Noruega, un trotamundo, sin duda ninguna. En el hostel tras realizar el check in nos disponemos a descansar para afrontar nuestro primer día en Riga.

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Lunes, 3 de agosto de 2015

Hoy tocaba patearse Riga. Desayunamos sobre las 9h cerca del hostel en dirección ya al casco histórico. Al no disponer de guia el primer lugar al que nos dirigimos es la oficina de turismo que se encuentra en la plaza del Ayuntamiento. Nos agenciamos un mapa de Riga y aprovechamos para solicitar información sobre nuestro destino del dia siguiente: Parque Nacional de Gauja (Sigulda, Turaida, Krimulda, Cēsis).

Iniciamos la singladura en esta plaza dónde se encuentra, como su nombre indica el edificio del Ayuntamiento, en frente la famosa Casa de los Cabezas Negras y muy cerca, en una dirección, el puente de piedra, Akmens Tilts para los letones, y en la otra, la Iglesia de San Pedro (Saint Peter's Church). Detrás de la iglesia nos topamos con un monumento simpático constituido por un asno, un perro, un gato y un gallo, en honor a los Músicos de Bremen, en recuerdo del cuento de los hermanos Grimm y de la ciudad gemela de Bremen que fué quién regaló este monumento a Riga.


Nos perdemos entre callejuelas, que no tienen desperdicio, y acabamos en la plaza de la catedral después de asomar el hocico en la iglesia de San Juan, iglesia protestante que data de mediados del siglo XIII, y a la que merece la pena dedicar unos minutos. Continuamos por la calle Pils en busca de los Tres Hermanos tres pequeños edificios (que encontramos en la calle paralela Maza Pils iela), que evocan la ciudad más clásica de mercaderes y comerciantes de siglos anteriores al siglo XIX. A continuación nos dirigimos al monumento de la libertad pasando por la Torna iela donde localizamos la Puerta Sueca, los cuarteles de Jacob y la Torre de la Pólvora. Al llegar a nuestro destino tiene lugar uno de los cambios de guardia, el monumento está custodiado por dos guardias, y aprovechamos la ocasión para immortalizar el momento.


Volvemos hacia la plaza del Ayuntamiento por la calle más popular y transitada de Riga, la calle Kalku, que une el puente de piedra con el monumento de la liberación. A mitad de la calle y por encima de una concurrida plaza encontramos la famosa Casa de los Gatos, con un gato en el tejado. Alcanzada la plaza y al lado de la oficina de turismo, decidimos realizar un alto en el camino en un restaurante de comida letona. Degustamos dos platos típicos del país, acompañados por cerveza también de la zona y descubrimos, a sugerencia del camarero, el café de Riga, una especie de café irlandés pero con bálsamo negro de Riga y licor de moka, delicioso.

Para aprovechar la tarde nos movemos en dirección al Castillo de Riga, que encontramos en obras, por lo que pasamos de largo en dirección a la Catedral Ortodoxa o Catedral de la Natividad. Después de una rápida visita a su interior, con llamada de atención por estar sentados con las piernas cruzadas, abandonamos la catedral y divisamos el Hotel Radisson, algo he leido preparando el viaje sobre un bar de copas en lo alto del mismo con unas vistas impresionantes de la ciudad. Decidimos corroborarlo y tomamos un ascensor que nos lleva al piso 26 al Bar Sky Line. Efectivamente, las vistas son espectaculares y disfrutar de las mismas saboreando un cocktail o batido aún más, aunque el precio no sea muy barato.

Y damos por concluido el día con una ligera cena en el restaurante italiano "Il Patio", sito en la calle Kalku.

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Martes, 4 de agosto de 2015

Hoy abandonamos Riga, pero nos queda una última visita, el mercado central. Dejamos la maleta en el hostel y antes de hacer el check out, nos apresuramos para poder hacer la que será nuestra última caminata por las calles de Riga.

Encontramos los 4 hangares en los que se localiza el famoso mercado, por detrás de la estación de trenes. Nos sorprende las dimensiones del mismo así como la infinidad de pescados secos que hay. En el exterior de los hangares hay numerosos puestos de flores, frutas, ropa, muy parecido a nuestros mercadillos, pero a lo grande. En este mercado es dónde los habitantes de Riga realizan sus compras, aunque si observamos bien podemos identificar gran cantidad de turistas movidos por la curiosidad.

Desayunamos en el propio mercado central junto a un puesto de venta exclusivo de productos españoles. La verdad es que, estando a tantos kilómetros de distancia, siempre me alegra encontrarme algo del país.

Se nos echa el tiempo encima y hemos de apresurarnos para intentar llegar al Aeropuerto a la hora convenida de recogida del coche, que hemos alquilado para recorrer las tres repúblicas. Para quien le pueda interesar lo hicimos a través de internet con una empresa local Addcar (www.addcarrental.com) y nos ha salido por 299€ quince días con recogida y devolución en el aeropuerto de Riga. En el aeropuerto has de llamar a un número de teléfono, te vienen a buscar (servicio de shuttle), y te conducen donde tienen la oficina y los vehículos; estan a menos de 5 minutos en coche.

Odisea para salir de Riga que nos lleva más de hora y media, con lo que hasta las 15:30h no llegamos a nuestro siguiente destino, Sigulda. Lo primero que hacemos es dirigirnos a la oficina de turismo para recopilar mapas y cosas a visitar. Acto seguido búsqueda de un lugar donde poder comer alguna cosa. Enfrente de la Oficina de Turismo atisbamos un local, se denomina Konditoreja un Kulinãrija EKLERS; es algo parecido a una pasteleria pero también hay platos cocinados que venden a peso y otros por piezas. Comemos la mar de bien al módico precio de 7,80€ los dos, con bebidas incluidas (una lata de coca cola 0,60€), una verdadera ganga.

Con mucho retraso, sobre lo previsto, iniciamos las visitas programadas. Teleférico de Sigulda a Krimulda. La verdad que me esperaba más de lo que es y por el precio (4€ por viaje), si fuera ahora no lo cogeríamos para subir a Krimulda.

En Krimulda estamos poco tiempo, visita a lo obligado y retomamos el funicular de vuelta.

Visita rápida a Turaida, el precio de entrada cuesta 3,85€ por persona. En el parquing una mujer nos cobra 1,44€. Llegamos sobre las 19h y como cierran a las 20h hemos de darnos prisa. La verdad es que se trata de un entorno agradable al que vale la pena dedicarle algo más de tiempo recorriendo las distintas parcelas: el castillo medieval, la iglesia (uno de los edificios sagrados construidos en madera más antiguos de la región de Vidzeme que en la actualidad funciona como una parroquia evangélica luterana), lugar de commemoración de la Rosa de Turaida, el parque de las canciones populares (formado por la Colina Dainu y el Jardín de Canciones, con 26 esculturas del artista Indulis Ranka) que presenta una historia acerca de la sabiduría del pueblo letón y sobre las canciones populares y en el que tienen lugar conciertos de grupos etnográficos y folclóricos,...

Regresamos a Sigulda para disfrutar de sus castillos, el nuevo, edificio del siglo XIX muy bonito de estilo neogótico, que actualmente acoge oficinas, y el antiguo castillo medieval que se encuentra justo detrás, erigido por la orden de Livonia en el siglo XIII como defensa en las cruzadas bálticas.

Finalizamos el día en la carretera para encarar nuestro destino: CĒSIS, dónde pernoctamos.

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