5 DIAS EN ATENAS ✏️ Blogs de Grecia

Hoy hay suerte, sólo nos hacen levantarnos a las 7.30, y a las 8.10 ya nos están llamando por la megafonía del hotel, cuando faltan 15 minutos para la hora de la cita. Hoy nos recoge un autobús de Gran Star Hellenic en lugar de Artytours. Es un minibús donde ya espera una pareja. Nos lleva al hotel Stanley en Omonia, y nos deja a los 5 en la puerta. Allí ya hay gente esperando. Otros 15 minutos y aparece una guía y nos lleva a todos andando hasta una plaza tras el hotel, donde ya hay un autobús con otros pasajeros esperando. Hasta las 10 de la mañana no empezó el tour propiamente dicho. Consistió en parar en la plaza Sintagma 10 minutos a hacerse una foto con los ezvones, los soldados que hacen guardia en el Parlamento. Luego desde el autobús nos iba diciendo los edificios por los que pasábamos, sin parar en ellos (la academia, la biblioteca, la catedral católica). Media vuelta por la calle posterior, y al parking de la Acrópolis. La guía nos explicó los monumentos y lo que se veía desde lo alto. 15 minutos para hacer fotos y listo. A las 11.30 ya se había acabado la Acrópolis, y eso que ho había demasiada gente. Otra vez al autobús, a visitar el templo de Zeus derruido a los pies de la acrópoli. Otra foto en el estadio panatenaico (desde fuera) y se acabó el tour a las 12.30. Debe ser el récord mundial. Como la mitad del autobús queríamos ver el museo arqueológico nacional, la guía nos informó (erróneamente) del horario, cuando hay un horario especial de verano. Además, se bajó del autobús nada más acabar el tour, en Syntagma, y le dejó encargado al conductor nos llevara al museo (a lo mejor 5 minutos en el autobús). Pues el buen señor (que no hablaba español) nos llevó a Omonia y nos bajó allí. Tuvimos que andar toda la avenida 28 de octubre hasta el museo, además a buen paso ya que nos había informado que cerraba por la tarde y no iba a dar tiempo a visitarlo. Esta visita es altamente recomendable por su interés y por contener las piezas originales, por ejemplo de la máscara de Agamenón. También la colección de vasijas, con sus diferentes formas y colores, es espectacular. Y la estatua de Zeus de bronce.
Tras esta visita ya eran las cuatro de la tarde, anduvimos hasta la estación de metro de Victoria y de allí a Monastiraki, a comer algo y ver más cosas como las iglesias, el ágora romana (la entrada de la acrópolis vale para cuatro días y te la van sellando. 12 euros. Puedes entrar en la acropolis, el ágora romana, el ágora griega). También buscamos la linterna de Lisícrates y paseamos por las calles de Plaka, llenas de tiendas (se puede regatear).
Se nos hizo tarde y volvimos a nuestro sitio de comida preferido. En Monastiraki te piden por un gyros 12 euros tranquilamente. Hay bastante gente por las calles.
¡Sorpresa! Es domingo por la noche y está cerrado el local. Nos deja planchados. Sólo vemos abiertos los sitios que son cadenas, como el pizza Hut.
Volvemos a subir a la terraza a ver las vistas, y a dormir (o a intentarlo).

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Como gracias a muchos compañeros de esta web y sus diarios y comentarios, ya me había empapado de Atenas, este día el tour lo hicimos nosotros solos.
Hoy tenemos la mañana libre hasta que salga nuestro avión. Como no hemos tenido noticias de a qué hora nos vienen a buscar, y en recepción del hotel no hay mensajes para nosotros, llamamos a la guía de Star Hellenic a preguntar. Nos dice que a las 17.30 nos recogen en el hotel. Bien, tenemos toda la mañana y un poco de la tarde para ver Atenas.
Nos vamos al metro de Ambelopiki y nos bajamos en Syntagma. Ahora andando, recorremos la avenida donde está la Academia, que se puede visitar, la biblioteca y la universidad. Es curioso ver los capiteles de las columnas pintados de colores, tal como tenían los antiguos griegos.
Nos la recorremos entera, hasta la calle Eolo, y la cogemos hacia Monastiraki. Pasa por el mercado, muchas tiendas, ruinas, el Banco de Grecia, hay mucha gente común comprando, no turistas, y los precios son más económicos que en Monastiraki.
En Monastiraki buscamos los pies de la Acrópolis, para visitar el ágora griega que vimos desde lo alto. Hay dos calles paralelas, una de tiendas y la siguiente (la más próxima a la colina) de restaurantes. En la de restaurantes está la entrada al ágora. Hay muchas ruinas, un edificio restaurado que hacía de mercado, y el templo de Hefesto, el mejor conservado de todos los que tienen a pesar de estar quemado, ya que tiene todas las columnas e incluso conserva el techo.
Tras visitar el ágora, vamos a hacer el turista en los restaurantes, y nos clavan 35 euros por cuatro croquetas y empanadillas y un (1) brazo de pulpo a la parrilla. ¡Menos mal que estaba recomendado por trypadvisor! Más valía haber comprado fruta en uno de los muchos puestos que hay.
Después de otra vueltecita por las tiendas, nos volvemos al hotel en el metro.
Cuando ya pasaban 15 minutos de la hora acordada me estaba poniendo nervioso. Todos los días nos llaman antes de tiempo y cuando hay que coger un avión llegan tarde. Por fin llega el mismo taxista que nos trajo del aeropuerto al hotel y nos dice que en 10 minutos más llega la señora María. La señora María llegó a las 18.00 horas, pero no la conocíamos de nada. Resulta que hay hasta cinco señoras Marías en la empresa, y nos dice que qué prisa teníamos si ella tiene apuntado que nos recoge a las 18.15. Otro éxito de Star Hellenic.
Esta señora María nos dio muchas explicaciones, que había mucho trabajo, bla bla bla. Pero por lo menos nos acompañó todo el tiempo hasta que facturamos las maletas y se aseguró de nuestro embarque. Era el trato que me hubiese gustado recibir todo el viaje.
Conclusión: No mereció la pena comprar el viaje como un todo, donde se nos dio el hotel que quiso la organizadora, ni las excursiones, que se pueden comprar por internet desde España (por ejemplo, la panorámica de Atenas, con la acrópolis y el nuevo museo, que no vi ni en foto, con una duración de 5 horas, cuesta 50 euros, incluyendo la entrada a la acrópolis de 12 euros), ni siquiera el traslado aeropuerto-hotel-aeropuerto (50 euros por trayecto en un coche para ti solo). Comprarlo todo junto supuso un sobrecoste de 300 euros, que a algún bolsillo habrán ido.
Hasta el próximo viaje, y perdonadme los errores ortográficos.

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