¡Qué corta se nos hizo la estancia en Tahaa! Pero el presupuesto es el presupuesto... jj! No pierdo la esperanza de volver algún día a esta isla y este hotel
Después del rico desayuno, nos despidieron con el correspondiente collar de flores y partimos en la lancha hacia el aeropuerto de Raiatea, donde nos esperaba el vuelo rumbo a Bora Bora!!
Por supuesto, teníamos muchas expectativas puestas en Bora Bora... ¿sería tan bonita como dicen?
Aterrizamos en el aeropuerto de Bora Bora sobre las 11:30h, donde nos recibieron con el collar de flores y nos montamos en la lancha para ir al hotel.
Da igual lo que te hayan dicho, las fotos que hayas visto o lo que hayas imaginado y soñado sobre Bora Bora, cuando llegas, te montas en la lancha y atraviesas la laguna... ¡ALUCINAS! El color del agua es IMPRESIONANTE. Hay que verlo para hacerte una idea...
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EL hotel Sofitel en Bora Bora está formado por 2 hoteles: el Sofitel Marara y el Sofitel Private Island. Nosotros estábamos alojados en este segundo. El Marara está en la isla y tenía buena pinta, el Private Island está en un motu enfrente del Marara. Es pequeñito, con una recepción, bar y restaurante juntos, y uno pocos overwater.
A mí me encantó. Me pareció muy chulo, muy tranquilo y prefecto para una pareja en luna de miel. Además, si estás alojado en el motu tienes transporte gratuito (una lancha) hasta el Marara simplemente avisando en recepción.
LLegamos al hotel y tenían preparado nuestro overwater, que era muy chulo. Me gustó más el de Tahaa, pero éste también chulo. Eso sí, comparado con los de otros hoteles que vimos es pequeñito, pero para mí de sobra. Y una cosa que me gustó es que tenía minibar muy completo (agua, refrescos, cerveza, zumos...) y era gratuito.
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LLegamos cansados y decidimos pedir la comida al servicio de habitaciones. Una ensalada César y un plato de pasta carbonara para compartir (miraré el precio). Y después de la comida (riquísima y platos enormes) un café rico (la habitación tenía cafetera y para hacer infusiones), y a descansar al sol en la terraza del overwater. Después, bajamos a darnos un chapuzón y hacer algo de snorkel en los alrededores del overwater, pero el agua tiraba fuertecillo, hacía bastante viento y yo vi un pez gigantesco que me dio un susto de la pera, así que subí de nuevo a la habitación... jj!
Por la noche (más bien tarde que noche, la verdad es que anochece pronto), fuimos a cenar. Llevábamos media pensión y podíamos cenar a la carta en nuestro hotel o en buffet en el Marara. Nosotros cenamos en el nuestro (mucho mejor que el buffet). Podías elegir un entrante, un plato fuerte y un postre de la carta. No recuerdo muy bien qué pedimos, pero sé que todo estaba espectacular y muy bien presentado. Me acuerdo que me pareció un muy buen restaurante.
DÍA 7 : MARTES, 27 DE MAYO
El martes teníamos contratada la excursión de "Safari 4x4 + snorkel" con Patrick Tairua (www.maohinui.net)
Nos levantamos prontito, preparamos la mochila y fuimos a desayunar. El desayuno me pareció muy bueno. El restaurante es pequeñito ya que en el hotel hay pocas habitaciones, y tenía un buffet pequeño pero muy completo: fruta, yogures, algo de embutido y queso, pan, bollería muy rica, mermeladas, cafés y te hacían bajo pedido al momento: huevos, bacon, crepes, tortitas, gofres... Muy rico.
Después de desayunar bien, pedimos la lancha para ir al Marara y allí nos recogieron a las 9:00h en un 4x4 Rapa y Mahana, nuestros guías.
La excursión tiene un precio variable en función del número de personas que la contraten. En nuestro caso éramos 2 parejas, y nos salió por 250 Euros por persona. Es caro, pero aún así merece la pena totalmente. Fue la mejor excursión de todas las que hicimos en Polinesia.
Como he dicho los precios son variables, con un máximo de 8 personas y en ese caso el precio sería de 150 Euros cada una. Es de día completo e incluye la comida. (Hay otras modalidades y precios en la web)
Lo dicho, a las 9 nos recogieron en nuestro hotel y fuimos al Intercontinental a recoger a la otra pareja (una pareja de estadounidenses majísimos). Llevábamos 2 guías: Mahana (un chico joven de Raiatea) y Rapa (un hombre más mayor de Bora Bora). Mahana sólo hablaba inglés, pero Rapa hablaba castellano y lo hablaba fenomenal.
La excursión empezaba con el safari por la isla. Fuimor recorriendo distintos puntos de la Bora Bora mientras Rapa nos explicaba un montón de cosas tanto sobre la isla, como sobre los isleños: historia, modo de vida... Y respondía a todas las preguntas, dudas y curiosidades que se nos iban ocurriendo. Paró y nos cogió un par de pomelos directamente del árbol y los compartimos, nos compró unas castañas que vendían en un puesto en la calle para que las probemos, nos sacó fotos, nos cogió unas flores para el pelo... En definitiva, tan interesante fue lo que nos llevó a ver de la isla, como lo que nos contó.
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Tras recorrer la isla, dejamos el coche y cogimos una barca para ir a comer a un islote donde nos esperaban para la apertura del horno tradicional.
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El horno polinesio es la forma tradicional de cocinar en Polinesia, aunque sólo se usa para ceremonias y eventos (y para el turista, jj). Consiste en un hacer un agujero en la arena, meter unas piedras volcánicas, poner la comida, tapar y dejar hacer unas 5 horas.
La comida fue la típica polinesia: cerdo asado, pollo con espinacas, pescado crudo a la tahitien, pescado de la laguna a la parrilla, pudin, fruto del árbol del pan (uru), y de postre pomelo y plátano. Para beber: refrescos, vino y cava.
Comimos en una mesa metida dentro del agua. Una gozada.
Tras comer y reposar un poco la comida, vuelta a la barca para empezar con la actividad de la tarde: snorkel. En la barca Mahana y Rapa nos iban cantando canciones tradicionales al son del ukelele.
La primera parada para bucear era la de los tiburones. Paramos en un punto fuera de la laguna donde había tiburones de arrecife (los de la punta de aleta negra) nadando a media altura, y abajo en el fondo unos tiburones enormes de otra clase...
Yo bajé un poco "cagada", la verdad...
Pero estuvo chulo. Buceando tranquilamente mientras veías a los tiburones nadando a su bola, en su propio hábitat... Muy chulo. La verdad es que no hay que tener miedo porque además tampoco se acercan a ti.
Estuvimos un buen rato nadando con los tiburones y sacando fotos. Mahana se metió también con nosotros a nadar (de hecho se metió el primero al agua, jj) y bajaba a pulmón unos cuantos metros para sacar fotos más cerca de los bichos...
Nos dejaron nadar hasta hartarnos y después fuimos rumbo a ver a las rayas!
Fuimos a un punto donde había otras excursiones, un sitio donde apenas cubría y les llevaban pescado para que se acerquen. ¡Una pasada! Había muchísimas rayas y se acercaban y te tocaban (supongo que esperando a ver si tenías algo de comer, jj), y era una sensación muy chula. Son muy suaves. Una experiencia.
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Después de la parada de las rayas, fuimos ya a hacer snorkel propiamente. A ver peces, vamos. Nos llevaron al jardín de coral que está justo detrás de nuestro hotel, y además tiramos algo de pan para que se acerquen los peces y bueno... yo al principio no podía nadar de la cantidad de peces que había... no sabía dónde meter el brazo. Estuvimos bastante tiempo buceando entre el jardín de coral, y si te gusta el snorkel vas a flipar...
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Cuando ya nos cansamos de nadar volvimos al barco y volvimos a la isla. Nos ofrecieron dejarnos ya en el hotel (estábamos al lado), pero le dijimos que queríamos ir a un supermercado a comprar algo de comida, así que en lugar de en el hotel nos dejaron en la isla y nos indicaron dónde había un super muy cerca del hotel Marara, según sales de éste a la izquierda.
Compramos algo para comer al día siguiente y volvimos al hotel para cambiarnos, ya que esa noche cenábamos en el buffet del Marara para ver el espectáculo.
El buffet no me pareció gran cosa (estaba rico, pero sin más), y el espectáculo fue de canto (canciones tradicionales cantadas por mujeres). Estuvo bien, pero me gustan más los de danzas. Después de cenar caímos rendidos.
DÍA 8 : MIÉRCOLES, 28 DE MAYO
El miércoles decidimos tomarnos el día para disfrutar del hotel, así que tras desayunar, nos fuimos a la playita del hotel. Y digo playita de forma literal, es un trozo pequeño de arena nada más. Pero se está genial. Nosotros estábamos solos allí. estuvimos un rato en la playa hasta que se puso a llover a mares y nos fuimos al overwater.
Comimos allí las cosillas que habíamos comprado en el super, y pasamos la tarde bañándonos desde el overwater, cuando ya dejó de llover.
Por la noche, cenita en el hotel y un cóctel para despedir Bora Bora. (¡qué rico es el MaiTai! )
Después de desayunar en Bora Bora, recogimos nuestras cosas y fuimos a por la lancha que nos tenía que llevar al aeropuerto para ir a Rangiroa. Nos despidieron con el collar de caracoles y tocando la caracola.
Tras un vuelo de casi 2 horas llegamos a Rangiroa, perteneciente al archipiélago de las Tuamotu, y muy distinto de lo que habíamos visto hasta ese momento.
Rangiroa es un atolón, y eso lo hace muy diferente a islas como Bora Bora o Moorea. Además, cambiábamos sustancialmente el tipo de alojamiento, ya que no íbamos a un hotel sino a una pensión familiar, Tevahine Dream.
En el aeropuerto nos esperaba Norber, el dueño de la pensión para llevarnos a "casa". Nos recogió a la vez que a otra pareja de italianos majísimos con los que coincidimos toda nuestra estancia.
Como era ya la hora de comer, y el alojamiento era en media pensión, no incluía la comida, Norber nos llevó a Avataru para que pudiésemos comer algo. Comimos en Chez Antonie. 2 hamburguesas y 2 coca colas nos salieron 2.400 XPF (unos 20 euros)
Rangiroa es un sitio pequeño (aunque es el atolón más grande dentro de las Tuamotu), así que no esperéis una gran variedad de sitios para comer, ni grandes lujos. Si queréis algo así es mejor que os alojéis en el hotel Kia Ora y comais allí.
Después de comer, Norber volvió a recogernos y nos llevó ya a la pensión para que nos instalásemos.
Tevahine Dream es un sitio muy acogedor. Norber te hace sentir como en casa y te ayuda con todo. Nosotros no coincidimos con su mujer, que estaba en Tahití esos días.
Como decía, es un sitio que me ha gustado mucho para alojarse y que aparte de ser mucho más barato que un hotel, te permite una estancia diferente.
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Eso sí, hay una diferencia notable entre los bungalows. Nosotros nos alojamos en el bungalow de playa más cercano al comedor, y yo creo que era el más cutrecillo. Os recomiendo que cogais otro de los de playa, porque los otros eran MUCHO más chulos. Si cuestan algo más merece la pena la diferencia sin duda.
Lo dicho nuestro bungalow, aunque bonito, era un pelín cutrecillo. En cambio vimos uno de los otros y sinceramente no tenía nada que envidiar a un bungalow de un hotel. Yo creo que el nuestro no estaba acabado del todo, quizás con el tiempo lo vayan mejorando.
Pasamos la tarde en la pensión, leyendo y nos pegamos un baño. No está muy bien para bañarse porque la zona delante de la pensión tiene muchas rocas, y el agua tiraba bastante, con lo que era bastante incómodo. De hecho yo acabé cayéndome encima de mi marido y tirándole sobre una roca, que le hizo una herida superficial pero bastante grandecita en la espalda. Así que ojo...
La cena viene incluida en el alojamiento, y tanto ésta como el desayuno se hacen en el comedor/zona de reunión central, donde por cierto hay wifi gratuito. Todas las cenas me parecieron riquísimas, y el desayuno más que suficiente.
Esa noche cenamos una fondue china. Cada uno teníamos en el plato: pollo, gambas, ternera, etc. crudo en trozitos, y en medio de la mesa había una fondue llena de agua hirviendo. Hacías tus trozitos en el agua, y después los untabas de una de las dos salsas que había (una era de soja, la otra no recuerdo, pero un tipo de salsa china). Todo acompañado de tu bol de arroz. ¡RIQUÍSIMO!
De postre una especie de batido de café con nata, que estaba de muerte.
Para beber agua, y si quieres alguna otra cosa tienes que llevártela tú. De hecho, por la tarde Norber nos llevó en coche a un super cercano y aprovechamos para comprar algunas cosillas: cervezas, coca colas, patatas fritas, galletas...
Antes de cada cena nos reuníamos en el comedor para charlar y tomar algo mientras se acababa de preparar la cena. Lo de "charlar" era divertido, teniendo en cuenta que unos hablaban francés, otros italiano, todos medio chapurreabamos el inglés... pero la verdad es que acabas entendiéndote.
Norber nos comentó que otros huéspedes de la pensión iban a hacer uan excursión a Reef Island y decidimos apuntarnos. (no recuerdo cuánto costaba)
DÍA 10: VIERNES, 30 DE MAYO
A las 8:30 nos recogían para la excursión de Reef Island, así que a las 7:45h estábamos desayunando. El desayuno consistía en: zumos (naranja, piña, melocotón), café o infusiones, pan, mantequilla, mermeladas variadas, y algo de jamón york y queso. Como veis justito, pero más que suficiente.
La excursión de Reef Island te lleva en barco hasta la zona del arrecife. La verdad es que no entendíamos mucho de lo que decían los guías, pero lo pasamos bien. Primero paramos en un motu a hacer algo de snorkel en un jardín de coral, luego pasamos a la zona del arrecife, después andando hasta otro motu donde comimos la típica comida polinesia (pescado crudo a la tahitien, pescado a la parrilla, pollo con espinacas, pan de coco...) y las sobras se las dimos a los tiburones pequeñitos que se acercaban a la orilla! Después nos enseñaron a las chicas a hacer unos cestos con hojas, lo cual sinceramente me parece una soberana chorrada, pero bueno... participé, jj. Y ya por último cogimos de nuevo la lancha para una parada de snorkel en un sitio espectacular, llenísimo de peces! Esto último fue sin duda lo mejor de la excursión, que la verdad no es que sea una gran excursión. Aún así merece la pena hacerla porque tampoco hay mucho que hacer en Rangiroa si no es excursiones o buceo, jj.
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Sobre las 17:00h nos dejaron de vuelta en la pensión donde descansamos un poco y nos preparamos para la cena. Esa noche tocó: pescado crudo a la tahitien, mahi mahi empanado, carne con verduras y arroz. De postre... tarta de cumpleaños, ya que era el cumple de otro de los huéspedes!!
No sé si lo he comentado ya, pero el mahi mahi es un pez típico allí que es de la familia de la dorada y está riquísimo. En cuanto al pescado a la tahitien, aunque lo de crudo suena mal a priori, está muy bueno. Yo he vuelto de Polinesia siendo una aficionada al pescado crudo en sus todas sus versiones (sushi, carpaccio, etc.)
DÍA 11: SÁBADO, 31 DE MAYO
El sábado teníamos planificada la excursión a la Lagoon Blue, que nos habían recomendado hacer, pero amameció con un tiempo malísimo y la suspendieron.
Así que después de desayunar pasamos la mañana en el bungalow vagueando y sobre las 12:00h Norber nos llevó a una tienda de pareos porque otros huéspedes querían comprar alguno. Nosotros aprovechamos también para comprar y fue un acierto porque eran mucho más bonitos que los que vimos luego en Tahití.
Después nos llevó a comer a Atavaru, nuevamente al Chez Antoine. Esta vez compartimos un chow men y tomaos 2 coca colas. No recuerdo el precio exacto, pero andaría sobre los 2.000 XPF (unos 17 euros).
Después de comer tarde en la pensión. Un poco rollo el mal tiempo, pero bueno, descansar un poco siempre viene bien
Para cenar: pescado crudo a la tahitien, gambas con curry, atún rojo, y de postre helado. (no me acuerdo de qué era el helado, pero era de algo muy raro que aquí no hay... A ver si consigo acordarme qué era.)
DÍA 12: DOMINGO, 1 DE JUNIO
Nos levantamos pronto para la excursión de la Lagoon Blue, y parecía que no hacía muy malo. Pero volvieron a cancelarla... esta vez no por el tiempo, sino por la resaca... Resulta que el sábado hubo una competición de piraguas y parece ser que los guías de nuestra excursión se pasaron con la juerga, así que otro día sin Lagoon Blue. Nos temíamos que nos íbamos a ir sin conocerla.
Como alternativa Norber nos llevó a pasar la mañana en la playa del hotel Kia Ora. Al parecer las playas en Polinesia son públicas, así que no pertenecen al hotel. El hotel tenía una pinta buenísima. Muy muy chulo. Pasamos la mañana en la playa, aunque no nos acompañó mucho el tiempo.
Al mediodía Norber nos recogió y nos llevó a comer a la zona del puerto. Fuimos a Chez Lily, donde compartimos un pollo con verduras y 2 coca colas por 1.500XPF (unos 12,50 euros).
Por la tarde, tranquilos en la pensión y a preparar las maletas. Al día siguiente nos íbamos.
DÍA 13: LUNES, 2 DE JUNIO
El lunes era nuestro último día en Rangiroa, pero nuestro vuelo no salía hasta las 16:20h. ( y allí no hay que estar en el aeropuerto con la antelación de aquí... allí es como ir a coger un autobus, vas un poco antes y punto.)
Así que Norber lo organizó para que no tuviésemos que irnos sin conocer la Lagoon Blue. Nos recogieron pronto por la mañana y el barco nos llevó a la famosa Lagoon Blue, que efectivamente es un sitio espectacular; pero que sinceramente me pareció que no tenía nada que envidiar a Tahaa... Era ese mismo estilo de lugar paradisíaco... Merece la pena hacer la excursión sin duda. Pasamos la mañana haciendo snorkel y después comimos allí mismo la típica comida.
Después de comer, vuelta al barco para la última parada: baño con tiburones.
Lo cierto es que este baño con tiburones no tuvo nada que ver con el de Bora Bora. Si bien los tiburones de Rangiroa eran de los pequeñitos (de arrecife) daba mucha más impresión porque nadabas con ellos MUY cerca... yo me tiré al agua la segunda porque no me daba miedo, pero cuando empecé a verlos hacer círculos a nuestro alrededor... ahí ya me entró un poco... jajaja!! Desde el barco les tiraban peces y es impresionante verles de cerca comer y lanzarse todos a la vez a por los peces... Fue una pasada.
Eso sí, cuando volvimos a subir al barco les lanzaron los restos de peces de nuestra comida (un pez enorme...) y cuando les vimos saltar a por la raspa con esas fauces abiertas... si llego a ver eso antes no me meto al agua ni de coña... (a ver si consigo poner las fotos...)
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Una vez finalizado el bañito con tiburones, vuelta a la pensión, recoger las maletas y al aeropuerto... rumbo a Tahití, última parada del viaje.
Sobre las 17:20h llegamos al aeropuerto de Tahití desde Rangiroa. Allí nos recogieron para llevarnos al hotel Radisson Plaza Resort Tahití, ahora es el "Tahiti Pearl Beach resort". El hotel nos gustó mucho, pero tiene el inconveniente de que está situado a las afueras de Papeete, por lo que para ir al centro hay que coger o bien un shuttle que tiene el propio hotel (que la verdad no recuerdo muy bien cómo iba, pero no tenía mucha frecuencia) o pagar un taxi. Si vas a pasar tiempo en el hotel merece la pena, porque tiene acceso a una playa realmente preciosa y el hotel está muy bien.
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Nosotros llegamos ya tarde, subimos a la habitación (una Ocean View Suite, muy chula), nos duchamos, cambiamos y nos fuimos a Papeete a cenar. Como era tarde ya no había shuttle, por lo que pedimos en la recepción del hotel que nos llamasen a un taxi, y nos comentaron que otra pareja también quería ir a Papeete, así que compartimos un taxi con ellos y no recuerdo cuánto nos salió, pero no me pareció muy caro.
Fuimos a cenar a las famosas roulotes de la plaza Vaitape. Es un sitio curioso, donde se ponen unas cuantas roulotes de comida (una especie de food trucks que están tan de moda ahora, jj), pero no es comida para llevar, sino que tienen mesas en la plaza y te sirven en ellas. Comimos bien y no es caro, y comes al aire libre. Hay mucho turista, pero también locales, y el ambiente está muy bien. Es curioso y en mi opinión totalmente recomendable. Eso sí tampoco esperéis comida gourmet...
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Después de la cena, taxi de vuelta al hotel y a descansar.
DÍA 14: MARTES, 3 DE JUNIO
El martes era nuestro último día en Tahití y en toda la Polinesia y el último de nuestro viaje de novios (sin contar el larguísimo viaje de vuelta)... Y la verdad, aunque llevábamos fuera de casa desde el 11 de mayo (que se dice pronto...) yo me hubiese quedado todavía más tiempo...
Por la tarde teníamos reservada excursión, y por la mañana queríamos ir al mercado de Papeete a comprar algunos regalitos para llevar a la familia. Así que nos levantamos prontito y bajamos a desayunar. Desayuno del hotel riquísimo, como todos los que nos encontramos. Para ir a Papeete cogimos el shuttle del hotel que nos dejó en la plaza Vaitape.
El mercado abre a las 5:00 pero cierra también muy pronto, a las 17:00h, así que si queréis visitarlo tenedlo en cuenta. Yo había leído en el foro que merece la pena esperar y comprar los regalos en el mercado, ya que son mucho más baratos que en el resto de islas (pareos, camisas, aceite...). Así lo hicimos nosotros y efectivamente, era más barato que lo que habíamos visto en las demás islas.
En el mercado hay tanto "souvenirs" (aceites y jabones, flores de plástico, muñecas polinesias, pareos y camisas...) como comida (típico mercado de abastos). Es curioso, hay bastante bullicio y merece la pena pasarse aunque no compres nada.
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Después de la compra dimos un paseo por Papeete viendo la ciudad y cogimos el shuttle de vuelta al hotel. Como era pronto, nos pusimos el bañador y aprovechamos para darnos un bañito en la piscina. Tras el baño comimos algo ligero en el propio hotel, y nos preparamos porque a las 14:30h nos recogían para la excursión en 4x4 por el interior de la isla.
Merece la pena hacer la excursión, y creo que en contra de lo que he oído a mucha gente, sí merece la pena dedicar un par de días o 3 a conocer Tahití.
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Nosotros hicimos 2 noches (aunque realmente sólo tuvimos un día y un poco del anterior) y se nos hizo corto.
Si bien Papeete no es un sitio tan bonito como otras islas (es la capital administrativa y es "más ciudad"), la isla de Tahití tiene más que su capital. Tiene más superficie que otras islas, ya que es más "joven" (y por tanto, aún no se ha hundido tanto en el agua) y el interior de la isla es realmente el cráter del volcán, lo que hace que sea muy fértil y tenga una vegetación exuberante que merece la pena conocer. Nosotros hicimos la excursión de medio día sólo porque no teníamos más tiempo, pero creo que había mucho más que ver.
Acabamos la excursión viendo la puesta de sol en un mirador sobre Papeete, y la verdad fue una buena despedida.
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DÍA 15 y 16: MIÉRCOLES, 4 DE JUNIO y JUEVES, 5 DE JUNIO
Se acabó la Polinesia
EL LARGO VIAJE DE VUELTA:
Nuestro vuelo salió de Papeete a las 07:50h rumbo a París (donde llegábamos a las 17:00h del día siguiente (jueves, 5 de junio).
Aunque era un vuelo "directo" con Air France, hace escala en Los Ángeles para repostar, y te obligan a bajar del avión. Lo que es un rollo, porque allí te obligan a pasar por aduana... con el absurdo de responder a "¿cuánto tiempo va a quedarse en el país?"... "unos minutos... hasta que me dejéis volver a montar en el avión
Es un poco lío, y pierdes mucho tiempo, pero como vas todo el avión en bloque no tiene pérdida,jj... Eso sí, es importante tenerlo en cuenta, porque como entras en USA tienes que sacar el ESTA. Nosotros lo habíamos sacado porque antes de Polinesia estuvimos en USA unos días, pero aunque no vayas a quedarte y sólo pases por esa "escala" (que no es realmente tal, porque el billete lo compras como directo París-Papeete), da igual, necesitas sacar el ESTA.
Por fin llegamos a París (la verdad es que el viaje no se me hizo tan largo como me temía, ya que dormí bastante jj) y tras un pequeño retraso, cogimos el último vuelo París - Bilbao que nos llevó de vuelta a casa.
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Alguien que haya estado en Rurutu puede contarme? O los que hayáis estado en Moorea, ¿se suelen ver bien?
Graciaaas
Tengo una escala larga, de unas 9 horas en Tahiti y quería saber si conocen alguna empresa para hacer un pequeño tour o sino algún sitio cerca donde pueda salir a cenar o ver algún espectáculo.
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