Los colores del otoño por tierras del Duero: Soria y alrededores con niños ✏️ Blogs de EspañaEsta escapada supone una inmersión de lleno en el otoño, como ya me oiréis mencionar es una verdadera explosión de colores. Las etapas son los tres días que pasamos en la zona y que tuvimos que organizar así por la predicción meteorológica que anunciaba buen tiempo el primer día e intensas lluvias los demás, por lo que hicimos todas las excursiones naturales esa primera jornada.Autor: Gemmita1 Fecha creación: ⭐ Puntos: 4.9 (7 Votos) Índice del Diario: Los colores del otoño por tierras del Duero: Soria y alrededores con niños
Total comentarios: 6 Visualizar todos los comentarios
Salimos de Madrid a las 7:00 para llegar a Salas de los Infantes al hotel rural “Las dehesas de Costana”, donde nos dieron una habitación muy espaciosa con cuatro camas.
Nuestra intención es visitar la ciudad de Soria y sus alrededores, y para ello buscamos alojamiento en sus inmediaciones pero nos encontramos con una muy alta ocupación que nos obligó a ir poco a poco ampliando el radio de búsqueda hasta lograr encontrar este hotel rural disponible en Salas de los Infantes, perteneciente ya a la provincia de Burgos. Estando allí ya descubrimos la razón de esta ocupación en coincidencia de varios eventos este puente del pilar: el mercado medieval en la ciudad, una subida automovilística al castillo, una concentración de Kitts (coche fantástico), temporada de recogida de setas. Pues bien, una vez desempaquetamos pusimos rumbo a la Laguna negra, a la que llegamos a las 12:00 y nos encontramos una fila de coches ya que no se podía subir y los guardias nos invitaban a volver en otro momento porque arriba “no cabía ni un alma”. Así que retrocedimos para ir al cañón de río Lobos. Entramos al cañón por Ucero y dejamos el coche en el parking, que cuesta 4 euros e incluye la entrada a una casa museo a la que no fuimos. Tras andar por un agradable y cómodo camino llegamos a la explanada desde donde se vislumbra la ermita de San Bartolomé y la impresionante pared del cañón, de origen kárstico horadada por la acción del río sobre la roca caliza. Tras la ermita y cruzando un puentecito se encuentra la entrada de la cueva mayor donde en un cartel informativo relatan que puedes encontrar pinturas rupestres. Aviso que el suelo es de arenilla muy muy fina y se levanta gran cantidad de polvareda. Se visita en ascensión hacia arriba y en algún pequeño tramo puede resbalar y hay que ir con cuidado. La vista desde dentro hacia fuera con la ermita merece la pena. Fuera de la cueva podemos contemplar el río cubierto por las hojas flotantes de los nenúfares. Comimos a la sombra de la parte trasera de la ermita el picnic que llevamos. No profundizamos más en la senda del cañón en parte por mis problemas de rodillas en estos tiempos y porque queríamos volver a la Laguna negra y más sitios. Ya volveremos a la zona otro año con más días para dedicar uno a descubrir el cañón. Llegamos a la Laguna negra a las 16:30 y dejamos el coche en el parking (otros 4 euros con acceso a la casa del bosque). El camino a la laguna son unos veinte minutos cuesta arriba o bien se asciende con el servicio de autobuses que fue nuestra opción (1,20 por persona. Último trayecto a las 17:30). Cuando llegas tienes la opción de subir a la laguna por un tramo de escaleras o dar un pequeño rodeo por una senda indicada para minusválidos. Arriba la laguna está preparada con una pasarela para poder rodearla con distintos miradores. A esta hora aún lucía el sol por encima de las rocas y toda la laguna se veía de un color verde intenso, por lo que mis hijos la llamaban la “laguna verde”. Supongo que una vez se pusiera el sol la sombra de la pared oscurecería el agua; pero independientemente de eso el paraje es de una gran belleza , de modo que supuso lo que más le gustó a mis hijos de todo el fin de semana. Salimos de la laguna sobre las seis y para finalizar fuimos hacia Muriel de la Fuente, a cuya salida se encuentra el monumento natural llamado La Fuentona. Se deja el coche en el parking (otros 4 euros con acceso a la casa del parque) y se camina por una senda a lo largo de unos 800 metros. El camino es muy fácil, accesible y agradable y se llega hasta el monumento que no es sino el nacimiento del río Abión, que conecta con el río subterránemente a través de galerías que aún están sin explorar en su totalidad. Resulta precioso el reflejo de la roca en el agua que está plagada de algas y hojas, y de verdad invita a imaginar leyendas con seres mitológicos y fantásticos que habiten el lugar. Y no puedo terminar de contar la ruta natural por los alrededores de Soria sin mencionar que, aparte de los tres mencionados lugares hay muchos más, pero además cada desplazamiento en coche supone una alegría para vista recorriendo las carreteras paralelas a los bosques sembrados de árboles dispuestos en filas tan perfectas; y los campos y sus apartaderos para invitar a los recolectores micológicos a pasearlos cesta en mano, y la posibilidad de ver ciervos de cuando en cuando (tres vimos nosotros, uno de ellos se cruzó por delante de nuestro coche). En resumen, una delicia natural que en otoño supone aún más una explosión de color: amarillos intensos, naranjas, marrones y verdes de varios tonos. Vistas de árboles amarillos y naranjas con la punta de las copas verdes como si tuvieran mechas.
Este día pusimos el rumbo a Soria y comenzamos nuestro recorrido por los Arcos de San Juan de Duero (gratis sábados y domingos). Enfrente se encuentra la oficina de turimo. El Claustro empezado en románico y terminado en mudéjar con arcos mixtilíneos y entrecruzados en los laterales y apuntados y de herradura en los ángulos. Una auténtica belleza, y como dicen que una imagen vale más que mil palabras…
también se puede visitar la iglesia de los caballeros hospitalarios. Desde allí nos dirigimos a la ermita de San Saturio en un precioso paseo por los márgenes del río Duero, otoño en su máxima expresión, y qué decir del reflejo en el río…sólo rompía la belleza del entorno el continuo e incesante rugir de los motores de los coches de rally en la ascensión al castillo por la orilla opuesta. Una pena. Tras ver la ermita volvimos y cogimos el coche y aparcamos un momento para visitar la concatedral de San Pedro (entrada libre, visita al claustro 2 euros), y ya después dejamos el coche en el parking de la plaza Oliva. Tras ver la iglesia de Santo Domingo buscamos donde comer (tarea casi imposible dado que coincidían tantos eventos esos días), pero lo logramos y cómo no comer setas de los bosques de la tierra, pues… marchando una de boletus adulis! Después fuimos directos a ver el Olmo seco de Antonio Machado, que tiene una placa con el poema y cuya foto con la torre del antiguo convento de las clarisas detrás resulta una composición preciosa. Al lado se encuentra la entrada al cementerio del Espino donde se puede visitar la tumba de Leonor Izquierdo (hay letrero con flechas indicando el camino), el amor de Machado y fallecida a la temprana edad de 18 años, sólo dos años después de haber contraído matrimonio. A continuación pasamos por delante de San Juan de Rabanera (cerrado) y visitamos el rincón de Bécquer, que se compone de unas fuentes a ras de suelo con chorritos, y otra fuente circular a cuyo alrededor pueden apreciarse versos del poeta y su nombre. Y de camino hacia el aparcamiento atravesamos el parque de la Alameda de Cervantes. Fuimos a Calatañazor, que destaca por su arquitectura popular: casas con chimeneas en forma de sombrero de pico de bruja levantadas en dos alturas, la de debajo de piedra y la de arriba, según las posibilidades de la persona, de ladrillo o bien con vigas de madera y relleno entre ellas con barro o adobe. Así también se pueden encontrar soportales y el busto de Almanzor. Al llegar arriba, en la plaza donde está el rollo (de tortura) estaba un señor perteneciente a la Asociación de Amigos de Calatañazor, que contaba las curiosidades e indeosincrasias del pueblo a cambio de la compra de unos bolígrafos con los que informó que costean la iluminación de un año del castillo. Vistas de los "campos de Castilla". Y ya volvimos a Salas de los Infantes, y aunque ya era de noche nos dimos una vuelta por el pueblo, cruzando el puente sobre el río hasta llegar a la plaza, que tampoco pudimos apreciar ya que tenían instalado un enorme escenario que tapaba la fachada más bonita de la misma.
Lunes 12 de octubre, fiesta nacional. Cargamos el coche y abandonamos Salas de los Infantes para volver a Madrid, pero antes vamos a hacer unas paradas.
Comenzamos en San Pedro de Arlanza para visitar las ruinas del antiguo monasterio. Llegamos a las 10:00 y abrían a las 10:30. Después nos dirigimos a El Burgo de Osma, aparcamos en la calle de la estación de autobuses y entramos directos a la plaza del pueblo. Desde allí cogimos la calle de la derecha, muy bonita con sus soportales donde están los locales comerciales y bares, hasta llegar a la Plaza de la Catedral, gótica de las primeras tiene un claustro románico con policromía, muy parecido al de Santo Domingo de Silos. La torre es Barroca y en el Dintel de la puerta principal el tema es el entierro de la Virgen (entrada de pago). Me encantó la plaza de la Catedral, da sensación de limpieza y apertura, y conecta con otra placita con otra fuente, ambas con sus soportales. Desde esta plaza se sale por un arco y desde el puente sobre el río puedes contemplar la muralla de la ciudad y a lo lejos el castillo. Recorrimos un poco el río hasta entrar en el parque. Después llegamos a San Baudelio en Casillas de Berlanga que, a pesar de ser festivo (o precisamente por serlo en en especial) abría de 10 a 14 horas, y llegamos a la 13:30. Se trata de una ermita prerrománica que destaca por la columna en forma de palmera del interior y los restos de los frescos, que en su mayor parte fueron robados por los americanos y se exponen en el Metropolitan de Nueva York. Decidimos ir a Madrid por Castilla la Mancha evitando la carretera de Burgos así que paramos a comer en Atienza, localidad ejemplo de villa medieval, donde paseamos viendo la fachada de la iglesia, el castillo y el arco Arrebatacapas. Un precioso fin de semana de tres días para inaugurar el otoño por todo lo alto. Sin duda nos dejamos muchas cosas naturales y culturales, por lo que volveremos. 📊 Estadísticas de Diario ⭐ 4.9 (7 Votos)
Últimos comentarios al diario Los colores del otoño por tierras del Duero: Soria y alrededores con niños
Total comentarios: 6 Visualizar todos los comentarios
CREAR COMENTARIO EN EL DIARIO
Diarios relacionados De viaje por España
Pueblos, ciudades y naturaleza. En coche y rutas de senderismo. Destinos y recorridos clásicos y lugares no tan conocidos. Lo iré ampliando e incorporando...
⭐ Puntos 4.79 (99 Votos) 👁️ Visitas mes actual: 2621
Senderismo por España. Mis rutas favoritas: emblemáticas, paseos y caminatas
Recopilación de algunas de las rutas de...
⭐ Puntos 4.94 (16 Votos) 👁️ Visitas mes actual: 1999
Recorriendo Andalucía.
Recopilación de todas las etapas de Andalucía que estaban en mi diario De viaje por España junto con las nuevas que iré incluyendo, aunque el general...
⭐ Puntos 5.00 (6 Votos) 👁️ Visitas mes actual: 1405
Comunidad de Madrid: pueblos, rutas y lugares, incluyendo senderismo
Recorrido por lugares bonitos de la Comunidad de Madrid...
⭐ Puntos 5.00 (5 Votos) 👁️ Visitas mes actual: 1138
Paseando por España-1991/2024
En este diario me voy a centrar más en todo lo relacionado con la naturaleza. rutas, embalses, lagos, parques nacionales, jardines, etc...
⭐ Puntos 5.00 (6 Votos) 👁️ Visitas mes actual: 1124
Galería de Fotos
|