PUGLIA: EL TACON DE ITALIA ✏️ Blogs de Italia

Decidimos conocer las playas de la zona de Pescoluse. Después de varias intentonas, y muy a nuestro pesar, decidimos sacrificar la belleza de las playas atestadas de tumbonas y sombrillas por una playa local en Torre Pali, quizá no tan espectacular pero eso sí, mucho más tranquila. Por la noche fuimos a visitar a unos amigos a Santa Maria de Leuca.

Esta es la población que se encuentra más al sur del tacón del país, en la que confluyen dos mares, el Jónico y el Adriático. Nos pareció una población muy elegante con casas indianas preciosas y el típico paseo de pueblo pesquero que se convierte en el punto de encuentro vespertino. En lo alto hay un monasterio desde el que hay una vista muy bonita del pueblo.

Cenamos unas megapizzas que tenían 50cm de diámetro. Esa noche fue imposible dormir con tanta masa en los estómagos, pero estaban tan ricas…

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Al día siguiente nos dirigimos a Otranto, una población costera recomendada en todas las guias. Desde Matino lo más fácil es coger la carretera que lleva a Maglie, desde donde indica ya claramente Otranto. Al haber obras en la carretera nos llevó algo más de una hora pero es un trayecto que no se hace largo. En Otranto aparcamos fuera de la parte medieval (si estás dispuesto a caminar unos 7-10 minutos el parking es gratuito) Antes de entrar por el arco a la antigua Otranto se atraviesa un paseo con bancos y varias cafeterías que queda a la izquierda de la playa local. El color del agua no decepciona. Una variedad de tonalidades de azul que es una maravilla.


Tras un desayuno en el paseo nos adentramos en la ciudad amurallada. Otranto es junto con Alberobello la población más pintoresca que visitamos en este viaje. Hay que dejarse perder por sus callejuelas salpicadas como no, de tiendas de souvenirs, ristoranti y varias boutiques estilo boho-chic.


Me llamó mucho la atención la cripta de la catedral que parece la hermana pequeña de la mezquita de Córdoba.


Como el sol empezaba ya a apretar y nos sentíamos satisfechos con la visita cultural decidimos que ya era hora de ir…a la playa!!! Antes de salir de Otranto compramos una sombrilla para asegurarnos algo de sombra fuera donde fuéramos. A unos pocos kms al norte de Otranto empiezan los desvíos hacia las playas. A mi me había encantado una foto que vi de la Baia dei Turchi, que se encuentra en la zona de los LAGOS ALIMINI (son dos, uno grande y uno pequeño) Después de unos 3km por un camino de piedras llegamos a un parking donde finalizaba el trayecto. No queda más remedio que pagar (unos 4 o 5€) y esperar que la playa valga la pena, porque todavía nos quedaría una media hora entre pinares hasta alcanzar la famosa Baia. Menos mal que llevábamos agua y algo de fruta porque no tenía pinta de haber ningún chiringuito en esa zona. Las primeras playas que alcanzamos están abarrotadas de gente


y a medida que seguimos avanzando la cosa cambia poco. Habiendo renunciado a Baia dei Turchi por estar llena, llegamos a una playa donde encontramos no sólo espacio sino algo de sombra! Y allí nos plantamos.


El agua sigue siendo espectacular y muy muy caliente, y es que estamos viviendo una ola de calor que hace 40 años que no pasaba (o eso nos dicen los lugareños) En esta playa (si no me equivoco se llamaba spiaggia Alimini) hay un chiringuito decente y horror!! Comienzan de nuevo el ejército de sombrilla-hamacas-sombrilla…nosotros nos colocamos en una de las puntas y disfrutamos de la spiaggia libera con nuestra flamante nueva sombrilla.
Tras unas horas en la playa y una ración decente de pulpo, cogimos la carretera de la costa dirección Santa Maria de Leuca (recordáis que os dije que allí se unían dos mares?) ya que según decían es un trayecto escénico a lo largo del mar Adriático. Atravesamos Otranto, Porto Badisco y Santa Cesárea Terme, a lo largo de unos 40-50km. La vista es bonita, hay pocas playas y bastantes rocas y acantilados. Podíamos haber llegado hasta Santa Maria de Leuca pero como ya la habíamos visitado y estábamos algo saturados de coche cogimos una carretera interior de vuelta a Matino. Atravesamos Specchia, uno de los pueblos que había leído valía la pena parar, y aunque nosotros sólo la vimos desde el coche, me dio la sensación de que esos comentarios eran totalmente acertados. Queda pendiente junto con Monópoli para la próxima visita a Puglia

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Jornada de playa 100%.
Nos dirigimos a Gallípoli y tras perdernos varias veces para encontrar el desvío hacia Porto Cesareo, cogemos la costa que une estas dos ciudades. La carretera no es de las peores (o quizá es que para entonces ya nos habíamos habituado) y va alternando el paisaje playero con pinares.

Porto Cesareo es un núcleo turístico con una bahía que te deja sin habla cuando la imaginas sin las ya cansinas hordas de sombrillas y hamacas y tras pensárnoslo medio segundo decidimos proseguir más hacia el norte. Alguien nos recomienda Porto Prosciuto y allí que nos vamos.

Nos vamos adentrando por caminos de piedras que llevan a diversas playas hasta que encontramos una donde instalarnos unas cuantas horas y con poca gente. Amenaza tormenta pero sólo cayeron 4 gotas que dejaron más sensación de calor, si cabe que antes.

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