10 Días En Sicilia ✏️ Blogs de Italia

No queríamos irnos de Palermo sin visitar las Catacumbas de los Capuchinos, así que aprovechamos esta mañana para acercarnos,
La entrada eran 3€ aproximadamente y no se pueden sacar fotos (todo el mundo lo hacía, hasta que alguien habló por un megáfono para decir que no se podía... nosotros nos cortamos un poco. Aunque fuimos tontos porque todo el mundo seguía dale que te pego).
Hay algunas momias que son realmente sobrecogedoras.
Las más antiguas son del año 1500!!
Las dos momias más famosas son una de una niña que está en perfecto estado de conservación (increible, da casi miedo) y el "Gigante" un hombre que debería medir 1 metro 80 y algo, que para la época era una inmensidad...

Después de esta visita, comimos nuevamente en la Piazza Marina, en el restaurante del primer día y nos fuimos a lo que en principio iba a ser la Reserva de lo Zíngaro.
Pero una vez nos fuimos acercando, algunas carreteras estaban cortadas, otras eran de difícil acceso, el gps se perdía... así que acabamos en una de cántaros (llevaos escarpines, siempre vienen genial).
Creo que por la situación en la que estábamos pertenecía a Scopello, pero no sabría decir. Al final perderse un poco también tiene su encanto.
Nuevamente, nos sentamos a echarnos una siestecita reparadora en dos hamacas y nadie vino a cobrarnos... una maravilla, vamos!
Estuvimos hasta tarde en esa playa y pensábamos ir a ver Monreale, pero había leído que tenía poco más que la catedral. Así que entre eso y el atasco que pillamos a la entrada de Palermo, al final decidimos rajarnos.
Un poco cansados ya fuimos al apartamento a acicalarnos y salimos a cenar. Adivináis dónde? sí, otra vez a la Plaza Marina y al mismo restaurante... se nota que nos encantó! además nos pillaba tan cerca que no teníamos ni que pensar. El encargado ya se reía cuando nos vio y nos trataron genial.

Después de cenar dimos una vuelta por el puerto, bastante animado esa noche con música en directo.

---

Tocaba abandonar Palermo y este era uno de mis días preferidos antes de llegar a Sicilia.
Estaba como loca por ver el Valle de los templos, además, la idea de ir de noche ya me encantaba. Pero bueno, no adelantemos acontecimientos...

Salimos sobre las 10 y pico de la casa en dirección Corleone.
Nosotros no encontramos el famoso cartel, por lo tanto nos quedamos sin foto.
Pero sí que paseamos por este pueblecito de montaña que es de lo más agradable.
Hay mil iglesias por todos los lados y tiendas de recuerdos en las que se puede encontrar todo el merchandising de El Padrino que existe, jeje.
Decidimos pasar a una tiendecita, como de ultramarinos y comprar embutido para hacer unos bocatas y comerlos de camino.
Increibles los precios del embutido!!! 300gr de jamón york salieron a casi 5€

Nuestro siguiente destino era Scala dei turchi. Otra de las visitas que más me emocionaba!
Cuando se llega en coche se tiene que aparcar prácticamente en la carretera, nosotros tuvimos suerte y encontramos un hueco libre en el acceso a la playa.
Antes de ir, debéis tener en cuenta que hay que bajar (y lógicamente, después subir) MUCHAS escaleras, con escalones MUY altos y bajo un sol de justicia... resulta un poco agotador.
Los que no estén muy bien de salud o vayan con niños pequeños y mil bultos, deben tener en cuenta que los accesos no son nada fáciles.

Al bajar todas las escaleras hay un chiringuito y bastante playa.
Siguiendo más adelante, nos encontraremos con la "Scala". En la época en la que fuimos nosotros hay mucha gente y las fotos no quedan tan bonitas, pero creo que merece la pena.
En esta playa nosotros llevamos escarpines porque habia una parte grande con muchas rocas, que era donde estábamos nosotros. Creo que nunca está demás llevar un par, puesto que en casi cualquier playa puedes encontrarte con rocas grandes que dificulten los baños.

Echamos ahí casi todo el día y sobre las 16:30-17:00 fuimos para Agrigento.
El trayecto solamente fue media hora, así que tuvimos tiempo de sobra para llegar a nuestro B&B, hacer el checking, ducharnos e irnos.

El B&B se llama Terraza sul Rabatto y a nosotros nos encantó.
Si bien la entrada al portal es un poco cochambrosa y piensas "ay Dios, dónde me he metido!?", al entrar te tranquilizas.
Las habitaciones están perfectas y nuevas, hay wifi que va rápido y perfecto, la dueña es amabilísima y nos dio muchas recomendaciones y el confort de la habitación está muy bien. El precio no llegó a 50€ por una noche en habitación doble.

Hay autobuses que llevan al Valle de los templos que como es de esperar está a las afueras de Agrigento. Sin embargo, nosotros preferimos el coche.
Sobre todo porque queríamos llegar cuanto antes para pillar la puesta de sol (llegamos sobre las 19:45h y se nos hizo un pelín tarde para poder hacer más fotos con esa luz tan especial).
El precio del parking creo recordar que fueron 2€ (hay máquina, no gorrillas) y la entrada individual para el Valle 10€.
Me alegra poder decir que fue súuuuuuuuper especial esta visita. Como ya he dicho, era una de las cosas que más me entusiasmaba ver, pero es que una vez allí, las vistas colmaron con creces mis expectativas.
El primer templo que vimos fue el de Hera, con la luz del sol se veía precioso.
Siguiendo por el camino, se va a parar al templo de la Concordia que es el mejor conservado (y enorme!) y acabando esa parte, se termina en el Templo de Heracles.
Hay que salir del recinto e ir a ver el resto de ruinas cruzando una carretera, mientras tengáis vuestro ticket, no tendréis problema.

Por cierto!!! llevad Relec, Autan o cualquier repelente de mosquitos que tengáis. De verdad... me lo agradeceréis!!! MUCHO!!!
Yo habría regalado cualquier cosa a quien me lo hubiese dicho, porque no caí y en 30 minutos tenía como 15 picaduras. En serio... 15!! a la mañana siguiente me encontré alguna más...

Salimos bastante tarde del Valle y fuimos a cenar a un sitio recomendado por unos amigos que lo vieron en Trip Advisor.
Está en Agrigento en la Via Atenea, 240.
El restaurante tiene dos plantas y nos tocó una mesa con terraza y vistas al Valle de los templos. Las pizzas están buenísimas!!!

Por cierto, aquí fuimos andando, no es recomendable meterse por medio de Agrigento con el coche, son calles muy pequeñas y con mucho coche. Merece la pena ir a pie y hacer algo de turismo.

---

Por la mañana estuvimos dando una vuelta por la zona de nuestro B&B en Agrigento.
Nuestra idea era por Ragusa, Módica y Noto antes de llegar a Siracusa. Quizá ver las 3 era demasiado, así que preguntamos a la dueña del B&B qué era lo que más nos recomendaba.
Se le pusieron los ojos como platos cuando le dijimos nuestro plan y nos recomendó encarecidamente que fuésemos hasta Catania para luego bajar hasta Siracusa en vez de lo que parecía que era "atravesar". Nos comentó que esa carretera era malísima y que se perdía muchísimo tiempo.
Al parecer había que pasar por todos los pueblos y además, solía haber tráfico. Así que pensamos que mejor hacer caso a los lugareños y subir hasta Catania, donde pararíamos a comer y después iríamos hasta nuestro hotel en Siracusa.

Desde nuestro hotel a Catania fueron unas 2 horas de viaje, la carretera estaba llena de obras y esto ralentizaba la marcha. Por suerte, apenas había coches en la carretera.
Era domingo, así que no tuvimos problemas para aparcar ya que era gratuito. Dejamos el coche cerca de un mercado de pescado (que ya estaba cerrando cuando llegamos) que estaba en la entrada del centro de la ciudad.

Había oído que ni fu, ni fa con Catania. Así que mis expectativas eran bastante bajas. Quizá por eso me gustó bastante más de lo que me pensaba.
Estuvimos paseando por el centro, todo peatonal.
La catedral nos gustó mucho y, como eran cerca de las 14:00 no había apenas gente. Íbamos paseando casi solos por sus rincones.
Eso sí, se notaba más calor que en el resto de Sicilia.

Catania ha sido devastada en varias ocasiones a lo largo de la historia por erupciones del Etna, seísmos, etc. y otras tantas ocasiones ha sido levantada de nuevo. Ya tiene mérito.
El asfalto de la ciudad está hecho con lava del Etna. Eso es saber sacar provecho de las tragedias!

Comimos en un restaurante que recomendaba nuestra guía "La collegiata". Está en la Via Collegiata, al lado de la Basílica della Collegiata. Toma redundancia! así seguro que no se os olvida el nombre
Un sitio barato y sobre todo buenísimo. Compartimos una pizza y un plato de pasta y estaba...

Tras dar una mini vuelta con todo el sopor de la comida y el calor, decidimos ir cuanto antes a Siracusa.

Nuestro hotel estaba situado a las puertas de Ortigia, en el Corso Umberto I 112. Su nombre era Casa Mia.
Escogimos este hotel porque según su descripción en Booking, tenía parking.
Nuestra sorpresa fue enorme cuando al llegar nos dijeron que solo había dos plazas reservadas a los clientes del hotel ENTERO que además estaban en la calle. Así que solo podías aparcar si al llegar se te aparecía la Virgen y uno de esos dos sitios estaba disponible. Mal...
Es cierto que no nos costó aparcar en exceso... pero también es verdad que ya era septiembre. En pleno agosto y todo lleno de turistas, habría costado bastante más.
Nos dieron un mapa nada más llegar y nos explicaron qué calles eran gratuitas y cuáles eran para residentes o de pago.
Al día siguiente de llegar era lunes y por la noche las posibilidades de aparcar se reducían. Todos los lunes se hace limpieza por la noche de las calles y deben estar libres de coches.

Hicimos el checking y no pudimos evitar la tentación de echarnos una siestecita... se notaba ya el paso de los días y tanto trote. La habitación perfecta, por cierto.
Al despertar nos dimos una duchita y salimos a ver Ortigia y solo puedo decir...
Es una ciudad encantadora!!!!
Al entrar ya se notaba el movimiento de gente, había un mercadillo artesanal, calles con tiendas, puestecitos...
Todo esto rodeando las ruinas del Templo de Apolo.
Es una pena porque se nos hizo tarde y ya no estaba esa hora mágica que tanto nos gusta con el sol a punto de esconderse. Ya estaba todo más oscuro, aún así, fue genial.
Fuimos subiendo hasta Piazza Archimede, muy bonita de noche.
Seguimos andando hasta la plaza del Duomo... PRECIOSA!
Una explanada grande llena de gente, terrazas donde tomar algo, restaurantes... nos encantó.
Seguimos un poco más abajo por la parte derecha de la plaza y encontramos sin querer un garito-restaurante que estaba algo escondido. Como por dentro de un portal y todo a oscuras. Era un buffet de mini pizzas, ensaladas y aperitivos.
Por 8€ cenamos lo que quisimos. Además la terracita estaba decorada preciosa. Velas, mesitas de estilo parisino....
Después de cenar nos tomamos un mojito en el mismo sitio y seguimos con nuestro paseo por la isla.
Llegamos hasta la fuente Aretusa, muy animada también.
Y vimos un concurso de bailes de salón en medio de la calle, muy divertido!

De vuelta al hotel, fuimos por una calle paralela con tiendas de souvenirs, restaurantes, etc.

---