Abuelos viajeros, aventura en Perú ✏️ Blogs de Peru

¿Ancianos? Es solo una etiqueta que nos da el hecho de tener 4 hijas y 7 nietos, algún pequeño problema de salud, nada grave, y pese a ello el espíritu de dos muchachos de 20 o 30 años.

Fuimos padres por primera vez antes de la veintena, lo que truncó por completo cualquier fantasía viajera de conocer nuevos horizontes. Peñíscola, Benidorm, Salou, San Sebastián o la costa gaditana, habían sido año tras año nuestras repetidas y monótonas vacaciones anuales.

Habíamos acompañado en muchas ocasiones, aunque solo fuese espiritualmente, a nuestras hijas en sus viajes, planificando con la ilusión que solo unos padres pueden poner en una aventura que finalmente siempre les dejaba en tierra.

En todas y cada una de sus salidas por varios países, les habíamos llevado y recogido del aeropuerto, siempre conversando sobre la sensación agridulce, que deja, el hecho de no poder hacerlo nosotros, al menos una vez en esta vida.

No podíamos quejarnos, es la vida que habíamos elegido vivir, viajar a través de ellas.

A principios de 2014 coincidiendo con nuestras Bodas de Oro durante el transcurso de una inolvidable reunión familiar todo cambió, recibimos un regalo de nuestras hijas y yernos en forma de escueto mensaje en un sencillo sobre, "Vale por un viaje al lugar del mundo que deseéis".

Solo recordarlo hace que un escalofrío recorra mi espalda, algo habíamos hecho bien durante todos estos años, finalmente seríamos nosotros los que partiríamos, los que a nuestro regreso compartiríamos aventuras. Nosotros que ya lo habíamos dejado para otra vida. Sin embargo nadie imaginaba lo preparados que estábamos para esto.

Un hijo no se imagina hasta que punto un padre se preocupa cuando este viaja. El día que la mayor de nuestras hijas que ahora tiene 48 años hizo su primer viaje a Italia hace ya casi tres décadas, inundamos nuestra casa con libros (no existía internet), que estudiamos hasta el hartazgo para asegurarnos en la medida de lo posible que su viaje saldría bien.

Desde entonces, año tras año, hemos recorrido los 5 continentes desde nuestro sofá, primero a través de libros y guías de viajes, después leyendo diarios de viaje y consejos en foros como este, a los que no podemos estar mas agradecidos. Este diario es nuestra pequeña contribución y forma de decir GRACIAS A TODOS por compartir con nosotros durante todos este tiempo vuestras extraordinarias vivencias.

Pido disculpas por recrearme tanto en el preámbulo de nuestro humilde diario, prometo rodeado de apuntes e inmerso en recuerdos como estoy, tratar de no extenderme demasiado en este relato.

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Nuestro itinerario

Teníamos nuestro viaje aunque solo fuera en una nota y tanto tiempo como cualquiera pueda desear para planificarlo todo (ya estamos jubilados) así que después de conversarlo en la intimidad de nuestra alcoba, dimos a todos la primera sorpresa, no queríamos un viaje organizado y contratado en una gran agencia de viajes como nos proponían. Viajaríamos por nuestra cuenta y riesgo, no íbamos a desperdiciar esta oportunidad de hacer lo que siempre habíamos deseado, permitiendo que nos llevaran como ovejas en un redil administrando nuestro tiempo a su antojo.

El destino estaba decidido. Sin siquiera haber pensado en ello como una opción real, en nuestras conversaciones siempre habíamos deseado viajar al Perú, un país que dos de nuestras hijas ya habían conocido y del que sabíamos lo suficiente para no tenerle demasiado miedo.

El presupuesto nos lo proporcionó El Corte Inglés pues nos basamos en un presupuesto de uno de sus programas de viaje, pero, al hacerlo por nuestra cuenta, podríamos extender la visita algunos días e incluir muchos lugares que ellos no ofrecían. Pernoctar en pequeños hoteles muchos de ellos con un encanto muy muy especial, hicieron de este viaje algo todavía mas placentero. Al viajar, a nuestro inexperto juicio, hay que tratar de evitar las cadenas hoteleras y tours "todo incluido", puesto que deshumanizan por completo el viaje.

Nos costó, no poco tiempo superar el miedo de nuestra familia a que viajásemos de esta manera, pero debíamos darle una lección sobre todo a nuestros nietos, de que la edad, no debe ser nunca un factor que limite cualquier propósito que tengan en esta vida y creo que lo logramos, han comenzado a mirarnos con otros ojos.

Primero recorreríamos un poco el norte del país partiendo desde la frontera con Ecuador. Vuelo de Lima a Tumbes y por carretera Tumbes, Piura, Chiclayo, Chachapoyas, Cajamarca, vuelo a Lima.
Nuestra segunda etapa recorrería el sur del país. Vuelo Lima Tacna y por carretera Tacna, Arequipa, Cuzco.

De esta manera nos dimos el gusto de cruzar tres fronteras, logrando poner nuestros pies en 3 países, Perú, Ecuador y Chile (por poco no nos desviamos a Bolivia solo para pisar un cuarto país) aunque solo fuera unos minutos. Ahora si nos podemos morir tranquilos.
*** Imagen borrada de Tinypic ***
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Lima, el comienzo de nuestra aventura

Llegamos a Lima un 3 de Octubre, fecha en lo personal histórica e irrepetible tras casi 13 largas horas de vuelo y nos sorprendió al sobrevolar la ciudad no solo su tamaño si no la cantidad de viviendas precarias que dan la bienvenida al viajero que llega desde las alturas. Sin embargo el aeropuerto de la ciudad, aunque no demasiado grande, es moderno y sobre todo se recibe una atención que ya la quisiera para si el aeropuerto de Barajas. Allí nos estaba esperando el señor Baldi, única decisión que permitimos tomar a nuestras hijas. Y es que, el hotel en el que íbamos a pasar 3 días en el barrio de Miraflores fue reservado por ellas y envió un taxi de confianza a recogernos.

Miraflores no es exactamente la medida de lo que es Perú, ni siquiera una muestra de Lima. Se trata de un barrio comercial, para nada pintoresco pero que destaca por su seguridad. Nosotros estuvimos alojados en el Hotel Antigua ninguna queja, un buen servicio por un precio razonable.

El primer día fue de descanso, apenas salimos unos minutos para pasear por los cuidados miradores que están habilitados sobre el océano pacífico.

El segundo día visitamos el casco histórico de Lima, un taxi nos llevó hasta la plaza central por 15 soles. Aunque esta, lucía muy bien conservada, al pasear por las calles aledañas, comenzamos a disfrutar de la verdadera ciudad, un mar de gente, vetustos edificios señoriales que, aunque en mal estado, se encontraban hacinados de restaurantes y comercios, un desorden que a nuestros ojos resultó de lo mas exótico y atractivo.

Tal y como nos recomendaron antes del atardecer regresamos de nuevo hasta el barrio de Miraflores, puesto que el centro de la ciudad, se convierte en un lugar no demasiado seguro, una vez caen las últimas luces del día. En cualquier caso, para quien tenga tiempo para destinar algún día a la capital del país, merece la pena dar un paseo por la que algún día fue la Ciudad de Reyes, caminar un rato entre estos antiguos edificios deja entrever la importancia que tuvo en algún momento esta hermosa aunque desorganizada ciudad.

El último de nuestros días en la ciudad nos desplazamos hacia La Punta, en el barrio del Callao, el mismo donde se encuentra el aeropuerto. Conocíamos este lugar por las fotos que años atrás nos había mostrado una de nuestras hijas, pues allí es posible bañarse con leones marinos. Este lugar fue levantado por inmigrantes italianos y por encontrase allí la marina de guerra peruana, resulta muy seguro pasear por sus calles de pequeñas y cuidadas casitas. Para nosotros el verdadero objetivo de ese día, era el viaje de 1 hora que hay para llegar hasta La Punta puesto que se atraviesa uno de los barrios mas humildes de Lima, lo que permite, aunque sea a través de las ventanas del coche, vislumbrar la realidad de una ciudad en el que las desigualdades económicas son enormes, sin duda una manera de darse cuenta la enorme suerte que tenemos, pese a todo, en nuestras vidas.

El taxi desde Miraflores hasta La Punta, nos cobró 30 soles, misma cifra que pagamos para el regreso. A pesar de no incluir un baño con los leones marinos pues ya no estamos para eso, nos encantó en este último día disfrutar de la tranquilidad de este rincón de la ciudad, que parece un pequeño país aparte de todo. Ya estábamos listos para comenzar un nuevo viaje.

¿Donde dormir en Lima? Le damos un 7 al Hotel Antigua Miraflores www.peru-hotels-inns.com. Cuenta con todas las comodidades pero a nuestro juicio no es necesario pagar tanto, ya que las calles de este barrio están atestadas de hoteles.
*** Imagen borrada de Tinypic ***
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