Portugal desde el Algarve hasta Lisboa ✏️ Blogs de Portugal

Portimao resulta otro núcleo urbano enorme y muy turístico. Tiene una inmensa playa urbana. En la parte antigua hay numerosos restaurantes de pescado.

En el paseo marítimo de Portimao hay muchos puestos donde ofrecen paseos en barca para ver las playas, grutas y acantilados, nosotros compramos tickets para el día siguiente ya que suelen estar llenos y hay que comprarlos con antelación, un paseo de 3 horas cuesta 25.-€ (sin regatear 30.-€)

Por la tarde vamos cerca de Portimao a la bonita y pequeña playa de Pintadinho

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El paseo realizado en barco velero funcionó a motor durante las 3 horas lo que resultó un poco mareante y molesto el olor a combustible por lo demás lo recomiendo totalmente para tener otra visión de las playas, grutas y acantilados. En alguna ocasión se permite el baño y te puedes montar en una barca más pequeña que se se adentra en las grutas


Decidimos explorar el interior y nos vamos a Caldas de Monchique en un hermoso valle que resulta ser un pequeño vergel con balneario, tranquilo y agradable. De allí vamos al pueblo de Monchique en el que no hay nada reseñable.

Silves tiene un bonito casco histórico y un hermoso castillo donde además puedes dar un agradable paseo junto al río.


Para terminar el día vamos a la que dicen ser la playa más bonita del Algarve, Praia Marihna y comprobamos que tiene la fama justificada en la que los cambios de marea hacen que sea muy diferente según el momento del día. Se encuentra entre acantilados erosionados de tonos cálidos, generando una gran variedad de formaciones rocosas como arcos, grutas, cuevas y pozas. La ruta a pie por los acantilados también pasa por esta bonita playa

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Lagos, población costera grande con un bonito casco antiguo rodeado de murallas. Como visita interesante está el mercado. Hay varias playas urbanas llenas de gente


Paramos en Ponta da Piedade donde las vistas son espectaculares y parada indispensable
por sus impresionantes acantilados y sus formaciones rocosas, de formas extrañas por la erosión del océano.





A continuación nos quedamos en Praia Nos, mucho más tranquila ya que hay piedras y el agua está muy fría

Nos dirigimos a Sagres donde tenemos reservado nuestro alojamiento

En Sagres el pueblo en si consta de una calle principal sin ningún encanto especial, pero lo que es imprescindible es ver el anochecer desde el cabo San Vicente, situado en el extremo sudoeste de Portugal. Hay que ir con tiempo porque van muchos coches y hay que aparcar en el arcén de la carretera. Conviene llevar calzado cómodo para acercarse campo a través y llevar ropa de abrigo.

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