![]() ![]() Con el Empress por los fiordos. Diario práctico ✏️ Blogs de Baltico y Fiordos
Hola amigos, voy a intentar hacer un diario muy pero que muy práctico del barco Empress por su recorrido por los fiordos noruegos.Autor: Pantomaca Fecha creación: ⭐ Puntos: 4.8 (48 Votos) Índice del Diario: Con el Empress por los fiordos. Diario práctico
01: Etapa 1: Contrabando de comida. Comprar o no salmón, esa es la cuestión.
02: La falsa moneda, que de mano en mano va y ninguno se la queda
03: Un barquito de cáscara de nuez. Camarotes
04: Busco un centro de gravedad permanente: el mareo
05: Enamorada de la moda juvenil: ropa y maletas
06: Tengo gambas, tengo chopitos, tengo…Las comidas en TI
07: Pisa morena, pisa con garbo: las excursiones
Total comentarios: 52 Visualizar todos los comentarios
Etapas 1 a 3, total 14
Lo primero que me gustaría destacar es que no hay dos viajes iguales, ni aunque los dos viajeros hagan el mismo recorrido el mismo día en el mismo barco. Las personas somos muy diferentes y tendemos a ver la vida de diferentes formas. Lo que para uno es un contratiempo sin importancia para otro es una gran desgracia y no se puede quitar la razón a uno para dársela a otro. Así que quede claro que esta es mi visión del barco y que no tiene ni que coincidir ni ser mejor ni peor que la de los demás. Es la mía.
Si ves que se acomoda a tu carácter fabuloso, te será muy útil. Si no, busca por ahí que diarios hay de todos los gustos y colores. En fin, al turrón. Trucos para el barco. Un tema muy importante es el del contrabando de comida. En todas las excursiones y salidas que hagáis os recalcarán una y otra vez que está terminantemente prohibido subir o bajar comida del barco. Pero, ¿cuál es la realidad? La realidad es que la comida del barco no la pagas tu (bueno, la has pagado pero ya me entendéis) lo que significa que si te la quitan tampoco estás perdiendo nada. La que subes al barco es otra cuestión. La realidad es que cuando bajas del barco no te revisan nada. Pasas tu tarjetita para que te cuenten en el registro y para afuera. Si has llenado tu bolsa en el buffet de bocadillos y fruta es tu problema. A la subida del barco depende de la suerte que tengas te tocará pasar la bolsa por el scanner. Cuando bajamos en tenders no había scanner. Tal vez porque apurábamos al máximo y al llegar ya habían desmontado el chiringuito, no lo sé. En las otras escalas sí que nos toco pasar escanner. ¿Truco para meter toda la comida que quieras? Muy sencillo. Yo llevaba dos mochilas. En una metía la comida, al llegar al barco me la colgaba por debajo del sobaco (disimula más el bulto), me ponía el chubasquero encima que como hace frío son bien grandes y tapan bien y le daba al del scanner la otra mochila. Listo. ¿Dónde conseguir la comida más barata? Olvídate de las tiendas de turistas. En casi todos los puertos encontrabas un Kiwi, un Bunnie o similar. Son supermercados muy cutres, tipo Lidl o Aldi. Pero con un poco de todo. Desde pañales a utensilios de pesca. Allí había salmón, queso con caramelo, caviar, chocolate. E incluso los mismos trolls que luego te venden en las tiendas de recuerdos. Vamos, lo que quieras. Los mejores precios los encontré en un Kiwi que había en los bajos de un centro comercial cercano al puerto de Alesund. Un kilo de queso con caramelo 38 NOK. Yo no compré salmón. Todo estaba refrigerado y mi camarote era interior. Si tienes balcón no hay problema, lo dejas afuera y con suerte no se te congela. Pero en mi caso no me fiaba. Compre queso, mermeladas, latas de sardinas, etc. El último día lo facturas en la maleta grande y listo. Por cierto recordar que en los vuelos no te dan ni un miserable bocadillo. Y entre facturaciones y aduanas pasan muchas horas. ¿Truco para gastar lo mínimo? Bueno. En facturación os van a quitar los líquidos, la comida no. Puedes hacerte un estupendo bocadillo de tortilla, bien en casa o en el barco, envolverlo bien y comértelo tranquilamente en el avión junto con unas patatas o unos frutos secos. Para la bebida te llevas una botella de agua vacía, líquidos no, pero los envases sí que están permitidos. Pasan el control y la rellenas en el lavabo. El agua de Madrid es de las mejores de España y la de Trondheim tampoco le va a la zaga. Con lo que te ahorras te puedes permitir tomarte tranquilamente el cafetito en el aeropuerto. Hala, mañana más Etapas 1 a 3, total 14
Bien con este título tan poético y pasado de moda hoy vamos a hablar del tema del dinero. En este apartado podéis optar por dos grandes soluciones. Una es llevar tarjeta de crédito, el banco os dará el cambio del día y no os cobrará mucha comisión. En Noruega te la van a aceptar en el 99.9% de los sitios. ¿Riesgos? Que te emociones comprando y luego llores cuando te llegue el cargo a casa. Sobre todo si eres de Bilbao y en una escala se te ocurre soltar: ¡Esta ronda de cervezas la pago yo! (A 11 euros que costaban cada una, madre mía).
La segunda es llevarte el dinero cambiadito desde España. Qué es lo que hacemos las cutres como yo que miramos los gastos con lupa y qué sólo tenemos tarjeta de débito. El tema de cambiar dinero para un viaje está complicado. Hay fervientes defensores de hacerlo en el aeropuerto, en las casas de cambio o en el casino del barco (¡Glups! Ni se os ocurra) Vamos primero a aclarar conceptos. Ningún banco español tiene la obligación de cambiarte dinero, lo hacen como una cortesía a sus clientes. Esto, ¿qué significa? Pues dos cositas. Primero que ningún banco o caja en la que no tengas cuenta te cambiará el dinero y segundo que te pueden cobrar la comisión que ellos quieran y darte el cambio que se les antoje ya que el cambio oficial, sólo es orientativo. Esto puede asustar un poco, pero normalmente los bancos que te conocen de toda la vida no se arriesgan a enfadar a sus clientes. Si quieres comprobar su honradez busca el cambio oficial y mira cuánto difiere. A nosotros sólo nos cargaron una diferencia (a su favor, of course, de 4 euros y cambiamos 300, así que no está mal) No cambies mucho, a fin de cuentas casi todo lo tienes incluido en el barco. Lo suficiente para cubrir algún imprevisto y hacer algunas compritas. Calcula tu mismo. Una de las pegas que tenía este viaje es que mientras que en todas las escalas la moneda oficial era la Corona Noruega, en Copenhague usan la Corona de Dinamarca. Que no es lo mismo. Si vas con tarjeta te da igual, pero para los amantes del metálico puede ser un problema. ¿Cambiamos o no más moneda? Bueno depende. En nuestro caso llevábamos la excursión pagada, incluía autobús, recorrido por los canales, entrada al Tivoli… completita. Nos habían dicho que en las tiendas aceptaban euros pero de eso nada. El helado que se me antojó en el Tivoli se quedó en la tienda con todo el dolor de mi corazón. Hubo otra pareja que si logró pagar en euros en el Tivoli (no sé, sería otra tienda) pero se sintieron estafados porque les cobraron lo que les dio la gana (excesivo para un helado) y además les devolvieron en coronas que no pudieron usar en todo el resto del viaje. ¿Mi opinión? Si no tienes excursión contratada en Copenhague más te vale que cambies algo de dinero. Porque entre que cojas el autobús, te tomes algo en las casitas de colores, te subas al tour de los canales (imprescindible) y te decidas o no por el Tivoli, pues los 50 euros cambiados se te van a ir si o si. Y la alternativa es quedarte en el barco y perderte una de las ciudades más animadas que vas a tener ocasión de encontrar. Que no es lo mismo quedarse sin helado (que no me han quedado secuelas psicológicas por ello, gracias a dios) que quedarse sin ver Copenhague (que es para darte una paliza por ratilla) Ah otra cosa, dentro del barco la moneda oficial es el euro. Y prácticamente todo se paga con la tarjeta que te dan en el barco. Aquí tienes dos soluciones. O vincularla a tu tarjeta de crédito. O hacer un ingreso en metálico. En las normas del barco dice que el ingreso mínimo son 200 euros por persona. Pero al subir la chica que me atendió me dijo que con que ingresara lo de las propinas (72 euros) era suficiente. Yo puse 100€ hice algunos gastos: básicamente postales y sellos. Y el último día me devolvieron lo que me sobró sin problemas. Etapas 1 a 3, total 14
Hoy vamos a hablar de otro tema que suele traer de cabeza a los que van a contratar un crucero. ¿Qué camarote cojo?
Básicamente se pueden elegir tres tipos de camarotes: interior, con ventana y con balcón. En mi caso yo automáticamente descarté la ventana. No tengo problemas de claustrofobia, suelen ser pequeñas y estar sucias o mal orientadas, por lo que vistas cero. Y miden exactamente lo mismo que los camarotes sin ventana (vamos que no vienen con espacio extra) La idea de un balcón sí que me atraía. Las vistas de los fiordos son espectaculares, y poder tener tu propio rincón de paz y tranquilidad puede compensar a quién esté dispuesto a pagar el doble de precio. Además estas habitaciones tienen más metros y algunas comodidades más. Por el contrario las bajas temperaturas que tuvimos durante prácticamente todo el recorrido (y nosotros tuvimos buen tiempo) harán que los frioleros huyan ante la idea de ver un atardecer en el balconcito (mi madre no se asomaba a la cubierta 10 ni con manta) y el oleaje de mar abierto (del que hablaremos más adelante) pueden asustar a otros y finalmente el famoso sol de medianoche (se pone a las 2 o las 3, amanece a las 4) y la claridad que daba a la habitación dificultaba el sueño de más de uno. Cada uno que analice su naturaleza y decida. Los camarotes interiores son los más “cutres” y pequeños. De tamaño son iguales que los de ventana pero la ausencia de luz hace que visualmente parezcan más pequeños. La ducha es diminuta. Y la tele también. Como ventajas decir que son más baratos, suelen estar situados muy al centro, por lo que la sensación de mareo se reduce, y si lo eliges bien no tendrás ni ruidos ni luz que moleste tu sueño. Además pese a su reducido espacio están muy bien pensados. Hay un montón de armarios, balditas y cajones por lo que todos los trastos de dos mujeres cabían perfectamente. El espacio de debajo de las camas es más que suficiente para esconder las maletas vacías, perchas y almohadas a montones. Te hacen la habitación dos veces al día y todo está escrupulosamente limpio. Viejo, pero limpio. Vale, ya sé qué tipo de camarote quiero. Pero, ¿cuál de ellos escojo? A la hora de elegir camarote yo quería evitar dos cosas: el ruido y el mareo. La principal fuente de ruidos de un barco son los motores, cuanto más abajo más suenan. Otra fuente secundaria y muy importante es la gente: evita ascensores, restaurantes y vías de paso. Yo me elegí el último camarote al final de un pasillo lejos de la arteria principal de paso. Sólo oías a los vecinos cuando llegaban y cerraban la puerta, una gozada. Para el mareo la ley de la física nos dice que en un cuerpo en movimiento los extremos se mueven más que el tronco. Así que cuanto más centrado mejor. En la web de Pullmantur encontrarás un mapa del barco con la situación de todos los camarotes, cuales están libres y cuáles no. Con estas indicaciones te será fácil hacer tu elección. Trucos del camarote. Vamos a ver hay pocos pero alguno hay. Cuando llegues al camarote verás que una de las fuentes de ruido es el aire acondicionado. Hace un ruido sordo y bajo no demasiado molesto y tiene dos posiciones: frío y caliente. Según lo pongas no notarás diferencia en ninguna de ellas, pero si le das un par de horas efectivamente verás que la habitación está más fresca o más caldeada. También tiene una posición que marca cero y se supone que es para apagarlo, pero conozco a nadie que lo haya logrado. Yo creo que al ser camarotes interiores, igual si lo apagas te puedes asfixiar, pero nadie me lo ha podido corroborar. Si te molestan mucho los ruidos puedes llevarte unos cascos con música relajante. Te ayudarán a dormir los dos primeros días. Al tercero subirás al púlpito y ya te dará igual ruidos, luces y mandangas, dormirás como un bendito. La tele tiene varios canales. Tres o cuatro de la compañía, con publicidad a mansalva del barco y sus excursiones. Dos de noticias: en castellano e inglés. Y tres o cuatro de películas: inglés, francés, castellano, italiano e infantil. En cada uno de estos canales solo dan una película al día que se repite en un bucle infinito. Deben tener un contrato con la Marvel o un friki haciendo la selección porque a mí me pusieron: Transformers 3. Ironman 2, Linterna verde… que dado el nivel medio de edad de los cruceristas no me parecía de lo más apropiado. Aunque para mi, perfecto. Si quieres saber que películas tienes ese día, consulta el diario de navegación. Como ya he dicho hay mucho hueco debajo de la cama y cabe una maleta de grandes dimensiones perfectamente, en el armario hay sitio de sobras y una caja fuerte con las instrucciones para utilizarlas. Si necesitas más perchas o más almohadas la camarera te trae. Los edredones son blancos e inmaculados, la cama no es muy allá, pero se duerme bien. Una cosita. Pide dos botellas de agua grandes en el bar y déjate las en la habitación. El ambiente del crucero reseca bastante la garganta y yo no me fiaba mucho de la calidad del agua del grifo. Además también te sirven para las excursiones. Cada noche, mientras cenas pasarán a dejarte el diario de a bordo y las notificaciones del día. Léelas, está todo ahí. Muy bien explicadito Las toallas como en los hoteles: si quieren que te las cambien tíralas al suelo, si las cuelgas entenderán que no tiene que hacerlo. Las cambian 2 veces al día si lo necesitas. En la ducha hay un dispensador de gel y otro de champú. Cutre pero efectivo. También te dan un secador, no apto para melenas frondosas. Ojo que el uso de secadores normales y planchas de pelo está prohibido. Guárdalos en tu maleta y no los dejes a la vista y evitarás problemas. Hay enchufes americanos (de clavijas) y uno europeo.(al lado del espejo) Si tienes muchos aparatos que necesiten recargarse cada noche te aconsejo que te lleves un ladrón. Y creo que por hoy eso es todo, mañana seguimos Etapas 1 a 3, total 14
📊 Estadísticas de Diario ⭐ 4.8 (48 Votos)
![]() Total comentarios: 52 Visualizar todos los comentarios
CREAR COMENTARIO EN EL DIARIO
Diarios relacionados ![]() ![]() ![]() ![]() ![]()
![]() |