![]() ![]() Viajar a Grecia en tiempos revueltos. ✏️ Blogs de Grecia
Relato de un viaje a Grecia (Atenas, Peloponeso, Delfos, Meteora y varias islas) que se desarrolló de una manera muy diferente a la que habíamos planificado en un principio al coincidir con las huelgas y las protestas de los griegos por los recortes y el rescate de 2011. Un viaje que parecía gafado, pero del que guardo un estupendo recuerdo. Espero que pese a los años transcurridos pueda ser de utilidad porque los escenarios son de los que no pasan de moda.Autor: Artemisa23 Fecha creación: ⭐ Puntos: 5 (20 Votos) Índice del Diario: Viajar a Grecia en tiempos revueltos.
01: Preparativos de un viaje a Grecia que parecía gafado.
02: Atenas (I): Acrópolis, Museo, Ágora griega, Templo Zeus Olímpico...
03: Canal de Corinto, Teatro de Epidauro, Tumba de Agamenón y Micenas.
04: Olimpia, Patras, Lepanto y llegada a Delfos.
05: Delfos, Monumento Batalla Termópilas y Kalambaka en Meteora.
06: Meteora: su sorprendente paisaje y sus monasterios.
07: Atenas (II): Museo Arqueológico, Monastiraki, Filopapo, Likabetos...
08: Crucero por las Islas Griegas: Mikonos.
09: Crucero por las Islas Griegas: Kusadasi y Éfeso (Turquía).
10: Crucero por las Islas Griegas: Patmos.
11: Crucero por las Islas Griegas: Rodas.
12: Crucero por las Islas Griegas: Palacio de Cnosos en Creta.
13: Crucero por las Islas Griegas; Santorini, la postal del Egeo.
14: Atenas (III): Fin del viaje y conclusiones.
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Etapas 10 a 12, total 14
![]() Crucero por las Islas Griegas: Patmos.Después de visitar Éfeso por la mañana, volvimos a aguas griegas y fuimos hasta la isla de Patmos, en donde visitamos la Cueva de la Revelación y el Monasterio de San Juan el Teóologo, donde fue escrito el Libro del Apocalipsis. Luego dimos una vuelta por la playa del puerto de Skala.
DIA 8 EN GRECIA. ISLA DE PATMOS, ESCALA DE TARDE.
Tras dejar Kusadasi. emprendimos travesía entre un sin fin de islas griegas frente a las costas turcas, por el llamado Dodecaneso, crisol de culturas por donde anduvieron egipcios, caballeros templarios, otomanos e italianos.
Navegación.
![]() Nuestra primera escala en este archipiélago fue en la isla de Patmos, que exhala un aire místico especial. Estuvimos diligentes a la hora de apuntarnos a la lista de desembarco para poder bajar pronto, una vez que lo hubieran hecho los que habían optado por las excursiones organizadas, ya que nuestro crucero no utilizó el muelle de amarre de los ferries y se quedó fondeado en el mar. Teníamos toda la tarde para ir por nuestra cuenta y sin prisas. Mientras esperábamos nuestro turno, desde la cubierta del barco podíamos contemplar una buena parte de la isla, cuya capital, Hora, aparecía en la cresta de una colina, coronadas sus casas blancas por la inmensa mole del Monasterio de San Juan el Teólogo.
Hora y el Monasterio de San Juan el Teólogo.
![]() El paisaje de la isla visto desde el mar parece bastante árido (luego no lo es tanto), pero forma bonitas calas y en contraste con el azul del mar resulta muy agradecido para la fotografía.
![]() Una vez en el muelle, fuimos hasta la parada de taxis. En esta ocasión preferimos ir por nuestra cuenta, sin compartirlo, porque con el que vas, luego vuelve a recogerte y no queríamos depender en horarios con otras personas, que cada cual tiene sus gustos y sus prioridades. Creo que nos costó 20 euros el taxi, ida y vuelta. La excursión organizada costaba más del doble por persona.
Puerto y población de Skala.
![]() En cinco minutos, el taxi ascendió por la ladera de la montaña como si llevara un cohete en el tubo de escape. ¡Madre mía, qué velocidad! Era lógico, la fila de cruceristas era considerable y cuántos más viajes hicieran, más recaudación. Nos dio unas instrucciones para hacer las visitas y el tiempo aproximado que íbamos a emplear, y quedamos en que nos recogería en un punto concreto para devolvernos al puerto. Todo perfectamente planificado, nos dio tiempo de todo sin que nos sobrara demasiado: ningún problema. Esta excursión se puede hacer perfectamente por libre. Por cierto que también es posible subir a pie, por un sendero; pero las escalas de los cruceros no dan para esos lujos que a nosotros tanto nos gustan. En fin, no se puede disfrutar de todo en las vacaciones.
Skala y parte de la isla desde la carretera que sube hasta Hora y el Monasterio.
![]() Primero fuimos por un camino hasta la llamada Cueva del Apocalipsis, donde dice la leyenda que Dios se apareció a Juan para que escribiera el Libro de las Revelaciones o el Apocalipsis, en el cual se dice que este hecho tuvo lugar cuando fue exiliado a Patmos por el emperador Domiciano en el año 98. Los hay que aseguran que se trataba del apóstol San Juan, el Evangelista, pero eso es poco probable porque entonces ya sería muy anciano. Aparte de estas teorias, en el interior vimos la roca que el santo utilizaba como almohada y la fisura en el techo entre la cual escuchó la voz de Dios. Como en todos estos lugares, hay tiendas con objetos religiosos y recuerdos.
Volvimos a la carretera y seguimos hasta el Monasterio. Por cierto que nos encontramos con un frondoso bosque de pinos que no habíamos vislumbrado desde el barco. A esta altura, desde el mirador, la isla presentaba un aspecto realmente precioso.
![]() El Monasterio de San Juan el Teólogo es enorme, cuenta con bellos frescos y también son interesantes los iconos y los ornamentos que forman el tesoro. No se podía fotografiar en el interior, pero sí las campanas y el exterior de las capillas. De nuevo, disfrutamos de las vistas hacia el mar, con nuestro crucero en lontananza, que parecía un pequeño barquito de juguete.
El Monasterio.
![]() Vistas desde el Monasterio. ![]() También dimos un paseo por el núcleo de Hora, con sus calles estrechas y sus molinos de piedra sin encalar.
El casco antiguo de Hora, los Molinos y paisajes desde allí.
![]() ![]() ![]() A la hora convenida, el taxi nos recogió y nos devolvió al muelle, desde donde emprendimos un paseo al borde del mar por el pueblo portuario de Skala, que cuenta con varias playas y no tan concurridas como otras de las islas griegas. Estuvimos pensando en darnos un baño, pero al final decidimos caminar, simplemente. A la caída de la tarde, volvimos al barco a cenar.
Playa de Skala. ![]() Etapas 10 a 12, total 14
![]() Crucero por las Islas Griegas: Rodas.Nuestra tercera jornada de crucero la pasamos completa en la Isla de Rodas, en la que visitamos la población de Lindos, con su acrópolis y sus fabulosas vistas del mar, y la Ciudad Medieval de Rodas.
DÍA 9 EN GRECIA, 3ER. DÍA DE CRUCERO. ESCALA DE JORNADA COMPLETA EN RODAS.
Por la mañana, amanecimos ya en Rodas. Era un día tranquilo porque lo íbamos a pasar completo allí y, además, estábamos amarrados en el puerto, con lo cual podíamos subir y bajar del barco cuando nos diera la gana, sin depender de las incómodas listas de desembarque en los botes. Evidentemente, no se trataba de conocer la isla de Rodas, lo cual exige varios días, sino hacer un recorrido pequeño, pero interesante: en fin, a lo que se puede aspirar yendo de crucero.
Rodas a vista de pájaro según GoogleMaps.
![]() Pero también es verdad que el destino merecía hacer un esfuerzo: estábamos en la joya de la corona del Dodecaneso, y su ciudad antigua es Patrimonio de la Humanidad por la Unesco. Lo primero que nos llamó la atención, ya desde el barco, fueron sus robustas murallas. Sin embargo, nuestro primer objetivo no era el casco antiguo de Rodas, sino la pequeña población de Lindos, que nos habíamos empeñado en visitar. Fue posible hacerlo porque, como ya he mencionado, íbamos a estar toda la jornada amarrados en el puerto de Rodas. Pensamos en coger un autobús, pero no nos cuadraba muy bien el horario, la distancia es notable y podíamos perder un tiempo precioso que íbamos a necesitar en Rodas. También hay la posibilidad de ir en barco, pero estábamos en el mismo caso. Así que nos pusimos de acuerdo con otra pareja para ir en taxi. No fue barato (45 euros por trayecto), pero las excursiones de la naviera nos hubieran costado más del doble. De esta forma, nos asegurábamos poder volver al crucero a comer con el consiguiente ahorro. De todas formas, quizás de tener que repetirlo, igual lo hubiese hecho al revés, dejando esta excursión para por la tarde.
LINDOS. Es un encantador pueblecito de unos tres mil habitantes, a 55 kilómetros de la ciudad de Rodas, que cuenta con dos preciosas playas gemelas y en cuya cima hay una acrópolis. El pueblo y su escenario son preciosos y pintorescos a rabiar, lo malo es que… todo estaba lleno de gente, ¡cómo no! La masificación se encontraba sobre todo en el laberinto de callejuelas que asciende a la acrópolis, flanqueado por tiendas de todo tipo, donde los turistas se paraban a curiosear, montando un tapón impresionante. Estuvimos dando una vuelta y entré en la Iglesia, muy bonita por cierto, pero no pude hacer ninguna foto allí porque no tenía sentido sacar únicamente cuerpos y cabezas.
Las hermosas playas que rodean Lindos. ![]() ![]() Camino por el que suben los burros. ![]() Fundado por los dorios, en torno al siglo X a.C., según Homero, las poblaciones de la isla que participaron en la Guerra de Troya fueron Lindos, Ialisos y Cámiros. Los habitantes de las tres eran dorios y juntos fundaron en el 408 a.C. una ciudad común, Rodas, a la cual se trasladaron buena parte de sus pobladores. Aunque su importancia política declinó a partir de entonces, siguió conservando influencia como centro religioso puesto que tenía dos santuarios, dedicados a Atenea y a Heracles.
Lindos desde la carretera, coronado por la Acrópolis.
![]() Para llegar a la acrópolis hay que subir una empinada cuesta y los turistas más perezosos utilizan burros, que por fortuna ascienden por camino distinto al que hay para ir andando. Sin embargo, es cierto que, con ser numerosos los que fuimos allí, el grueso de la gente se quedaba en el pueblo, comprando en las tiendecitas instaladas en bonitas casas, algunas del siglo XVII. Por cierto que el último tramo es bastante exigente y en la acrópolis apenas hay sombras, así que ojo con el calor y el sol, que pega de lo lindo (nunca mejor dicho): llevad protección, agua y gorra o sombrero.
Ticket de acceso a la Acrópolis de Lindos. ![]() La ciudadela natural que representa la colina que se encuentra sobre Lindos fue fortificada por griegos, romanos, bizantinos, caballeros y otomanos, quedando restos del paso de casi todos ellos. Por eso, para llegar a la acrópolis griega, hay que acceder por la fortaleza que construyeron en el año 1317 los Caballeros de San Juan sobre una antigua fortificación bizantina para proteger la isla de los otomanos.
Una vez en el interior y tras subir unas escaleras, nos encontramos con los restos del Templo dórico de Atenea Lindia, que aunque su versión más antigua data del siglo VI a.C. fue reconstruido en el año 300 a.C. después de haber destruido por un incendio y de esta época las ruinas que podemos ver ahora. Medía 21,5 metros de largo por 7,75 metros de ancho y contaba con un pórtico de cuatro columnas dóricas en cada lado corto. También hay algunos restos del Templo de Zeus Polieo y de un teatro. Fortaleza de los Caballeros de San Juan.
![]() El Templo de Atenea Lidia.
![]() Vistas sobre el mar.
![]() Además, pudimos ver los propileos del siglo IV a.C., una escalera helenística monumental del siglo II a.C., una estoa (restaurada) del 200 a.C., que medía 87 metros de largo y tenía 42 columnas, una muralla helenística, los restos de un templo romano del año 300 d.C. , relieves tallados con trirremes romanas y la Iglesia de San Juan, ortodoxa griega, del siglo XIII. En fin, un conjunto de lo más completo, en el que solo sobraba un poco de gente.
![]() ![]() ![]() Y, por si eso fuese poco, el marco paisajístico era sensacional, realzado por un día de sol espléndido, confiriendo a las calas de alrededor un maravilloso color turquesa. De verdad, no sé si me gustaron más las ruinas o su escenario, quizás fue el conjunto completo. Por cierto que aquí se rodó la película “Los Cañones de Nabarone”.
Escalinata, estoa, fuerte y el mar.
![]() ![]() ![]() CIUDAD DE RODAS. Como he mencionado anteriormente, la ciudad medieval de Rodas fue declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1988, pero su importancia se remonta mucho más atrás, no en vano aquí estuvo ubicada una de las siete maravillas del mundo antiguo, el célebre Coloso de Rodas. Pero vayamos por partes.
Vista parcial de Rodas desde el Puerto.
![]() Escribiendo sobre Lindos, ya comenté que Rodas fue fundada en el año 408 a.C. por las ciudades dóricas de Lindos, Ialisos y Cámiros para tener un centro de administración común, que las hiciera más fuertes. En efecto, la ciudad prosperó, aprovechando las riquezas que le proporcionó el importante comercio de su puerto, contando incluso con alcantarillado y una buena red de abastecimiento de agua. Entre los años 304 y 293 a.C. el escultor Cares de Lindos construyó una estatua de enormes proporciones, situada en la entrada al puerto. Representaba a Helios, dios del sol, tenía una base de mármol blanco y la estructura era de acero y piedra con capas de bronce. Sus 37 metros de altura permitían que los barcos cruzasen para entrar al puerto bajo sus piernas abiertas. En el año 226 a.C. un fuerte terremoto dañó la ciudad y derribó la estatua, que no se volvió a erigir, y cuyos restos permanecieron esparcidos por el puerto durante siglos. Está considerada como una de las siete maravillas del mundo antiguo y, actualmente, en la bocana del puerto de Mandraki, en el lugar donde se supone que estuvo el coloso, se colocaron como recuerdo dos columnas de piedra con sendos ciervos de bronce. Por cierto, que hace poco leí en algún periódico que las autoridades griegas quieren levantar otro coloso similar al primitivo, pero tres veces más alto. ¡Madre mía, no me lo puedo creer!
Como tuviera que pasar este "barquito" por entre las piernas del coloso...
![]() En el 164 a.C. Rodas pasó a integrarse en el Imperio Romano dentro de la provincia de Asia. Fue una época culta y próspera y todavía se conservan muchos restos de esta época en la ciudad. A partir del siglo V sufrió diversos avatares, fue incendiada por los saurios, los bizantinos la convirtieron en un puerto muy importante en el comercio entre Constantinopla y Alejandría e, incluso, fue tomada por los árabes en el siglo VII, que se llevaron los restos del coloso a Siria para fabricar monedas. Volvió a manos de los bizantinos hasta la caída del imperio en 1204. Tras varios años inciertos, En 1307, Rodas fue conquistada por los Caballeros Hospitalarios, y con la anuencia del Papa Clemente V en 1309, permanecieron más de dos siglos en la isla, teniendo que defenderse en numerosas ocasiones del acoso de las tropas otomanas. Sin embargo, pese a que en 1521, Rodas contaba con las más inexpugnables fortificaciones del mundo cristiano, los Caballeros cedieron ante el asedio del Sultán Solimán el Magnífico, acordando ceder la ciudad a cambio de que sus habitantes no sufrieran ningún daño y que seguir profesando la fe cristiana; además, los caballeros podrían marcharse llevándose todos los tesoros que pudieran acarrear. La isla estuvo en poder otomano desde 1523 hasta que en 1912, durante la guerra italo-turca, las tropas italianas ocuparon las islas del Dodecadeneso y anexionaron Rodas a Italia. Tras la II Guerra Mundial, se convirtió en protectorado británico, hasta que fue cedida a Grecia el 7 de marzo de 1948 pese a las reticencias turcas.
Los minaretes de las mezquitas se hacen patentes en la ciudad, evidenciando su pasado otomano.
![]() Con esta historia tan ajetreada, los lugares para visitar en Rodas eran muy numerosos y procuramos distribuir lo mejor posible la jornada, una vez que regresamos de Lindos, lo que no fue muy difícil porque el puerto para barcos grandes, Kolona, no está lejos del casco antiguo.
![]() Lo primero que nos llamó la atención fueron sus impresionantes murallas de piedra, con un perímetro de 4 kilómetros y una anchura media de 12 metros, que protegen el casco antiguo y que están consideradas entre las más grandes y mejor conservadas de Europa. Protegen el casco antiguo, que se divide en tres zonas: Kollakio (barrio de los caballeros), Hora (barrio turco) y el Barrio Judio. En Kollakio se encuentran las zonas de más atractivo medieval y en Hora los comercios y restaurantes. Resulta interesante recorrer al menos un tramo de la muralla, admirando las fortificaciones que los caballeros realizaron, mejorando las anteriores defensas bizantinas. Hay varias puertas para pasar al casco antiguo: Santa Catalina, Amboise, San Antonio, San Juan, San Pablo, San Atanasio, los Molinos, Libertad, Arnaldo…
Ciudad amurallada vista desde el Puerto.
![]() La Puerta de Santa Catalina, o puerta del mar, fue construida en 1478 por el Gran Maestre y era la principal y la más artística de la ciudad porque no se esperaba recibir un ataque otomano por este lado de la ciudad. Da acceso al muelle comercial, junto al que se encuentra un grupo de molinos.
![]() ![]() La Puerta de San Pablo está rodeada por un muro bajo y protegida por una torre almenada. Muy cerca se encuentra la Puerta de la Libertad. La verdad es que ya no sé si confundo la una con la otra, ni siquiera mirándolo en internet me he aclarado porque sale la misma foto con los dos nombres.
![]() La puerta más impresionante desde el punto de vista defensivo es la llamada Puerta de Amboise, construida en 1512 sobre un foso que salva un puente con arcos. Esta puerta da acceso a la zona donde residían los Caballeros, que estaba protegida por otras tres puertas consecutivas, incluyendo la de San Antonio, para hacer el recinto inexpugnable .![]() Desde aquí se puede acceder al Palacio de los Grandes Maestres, fortificación dentro de otra fortificación, fue construida en el siglo XIV, albergó a 19 grandes maestres y también sirvió de refugio a la población en el curso de los ataques otomanos. Resultó dañado durante el asedio turco de 1522 y quedó destruido por una explosión accidental a mediados del siglo XIX. Los italianos lo reconstruyeron siguiendo los planos originales para el exterior, dotando el interior de un fasto mayor que el primitivo.
Palacio de los Grandes Maestres y Murallas.
![]() ![]() ![]() ![]() Paseo del foso. ![]() Desde la parte superior de la muralla se tienen unas vistas muy bonitas del casco antiguo y del mar, en el que podíamos ver nuestro crucero amarrado en el puerto. Y, dentro o fuera de las murallas, cualquier recoveco entre las calles laberínticas ofrecía un rincón encantador, incluso sin nadie a la vista.
![]() Tampoco hay que perderse los restos del Templo de Afrodita, del siglo III a.C., una de las pocas ruinas griegas del casco antiguo.
![]() Una de las zonas más bonitas del casco antiguo es la Avenida de los Caballeros y aledañas, cuyos edificios de piedra con grandes portales en forma decarco y ventanas adinteladas te transportan a otra época. Aquí hay que callejear y disfrutar: es lo principal y no vale la pena describir nada. Y no venía mal refrescarse en alguna de sus fuentes porque el calor apretaba de lo lindo.
![]() ![]() Enseguida aparecimos junto a la Mezquita de Solimán el Magnífico, también llamada la Mezquita Rosa. Se construyó en 1522 para conmemorar la victoria del sultán otomano sobre los caballeros. Estaba cerrada al público por restauración
![]() Junto a la Mezquita se encuentra la Torre del Reloj, por cuya tortuosa escalera subí para hacer unas fotos desde lo alto. Mis afanes por las alturas son ingobernables hasta por mi misma.
![]() El crucero desde la torre y otras vistas de la ciudad.
![]() ![]() ![]() Siguiendo la calle Sokratus, que antes era arteria principal de los antiguos bazares, que hoy conserva su espíritu comercial, con sus cafeterías, restaurantes y tiendas. Un poco más adelante llegamos a una de las postales típicas de Rodas, la Plaza Ipokratus, siempre llena de gente, con la Lonja de los Mercaderes y su bonita y llamativa Fuente Turca, también llamada Fuente Castellana. Inevitable sacarse una foto aquí.
Plaza Ipokratus.
![]() Fuente castellana (o turca) ![]() Logia de los Mercaderes. ![]() Si gusta y se tiene tiempo hay varios museos para visitar: el de arte bizantino, el judío, el arqueológico, el de artes decorativas, el de arte moderno griego…
Y entre idas y vueltas pasó la jornada, no sin antes probar los cafés frapés de una heladería típica, cerca de la Torre del Reloj. Muy interesante el día y también algo cansado porque el calor empezaba a apretar muy mucho. Así que fuimos a una de las playas a meter un ratito los pies en el agua.
![]() Me fui de Rodas con las ganas de haber pasado allí una noche para ver la ciudad medieval iluminada. Otra vez será.
Etapas 10 a 12, total 14
![]() Crucero por las Islas Griegas: Palacio de Cnosos en Creta.Nuestro crucero se acababa. Por la mañana teníamos una escala en Creta, cuyo objetivo principal era conocer el Palacio de Cnosos, con su controvertida restauración.
DÍA 10 EN GRECIA, 4º DE CRUCERO. ISLA DE CRETA. ESCALA DE MAÑANA.
Entre unas cosas y otras habíamos llegado a nuestra última jornada de crucero. ¡Qué deprisa había transcurrido el tiempo! Menos mal que nos quedaban dos platos muy atractivos para el postre… Cuando nos despertamos, estábamos amarrados en el Puerto de Heraclion, en la isla de Creta.
![]() Evidentemente, es una tontería pensar en nada más, teniendo en cuenta lo grande que es la isla de Creta, un destino que tengo apuntado para pasar al menos diez días, en el curso de unas vacaciones completas, con lo cual no contaré nada de la isla en general, ni de sus destinos turísticos. El atractivo principal de la escala era la visita al Palacio minoico de Cnosos, que pese a las controversias en cuanto a las restauraciones llevadas a cabo (o, quizás, precisamente por eso), me apetecía mucho visitar.
Cnosos o Knossos se encuentra a unos 8 kilómetros del Puerto de Heraklion, pero la carretera no es buena y hay mucho tráfico (eso nos dijeron, al menos). Nos enteramos que había autobuses, pero el tiempo de la escala era muy justito en este caso y tratándose de “piedras” yo a veces pierdo un poco la “olla”, así que decidimos coger un taxi para evitar cualquier tipo de problemas, no la fuésemos a liar el último día. Había tráfico y tardamos algo más de un cuarto de hora. Tuvimos que esperar unos minutos a que abrieran el yacimiento, pero ya había bastante gente esperando. El calor iba a apretar también durante esta jornada. En verano, mejor acudir temprano, aunque aquí había más sombras que en otros sitios arqueológicos griegos.
Ticket de entrada al Palacio de Cnosos.
![]() Cnosos fue la ciudad más importante de la isla de Creta durante la civilización minoica y se cree que estuvo habitada desde el año 7000 a.C. pues se han encontrado restos del neolítico. Alcanzó su apogeo en el segundo milenio antes de Cristo y, concretamente, en torno al 1600 (Minoico Medio) sus reyes controlaban el comercio en el Mar Egeo y las rutas marítimas hacia Egipto. Aunque no hay pruebas tangibles, se cree que la caída de la civilización minoica se debió a la creciente prosperidad de la micénica en Grecia, cuyos reyes atacaron y destruyeron las ciudades cretenses, quizás aprovechando alguno de los frecuentes terremotos por la zona, como el que destrozó parte de la isla de Thera (Santorini). De todas formas, se desconoce el momento exacto y la forma en que todo esto sucedió: hay quien sitúa la destrucción del palacio en torno al 1400 y otros alargan su existencia hasta el 1200 antes de Cristo, cuando fue utilizado por dorios y romanos.
![]() En cualquier caso, la fama actual de Cnosos se debe a su Palacio y la relación de éste con el mítico rey Minos y el laberinto del Minotauro. Se le considera el palacio más antiguo de Europa pues se piensa que ya existía en el año 2000 a.C. Fue dañado por un terremoto y reconstruido en torno al 1700 a.C. El recinto no estaba fortificado, lo que hace pensar que sus reyes no temían invasiones extranjeras, tenía más de mil habitaciones (se habla de hasta 1.500), estaba construido en piedra sobre una estructura de madera en torno a un patio central y contaba con las más sofisticadas comodidades para la época, incluyendo sistemas de alcantarillado. Las paredes contaban con numerosas pinturas murales, entre las que destacan las relacionadas con el toro, animal al que se rendía culto en Creta.
![]() Se cree que en el Palacio de Cnosos pudo estar ubicado el famoso laberinto de Creta, citado por la mitología griega, y que fue construido por Dédalo por orden del rey Minos para esconder al Minotauro, un monstruo con cuerpo de hombre y cabeza de toro, cuya ira solo podía ser aplacada con sacrificios humanos. Según la leyenda, el rey Egeo de Atenas perdió una guerra con el rey Minos de Creta, que impuso a los atenienses como castigo la entrega anual de siete doncellas y siete mancebos para ser devorados por el Minotauro. Para evitar semejante humillación, el príncipe ateniense Teseo se hizo pasar por uno de esos jóvenes, dispuesto a enfrentarse con el Minotauro y darle muerte. Ariadna, hija del rey Minos y de la reina Pasifae, se enamoró de Teseo y le enseñó la forma de no perderse en el laberinto: ella sujetó un extremo de una enorme bobina de hilo, que Teseo fue desenrollando según se adentraba en el laberinto hasta encontrar al Minotauro, lo mató y volvió junto a su amada siguiendo el camino que marcaba el hilo suelto; luego, ambos huyeron de Creta.
![]() Aparte de la mitología, poco se supo del palacio durante más de tres mil años, hasta que en 1878, un griego aficionado a la arqueología, llamado Minos Kalokairinós, empezó a realizar excavaciones en un montículo llamado Kéfala. Sin embargo, tras los primeros hallazgos, las autoridades no le dieron permiso para continuar su búsqueda. También lo intentó el alemán Heinrich Schliemann, que acababa de descubrir los restos de Troya, pero finalmente fue el británico Arthur Evans quien compró los terrenos y obtuvo las licencias para las excavaciones, que comenzaron en 1900 y duraron más de treinta años. Este periodo dilatado de tiempo, provocó que los restos que aparecieron se fuesen deteriorando hasta que Evans se decidió a restaurarlos, emprendiendo una serie de trabajos de consolidación de estructuras y reconstrucción de los edificios que fueron objeto de una gran polémica, ya que se emplearon materiales como el hierro o el hormigón y, según los expertos, se sacrificó la exactitud histórica para premiar la imaginación y el atractivo visual, favorecido por los fuertes colores, las columnas de rojo oscuro y los capiteles negros con ribetes ocres. El caso es que, por unos motivos u otros, este yacimiento lo visitan más de medio millón de personas al año.
![]() No voy a entrar en la polémica de la reconstrucción porque no soy una entendida en la materia, pero lo cierto es que lo que vi me gustó y, más o menos, me llevé una idea (no sé si equivocada) de lo que pudo ser el palacio minoico en sus buenos tiempos, aunque muchas de las piezas encontradas en el yacimiento se encuentran en el Museo de Heraclion, al igual que las pinturas, ya que las que están en los edificios son copias. También se encuentran en el museo las tabillas de barro con escritura lineal A y B, que todavía no ha podido ser completamente descifrada.
A la entrada, vimos los restos de una especie de pozas de piedra y otras construcciones que pudieron pertenecer a edificios anteriores al propio palacio, y también un pequeño teatro con capacidad para unas 400 personas.
![]() Después, el recorrido comprende varios edificios, como el propileo sur, donde el rey recibía a sus invitados, y un corredor, llamado de las procesiones, en el que figura la copia de una pintura con portadores de ofrendas.
![]() ![]() Los edificios se organizaban alrededor de un patio central, en el que se supone que se llevaban a cabo ceremonias rituales y, quizás, el salto sobre los toros.
![]() El salón del trono se llama así por el trono de alabastro que lo preside, con bancos a los lados y un gran cuenco en el suelo, en el centro de la estancia. Las paredes presentan frescos de colores blancos y rojizos, con criaturas mitológicas llamadas grifos (cuerpo de león y cabeza de ave). Además, tiene una antesala con un trono de madera. A estas dos estancias no se puede entrar y se ven desde fuera, a través de unas cristaleras.
![]() ![]() Muy vistosos son también los aposentos del Rey Minos, que cuentan con una sala principal y varias entradas, con ventanas y pinturas en las paredes.
![]() ![]() En los aposentos de la reina se pueden ver las copias de los famosos frescos de los delfines. Tenían varias estancias y un pasillo, y tanto las habitaciones del rey como de la reina contaban con cuarto con baño de agua corriente.
![]() ![]() El propileo norte es, quizás, la estampa más conocida del palacio, con sus columnas de color rojo vivo con bases y capiteles negros, y, al fondo, la pintura del toro de color rojo sobre fondo azul. Imposible resistirse a la tentación de hacerse una foto aquí.
![]() ![]() Detalle del famoso toro. ![]() Los niveles inferiores de la escalera monumental son originales y los superiores han sido restaurados. También existen varios almacenes sin ventanas, donde se pueden ver enormes tinajas que contenían aceite y vino.
![]() Además, está expuesto uno los ornamentos empleados en el palacio, en forma de cuerno de toro, símbolo en la cultura minoica. Por cierto que el paisaje alrededor era más verde de lo que podíamos imaginarnos.
![]() Volvimos a Heraclion, donde lo único que pudimos ver fue la fortificación veneciana que protegía la entrada de su antiguo puerto. Mientras esperábamos el momento de zarpar, pudimos ver varios pequeños aviones despegando de un aeródromo, apenas a unos metros de nosotros.
Puerto de Heraclion y fortificación veneciana. ![]() Etapas 10 a 12, total 14
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