Lucerna 4 días+ Zurich 1 mañana ✏️ Blogs de Suiza

Cómo muchas de las veces este viaje ha sido planeado para correr un maratón, en este caso el de Lucerna, y de paso turismo por la zona. En Lucerna estuve una tarde ya hará más de 20 años y prácticamente de lo único que me acordaba era del famoso puente de madera.
Los vuelos los cogí con Air Europa ida y vuelta a Zurich, el aeropuerto a tiro más cercano, desde allí ya usé los trenes tanto para ir a Lucerna como para las dos excursiones que hice.
Las excursiones que preparé fueron al cercano monte Pilatus y una ruta senderista al Felsenweg en Burgenstock, ambas en plan cómodo dada la paliza que supone el maratón del domingo.
Cómo suponía que vería sobradamente sin problemas Lucerna hasta el domingo, el lunes decidí parar camino del aeropuerto en Zurich y visitar esa ciudad por la mañana.
El alojamiento elegido para las 4 noches fue uno en el centro con un precio bastante asequible en comparación con el resto de los disponibles, 4 noches por 480 CHF en habitación doble dos personas, el Baslertor, ubicación inmejorable, la habitación doble era bastante amplia, con una terraza muy hermosa (unos 20 m²) y que daba a la zona posterior donde daba la piscina, quizás en época veraniega pueda ser más ruidosa pero ahora que estaba cerrada era de lo más tranquila, en esa terraza pudimos comer muy a gusto, su única pega es que no tenía iluminación para la noche.
Quedaba pendiente el tema de los datos en Suiza, no están cubiertos y son de pago al menos en lo que a Movistar se refiere. El hotel dispone de wifi gratuita, el centro de la ciudad dispone también de wifi gratuita. En mi caso con Movistar usé de paquetes de datos diarios que necesitaba para posibles compras de billetes de tren fuera del centro o de la ciudad.

El jueves volamos temprano con Air Europa, llegamos al aeropuerto de Zurich en poco más de 2 horas, y allí mismo accedemos a la estación de tren del aeropuerto, con la app de SBB ya lista con los nombres de los viajeros compramos rápidamente los billetes para el transporte directo a Lucerna, el trayecto cuesta 30 CHF por persona, apenas 1h15’ con tres paradas intermedias.
Tras salir de la estación de Lucerna nos plantamos en el hotel en poco más de 10’. Los precios suizos no son precisamente baratos para la economía española, parece difícil comer por menos de 40 CHF, la suerte es que tenemos a unos 400 m. un ALDI en el que podemos comprar de todo y comer a un precio bastante menor sea donde nos pille dadas las buenas temperaturas que nos esperan estos días. Podemos comprar en él por ejemplo cervezas frías en lata de medio litro por 0,49 CHF, mientras que si las tomas en un restaurante es difícil que bajen de las 7 CHF. Además nos hemos llevado desde España embutido envasado al vacío que no necesita refrigeración, ya que la habitación no dispone de nevera.
Esa tarde tras comer en la terraza del hotel salimos a ver la ciudad, día soleado donde paseamos por ambas orillas del río Reuss entre nuestro hotel y el puente de la capilla (Kapellbrucke), con bonitas vistas de los edificios de la orilla y el propio puente peatonal. También se puede ver la muralla y algunas de las torres. La orilla norte del río son casi todo restaurantes con terrazas exteriores al río, no precisamente baratos viendo sus cartas.
El nivel del agua que entra desde el lago de Lucerna baja mediante compuertas situadas según se llega a Spreuerbrucke, aunque un poco después de Reussbrucke había una abertura que permitía salir bastante caudal.

La foto más típica de la ciudad corresponde al puente peatonal de la capilla (Kapellbrucke), en realidad todos los puentes entre este y el otro de madera (Spreuerbrucke), un total de 5, son peatonales salvo Reussbrucke.
Kapellbrucke está perfectamente adornado en sus laterales por ambas hileras de plantas y flores, pulcramente mantenidas, el techo interior está decorado con pinturas en placas triangulares (faltan algunas), y en su recorrido tiene anexa la torre del agua (wasserturm). No es recto, tiene dos quiebros en sus laterales, aunque el que da al lado norte en Rathausquai es muy corto. Se accede desde ambos lados con peldaños, pero tiene acoplada la maquinaria que posibilita su accesibilidad.