VIERNES 23 OCTUBRE 2015
A las 21:30 cogimos el tren nocturno en Pontevedra, con destino a Madrid, en donde estaba prevista la llegada a las 8 de la mañana del día siguiente.
Menos mal que nos llevó Sandra en su coche hasta la estación, pues cada uno llevaba dos bultos (maleta para Tailandia y mochila para los días que pasaríamos en casa de Tamara antes y después del viaje).
Cenamos en el tren unos bocadillos que habíamos preparado, concretamente en el compartimento de Pelayo, hasta que se subieron sus tres compañeros y ya me fui para el mío. Los compartimentos son de cuatro personas, sexos separados. Hay otra opción, compartimento de dos personas, para ir en pareja, pero era mucho más caro. El nuestro nos costó 72 euros/persona.
A las 21:30 cogimos el tren nocturno en Pontevedra, con destino a Madrid, en donde estaba prevista la llegada a las 8 de la mañana del día siguiente.
Menos mal que nos llevó Sandra en su coche hasta la estación, pues cada uno llevaba dos bultos (maleta para Tailandia y mochila para los días que pasaríamos en casa de Tamara antes y después del viaje).
Cenamos en el tren unos bocadillos que habíamos preparado, concretamente en el compartimento de Pelayo, hasta que se subieron sus tres compañeros y ya me fui para el mío. Los compartimentos son de cuatro personas, sexos separados. Hay otra opción, compartimento de dos personas, para ir en pareja, pero era mucho más caro. El nuestro nos costó 72 euros/persona.