Menorca en 6 días en familia ✏️ Blogs de España

Hoy sopla viento del sur, pero en el norte no tenemos más cosas imprescindibles, así que decidimos ir a Cala en Porter para ver si se pueden ver las cuevas en Kayak. Hay 3 empresas que alquilan Kayak: MenorcaAventúrate, Monkey y Menorcaventura. En la primera nos atendió un chico muy majo que nos dijo que hoy se habían cancelado los tours porque no se iba a disfrutar de la experiencia. Nos pareció el más competente de todos, pero no tenían plazas para las próximas tardes. Tampoco alquilaban Kayak sin excursión. En Monkey nos dijeron lo mismo. En Menorcaventura estaban alquilando Kayak, pero nos fiamos de las anteriores recomendaciones y decidimos reservar un tour para la tarde siguiente.

Decidimos ir a comer a Cala Galdana. Al llegar encontramos aparcamiento cerca del mirador al lado del Meliá. Las vista espectaculares.


Bajamos en coche y nos costó sitio aparcar. Al final en la zona de aparcamientos, decidimos comer en Es Barranc. Mucha gente pedía la caldereta de langosta y paellas. Probamos los huevos con sobrasada que estaban para chuparse los dedos. Postres escasos. Sitio para repetir.


Volvimos a subir a la zona del mirador y encontramos un sitio para aparcar. En 15 minutos andando se llega a Cala Mitjaneta y bajando las escaleras estábamos en Cala Mitjana.


Hay calas mejores para visitar en Menorca. Esta tiene la ventaja de tener parking relativamente cerca y el paseo por el bosque es muy bonito. Las algas en descomposición en la arena, son desagradables por el olor.


Decidí continuar en solitario hasta Cala Trebalúger, fui a buen ritmo y perdiéndome un poco por los caminos tardé una media hora. Lo mejor es seguir el Camí de Cavalls para no perderse, pero había troncos cruzados que me despistaron.


Al llegar a Cala Trebalúger me encontré que el río estaba desembalsando el agua de la marea alta y la corriente era tan alta que me tiró al suelo. Hay que ir mejor cuando esté subiendo la marea. A la vuelta pude seguir disfrutando del maravillo bosque que hay en el camino.

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Por la mañana estuvimos descansando en el hotel y a antes de la hora de la comida nos fuimos a Cala en Porter. Arriba no había mucha gente comiendo, así que decimos comer en los chiringuitos de abajo. Estaban llenos y había que esperar.


El sistema es un poco caos, porque te sientas en el paseo marítimo y ellos te van diciendo el siguiente. Lo mejor es organizarse entre los clientes, no se porque no apuntan. Comimos en Los Barriles, las tapas a 4.50 euros muy pequeñas. Típicas cosas congeladas, croquetas, tiras de pollo, patatas bravas... los camareros son majos.

Nos fuimos al sitio donde el día anterior nos habían informado y no aparecía nadie. Se pasaba la hora y nos extrañó, preguntamos a los de otra empresa y nos dijeron que estaban más arriba en una furgoneta. Efectivamente ya habían empezado con las explicaciones, no se donde supo la gente el punto de encuentro.

Nos ofrecían ir los 3 en un kayak, pero nos dio por pensar que mejor dos para ir sacándonos fotos. Fue un error no hacerles caso, el que va solo se cansa de luchar contra el viento y va más lento. Para otra vez, siempre como mínimo dos por kayak.


Nos tocó Miguel de guía y nos encantó, un madrileño con mucha gracia y serenidad. Te animaba todo el rato a hacer cosas. Primero te llevan a La Catedral, una cueva a mano derecha según sales de la cala. Después remamos hacia el este para llegar a la cueva de La Luz. Dentro se puedes lanzar al agua y bucear para ver los rayos de luz bajo el agua. El color turquesa es espectacular, así como la cantidad de peces que hay. Luego sales por otra cavidad al exterior.


Ya de vuelta al interior, para subirse al Kayak de uno, alguien tiene que sujetarte el lado contrario. Con dos hay que hacerlo coordinados uno por cada lado. El siguiente sitio fue una zona para saltar desde las rocas con distintas alturas. Aquí solo se puede hacer si llevas calzado (escarpines o californianas).


Luego más remo hasta la Cala Coves, donde puedes ver las cuevas prehistóricas que usaron desde los 60 a 90 los hippies. La vuelta se hizo un poco pesada, pero solo por la visita a la cueva de la Luz merece la pena.

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Hemos tenido suerte y el viento es norte. Hace unos días, reservamos la excursión que hacen los chicos de Taximar Menorca a las calas del oeste. Reservamos porque solo hacen una excursión hacia ese lado. Son las calas más famosas de Menorca pero en verdad se puede llegar andando desde Cala Galdana, en autobús desde Ciudadela o fuera del verano en coche.

Hay que ir pronto porque se tarda en aparcar en Cala Galdana, de hecho una de los participantes perdieron el barco de ida por no poder aparcar. Media hora antes de las 12h estábamos esperándoles en el embarcadero enfrente del restaurante El viejo Timón.

Son muy majos, te llevan a alguna cueva, pero no fue comparable a la excursión del día anterior. Te llevan a ver la Cala en Turqueta y Cala Talaier. A la primera se puede ir a pie, en coche o en el barco Fiesta.


Luego nos dejaron en Cala Macarella, pero nos recomendaron que fuéramos a Cala Macarelleta porque el viento de los últimos días había dejado marrón la cala más famosa de Menorca. Subiendo por las escaleras, desde el mirador se pueden ver las dos calas.


Un acierto ir a Macarelleta, aunque estaba llena, nos hicimos un hueco a la sombra de las rocas. Mi idea era ir andando a Cala en Turqueta, pero pasamos unas horas muy agradables tumbados mirando los pinos y el mar turquesa. La ruta me suponía unas dos hora la ida y vuelta. Nos faltó haber llevado la gafas de snorkel. En teoría es una cala nudista, pero los turistas la teníamos copada. Aunque había unos cuando nudistas hippies que nos deleitaban con sus canciones

Nos recogieron puntuales a las 17h, hay que tener cuidado porque los móviles se atrasan una hora en Cala Macarella.

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