Unos maravillosos días en la tierra de Heidi. ✏️ Blogs de Suiza

Este es el diario de un viaje de 7 dias por el Oberland Bernés.Para planificarlo me leí muchos diarios de Suiza de otros viajeros y fui cogiendo de cada uno lo que más me gustó; aprovecho este momento como siempre para agradecer a todos los que altruistamente nos ayudan con sus consejos y sus vivencias a transformar un viaje en un sueño hecho realidad.
Estoy muy contenta y muy orgullosa de lo bien que aprovechamos el tiempo,de todo lo que vimos,y es que ha sido un viaje bastante completo: montañas,lagos,ciudades,glaciares…hemos visto de todo un poco,podríamos decir que éste ha sido un “viaje buffet” en el que hemos probado algunos bocados de las muchas maravillas que ofrece Suiza,aunque obviamente nos queda aún muchíiiiisimo por conocer.
Espero que os guste y que pueda aportar algo a los futuros viajeros. Allá vá:

Salimos de Barcelona el Domingo 3 de Agosto a las 10:20 de la mañana con el maletero del coche lleno:maletas con ropa de verano,chaquetones de invierno,botas de montaña,bañadores...en fin,de todo un poco porque ya sabemos que Suiza es un lugar donde hay que ir bien equipado para evitar sorpresas,una nevera portátil eléctrica con productos básicos frescos para los primeros días (tomates,lechuga,fruta,mantequilla),y otros productos básicos como leche,cola cao,embutidos,latas de conservas,aceite y cosas de éstas;no sabíamos si encontraríamos supermercados cuando los necesitásemos y habíamos leído que la comida allí es el doble de cara que aquí,asi que íbamos preparados,al menos para los primeros días
En la Junquera,antes de pasar la frontera,echamos gasoil y llenamos el deposito,pues sabemos que el combustible a partir de ahora lo encontraremos mucho más caro,al adentrarnos en Francia,empezamos la desagradable y repetitiva tarea de pagar peajes 3 en concreto que supusieron aproximadamente unos 55 euros en total (empezamos a pensar que la idea de la viñeta suiza para circular por autopistas es una gran idea y deberían copiarla el resto de países). Llegamos a Annecy sobre las 18:00 h. pasaremos la noche allí y al día siguiente continuaremos el viaje hasta Suiza.
La parte antigua de Annecy conserva el encanto impasible al paso del tiempo con sus casitas bajas de piedra,sus callejuelas,sus múltiples restaurantes que con los deliciosos olores de los manjares suizos que exhiben hipnotizan al paseante,con su castillo flotante sobre el canal que es más bonito aún cuando al caer la tarde se ilumina con coloridas luces,con sus tiendas de artesanos,etc. Cenamos en una pizzería y volvemos pronto al hotel para descansar.

*** Imagen borrada de Tinypic ***

Sobre el hotel en el que pernoctamos esa noche quiero decir algo: estamos acostumbrados a este tipo de establecimientos (tipo Ibis,Campanille,Etap,etc),hoteles sencillos y baratos y nunca hemos tenido una mala experiencia,pero éste,el Premiere Class Annecy nord-Epagny es la excepción que confirma la regla. Por fuera no apartenta el mal estado de dejadez y desconfort que presenta. No lo aconsejo en absoluto para familias que vayan con niños. La habitación triple que reservamos por booking.com era diminuta,las paredes estaban sucias,con algún desconchón,la litera que teníamos sobre nuestras cabezas crujía como si se fuese a caer sobre nosotros en cualquier momento,las cortinas de la pequeña ventana estaban como roídas por las polillas solo había ¡1 enchufe! en toda la habitación,el cuarto de baño era ridículo,no cabíamos dos personas a la vez y no tenía ni un solo enchufe,en fin...menos mal que al dia siguiente tras desayunar nos fuimos de allí para no volver más.

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Sobre las 9 aprox. nos ponemos de nuevo en carretera para llegar cuanto antes a Suiza,marcamos en el GPS la dirección donde tenemos nuestro apartamento,en Uetendorf,un pequeño pueblecito del Oberland Bernés y en aproximadamente a las 12 estamos allí. Nunca antes habíamos oído ni visto en el mapa el nombre de Uetendorf y he de decir que acabamos allí por casualidad;empezamos a buscar alojamientos en el mes de Marzo y para nuestra sorpresa éste era uno de los pocos que quedaban libres para las fechas que queríamos,asi que como nos gustaron las fotos que vimos en la web y el precio,no nos lo pensamos dos veces. Acertamos de pleno con la elección del apartamento,lo aconsejo especialmente para familias,pues es un sitio ideal. Está situado a la entrada del pueblo,en una especie de zona residencial,un barrio muy tranquilo compuesto por casitas independientes,cada una con su huertecito,su jardín y su zona de relax. El apartamento se llama Hadassa apartment Jona está situado en la 2ª planta de una casa independiente (ésta tiene otro apartamento que también se alquila debajo). La verdad es que por fuera parece una casa vieja de madera bastante destartalada,en comparación con las otras casas del vecindario,pero cuando abres la puerta te quedas gratamente sorprendid@ con lo que te encuentras: una sala de estar amplia y colorida,con televisión y DVD,una cocina americana con todo los utensilios necesarios para cocinar,lavavajillas,horno,microondas y cafetera Nespresso,dos dormitorios forrados de cálida madera,uno con una enorme cama y otro con 2 individuales y un baño con una fantástica bañera de hidromasaje-jacuzzi que disfrutamos prácticamente todos los días. Este fué nuestro campamento base durante una semana,que además estaba muy bien situado como punto de partida de todos y cada uno de los lugares que conocimos durante esos días.
Una vez que estuvimos más o menos instalados decidimos no perder tiempo y ponernos rumbo al primer sitio que teníamos en nuestra lista de "objetivos": Lautenbrunnen.
Bajo un espléndido sol que nos regala nuestro primer día en Suiza,como para darnos la bienvenida,nos encontramos con la fantástica imagen del enorme salto de agua que corona el pueblo;nos sorprende que justo a los pies de la ladera,frente a la cascada y junto a las casas haya un cementerio,tan verde y floreado como el resto del paisaje,de hecho se fusiona con él con la mayor naturalidad,como si las personas que estuvieran enterradas allí no quisieran abandonar nunca aquél precioso lugar,ni aún después de muertos.

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Después de pasear por sus tranquilas calles y fotografiar ese espectáculo de la naturaleza,cogemos el coche y nos dirigimos a las Trummelbachfalle,que están a poca distancia,dentro del valle de Lautenbrunnen. Son unas cascadas de agua que nacen de unas gargantas interiores y que tienen una fuerza y un caudal impresionantes; para disfrutarlas plenamente aconsejo llevar un chubasquero o si se es un poco frioler@ como yo,una buena chaqueta impermeable ya que salpican. Se accede a ellas por un ascensor que te sube hasta el comienzo del sendero a través de las grutas,si vais con niños pequeños,cuidado con los resbalones (ya sabemos que los niños no andan,corren!) pues el suelo al ser de piedra y estar mojado resulta bastante resbaladizo. No son en absoluto peligrosas,hay barandillas y están perfectamente señalizadas. Cuando volváis al punto de partida,no volváis a coger el ascensor como hace mucha gente,pues os quedaréis sin ver otras 3 o 4 más que quedan si seguís el camino señalizado hasta abajo,y son muy bonitas. A partir del medio dia se masifican bastante,por lo que recomiendo visitarlas por la mañana cuando no hay tanta gente y puedes moverte con más libertad.

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Al salir de allí (ya eran casi las cuatro de la tarde y ni siquiera nos acordábamos de que teníamos que comer,¡se nos había pasado el tiempo volando!) volvimos al coche que teníamos aparcado muy cerca,no tuvimos que dejarlo en un parking como en Lautenbrunnen previo pago (por si me olvido de comentarlo más adelante: en Suiza se paga en prácticamente todos los sitios por aparcar;bien en zonas de parquímetro o bien en parkings privados),comimos unos fideos chinos de esos que solo necesitan agua caliente y después nos fuimos de nuevo hacia Lautenbrunnen,allí al lado de la estación de tren cogimos un teleférico y después un tren que nos dejó en el precioso pueblito de Mürren.El precio del pack teleférico-tren fué de 21.60 francos suizos cada uno.
Cuando llegamos a éste pequeño pueblo alpino tuvimos un notable cambio de temperatura y además estaba comenzando a llover,suerte que llevábamos las chaquetas impermeables que además abrigaban (no sé quien es,pero a alguien que escribió un diario sobre Suiza y que advirtió que los cambios de temperatura son normales en un mismo dia,le tengo que dar las gracias )
A pesar de que la tarde estaba gris,llovía y el tiempo no acompañaba demasiado,no nos desanimamos para pasear por sus tranquilas calles peatonales,disfrutar de las vistas desde sus miradores donde contemplamos las montañas parcialmente aún cubiertas de nieve y sus casas de madera oscura,todas iguales en una armoniosa sintonía cromática apenas rota por el vivo colorido de las hermosas y turgentes flores que adornaban sus jardines y jardineras. Cogimos el penúltimo tren que salía de regreso no sin antes imaginar lo bello que tiene que ser éste pueblo en pleno invierno,con todo cubierto de nieve,sus calles,sus tejados,sus montañas,sus laderas,sus abetos...

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Una vez de nuevo abajo,dimos por terminado el día y volvimos al apartamento. El primer día habíamos disfrutado de lo lindo,nos estábamos haciendo una idea de lo hermoso que es éste país y de cúantas cosas bellas nos quedaban aún por conocer...

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El segundo día teníamos planeado conocer el lago más famoso de Suiza,pero como para verlo en todo su esplendor hay que estar seguros de gozar de una meteorología lo más benévola posible,posponemos la visita para màs adelante,ya que mirando el parte meteorológico parece que lloverá por allí. Miramos todos los lugares que traemos apuntados en nuestra lista uno por uno y en Berna parece que brillará el sol,asi que para allá nos vamos
Había leído en otros diarios que hay zonas donde se puede aparcar un par de horas gratis con el "disco-reloj de cartón" que puedes adquirir en las oficinas de turismo,pero al llegar no encontramos ninguna oficina de información,hay bastante tráfico,no conocemos la ciudad y además pensamos que dejar el coche en una zona de parquímetro donde tienes que estar continuamente renovando el ticket es una lata,así que optamos por dejarlo en el parking del casino,que además está muy céntrico (ésta opción no resulta barata,pagamos 13 € por 4 o 5 horas que estuvimos aproximadamente,pero tienes la tranquilidad de tener el coche bien aparcado y que no tendrás la desagradable sorpresa de una multa si se te pasa el tiempo como en un parquímetro o de que no recuerdes donde dejaste aparcado el coche).
Comenzamos nuestra ruta por la ciudad antigua de Berna en la torre del reloj astronómico y seguimos paseando calle abajo flanqueados por sus arcadas llenas de tiendas a ambos lados.

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Según bajamos a mano derecha vemos la fachada de la que fué la casa de Einstein y al llegar al final de la calle principal vemos como el rio Aare con su gran caudal y su fuerza separa la parte antigua de la ciudad de lo que suponemos que será la parte moderna.

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Cruzamos el puente "Nydeggbrüke" para ver el foso de los osos (he de decir que dá bastante pena verlos allí tirados,adormilados y perezosos,no sé si presa del aburrimiento o de la tristeza...)

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Justo detrás está la oficina de turismo (ahora la encontramos sin buscarla),nos acercamos a coger un plano de la ciudad y con éste en mano volvemos a cruzar el puente para volver al centro,pero esta vez en lugar de volver por la calle principal,volvimos por la paralela que queda detrás y vimos otros puntos de interés como el ayuntamiento y la iglesia de San Pedro y Pablo.
Una vez en el centro de nuevo buscamos algún sitio para comer,es medio dia,hay bastante afluencia de turismo y eso se nota en las terrazas y restaurantes bastante llenos.Al final decidimos la opción más rápida y más barata: entrar a un establecimiento Migros donde tienen comida para llevar;tienen bastante donde elegir: bocadillos,ensaladas,pasta,nuggets,pollo asado,arroz,sandwiches,wraps,postres,etc. Nosotros tres optamos por un muslo de pollo asado para cada uno y una ración de patatas fritas para compartir y de postre tres porciones de tarta selva negra
Nos sentamos a comer en uno de los soportales de la calle,fusionándonos con el resto de berneses y de turistas que hacen lo propio mientras contemplamos el ir y venir de las gentes y el movimiento de la ciudad. Después de comer volvemos al parking y cambiamos de localización.
Llegamos a Thun,una pequeña ciudad que ese día estaba muy animada. Dejamos el coche en el parking de un centro comercial que vimos y comenzamos a callejear aprovechando el estupendo sol que nos acompañaba.

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Encontramos un puente florido sobre el rio que tiene un parecido razonable con el de Lucerna,como si fuese su hermano pequeño

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Como el lago Thunersee no queda lejos,decidimos que merece una visita,asi que acabamos la tarde disfrutando de la placidez de la vida contemplativa sentados frente al lago,hipnotizados por las suaves ondas que la brisa dibuja en el agua,seducidos por la tranquilidad que nos rodea cuando las pequeñas embarcaciones a vela y el gran barco que lo recorre se marchan,dejando vacío el escenario al aire libre que la naturaleza nos regala para contemplar la puesta de sol.

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Vemos como el sol se vá escondiendo poco a poco detrás de las nubes primero y tras las montañas después.Nos embarga una profunda sensación de bienestar.

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Cuando vemos que la poca gente que queda empieza a marcharse,nosotros hacemos lo mismo;nos ponemos en marcha de vuelta al apartamento,pero antes de llegar vemos algo que nos hace parar el coche y salir a contemplar por unos instantes aquella bella estampa: es el pueblo de Spiez.

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Nota: tanto en Thun (en el centro comercial) como en Thunersee,tuvimos que dejar el coche en un parking,pero ninguno de éstos resultó tan caro como el de Berna (supongo que sería por ser el casino...).

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