Capitales del Báltico en Costa Mágica 2018 ✏️ Blogs de Baltico y Fiordos

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Empezamos el viaje con muchos nervios y no por falta de tiempo por llegar tarde, si no porque es un viaje que hacemos con muchas ilusión y hace muchos años que no hacemos un crucero-
Llegamos al aeropuerto de Adolfo Suárez-T4 con tiempo suficiente para recorrer todas las tiendas y el Dutty-Free que nos encontramos, una hora antes de embarcar hicimos una parada en MásQMenos y nos tomamos una cerveza y un vino blanco con un bocata de jamón ibérico con queso fundido que nos puso las pilas y nos sentó a las mil maravillas.
En la puerta de embarque nos encontramos con Miguel Ángel “Carritull” y su mujer Regina. Nos conocimos en el foro y como tenía el viaje muy controlado nos ponemos a charlar y nos vamos haciendo a la idea de lo que va a ser el crucero. Es verdad que por la fecha somos todos “gente entradita en años”.
Embarcamos puntualmente sin contratiempos y nos ofrecen a mitad de vuelo un pequeño aperitivo que hace un poco más ameno las horas de viaje.
Dejamos Madrid con lluvia pero todo indica que nos vamos a encontrar en el Norte de Europa con un sol estupendo y una temperatura ideal para hacer las excursiones, como así fue.
Llegamos al barco sin esperar a recoger ninguna maleta, se hace comodísimo el trasladado.
Nuestro camarote, cubierta 9, está ubicado en una planta donde tenemos todo a mano, piscina, solárium, buffet, piscina cubierta, bares, jacuzzi, jajajaja, ideal, y para rematar las vistas desde el balcón son espectaculares.

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A partir de ahí nos dedicamos a recorrer todo el barco y nuestra primera parada es el piano-bar, un lugar tranquilo y con unos ventanales donde se ve toda la puesta de sol y el cielo muy claro, aún siendo ya las nueve de la noche.
Nuestra primera cena es en el restaurante Porto Fino, lo elegimos desde casa en MyCosta, lo compartimos con italianos e Hindúes, los españoles está en el restaurante Costa Esmeralda, eso es algo que no lo sabíamos cuando reservamos pero hay que tenerlo en cuenta, aún así nos toca un camarero que habla español, el hondureño Marcos, y decidimos no cambiarnos.
La primera excursión con Miguel Ángel la hacemos fumándonos el simulacro. Bajamos al muelle como a las diez de la noche y mediante la aplicación que tenia Carritull pedimos un UBER que nos costó la mitad de lo que nos pedían los taxistas que estaban allí (260 SEK frente a 400SEK). Nos plantamos en Gamla Stan en visto y no visto y lo recorremos de night y coincidimos que estaba poco iluminado para lo bonito que era, nos tomamos una cervecita y otra vez con Uber de regreso. Ya nos vamos haciendo la idea de lo que vamos a ver cuando volvamos de TALLINN.
Al regresar al camarote ya estaban las maletas. Nos queda lo mejor: disfrutar desde el balcón la maravillosa puesta de sol y de esas noches tan claras.

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Hoy nos toca todo el día disfrutar del barco, recorrer todas las tiendas, todos los salones, comer en el restaurante, tumbarnos en las hamacas de cubiertas y descubrir todos los rincones del barco que siempre sorprenden.
Según salimos de Estocolmo pasamos por un montón de islas con bosques y casitas típicas suecas que desde la cubierta del barco se ven perfectamente. Es un trayecto muy entretenido porque no paras de ver paisajes mientras el barco va navegando. Según cae la noche nos quedamos alucinados con las puestas de sol tan preciosas y que por mucho que pasan las horas parece que no oscurece, llega un momento que a estribor está el sol poniéndose con un cielo muy claro y a babor está la luna llena y el cielo oscuro. Ver como navega el barco con esa luz es todo un lujo.

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Llegamos a Helsinki, el barco atraca relativamente cerca del centro, se podría ir andando pero preferimos no arriesgarnos y cogemos un autobús lanzadera que nos pone el barco, nos deja en el centro de Helsinki en la zona del mercado. Lo primero que hacemos es coger el ferry para ir a ver la isla Soumelinna, cuesta 2,5€ y lo compramos a través de la aplicación (gracias a carritull). El trayecto es muy agradable y muy relajante. Atravesamos la isla y llegamos a la Puerta del Rey donde cogemos el WaterBus de regreso a la plaza del mercado (Kauppatori), ese lo pagamos con visa ya que la aplicación no servía, fue un poco más caro (4,5€), pero nos tomamos unas cervecitas del país en cubierta y disfrutamos del paseíto (en total 42€).

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Seguidamente nos dirigimos a ver la catedral ortodoxa de Uspenski pero estaba cerrada (lunes), de todas maneras preciosa por fuera. Desde allí nos fuimos a la Plaza del Senado a ver la Catedral y los monumentos que allí había. Una vez visto y pasando por el bulevar Esplanadi nos dirigimos al Ayuntamiento y a la estación de tren (usamos los baños y nos cobraron 1 euro por persona), tomamos una cervecita en una terracita y a por la Capilla del silencio, sitio curioso, de seguido a la Iglesia escavada en la roca. De regreso al bus del barco echamos una ojeada al mercadillo al aire libre y al mercado cerrado (Market Hall). Llegamos al barco y directos al Buffet pues estábamos muertitos de hambre.

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