Otro viaje a Alaska - Agosto 2022 ✏️ Blogs de USA

5 de Agosto
A primera hora de la mañana llegamos a Ketchikan, la primera ciudad de Alaska, y también la primera ciudad donde se amontonan los grandes cruceros que recorren la costa. Ketchikan es una ciudad encajada entre el mar y la montaña, por lo que se extiende longitudinalmente a lo largo de la costa.
(Los pesqueros locales y los cruceros, unos al lado de los otros)
La oferta hotelera en la franja sur de Alaska no és demasiado amplia y los alojamientos tienden a ser bastante caros, probablemente porqué la mayoría de visitantes van en un crucero y muy pocos lo hacen por sus medios. Por lo que pudimos ver, los clientes de los hoteles son en su inmensa mayoria estadounidenses que están allí por trabajo y no por turismo; huéspedes en hoteles que están en Alaska viajando por placer alguno hay, pero otra vez en su mayoría estadounidenses.
Elegimos lo mas económico que tuviera habitación con baño y nos alojamos en el Super8 by Wydthman, un hotel que efectivamente es francamente mejorable, pero que al menos está razonablemente bien situado, a medio camino entre la terminal del AMHS y el aeropuerto, y la ciudad, vaya... caminando es un paseo, o sinó es la última parada del autobus verde (más adelante) y está enclavado en una zona con restaurantes y supermercados.
Como el encargado del hotel no aparecía por ahí, dejamos las 2 maletas en el cloak room… un cuartito que estaba con la puerta entornada y nos fuimos a visitar la ciudad.
Todo el comercio de la ciudad está orientado al turista de crucero… mirando desde el mar hacia la ciudad: las tiendas, la montaña, los árboles… realmente recordaba ciertas calles de Andorra.

Para moverse por Ketchikan el autobús va muy bien. Hay tres líneas, la norte y la sur, que ya se entiende que zonas cubren, cualquier trayecto cuesta 2$ y hay que llevar el importe exacto porqué el conductor no tiene cambio. También está la línea verde que recorre la parte más céntrica y además es gratuito.
Las dos primeras tienen una frecuencia de paso de 1h, o sea que es mejor no perder el autobús para esperar al siguiente, en cambio la línea verde pasa cada 20’.
En la oficina de turismo hay unos ‘stands’ con toda la oferta de excursiones para viajeros y turistas… la más recomendada, pero a la que no fuimos, son los Misty Fjords. Se puede hacer en un catamarán, (teníamos que haber reservado con antelación… ‘sold out’), o en avioneta…, de todas manera de fiordos ya habíamos visto en otras ocasiones y no creo que éste los superara. No compramos nada.
Hay otras cosas interesantes para hacer en Ketchikan:
Visitar el 'centro histórico', Creek St, unas construcciones de madera que realmente recuerdan una calle del far west.
A unos 3 Km al sur está el Saxman Totem Park, una zona repleta de tótems más o menos antiguos que al que se puede llegar andando, o con la línea sur del autobús.

Casualmente esos días coincidía con la Blueberry Arts Festival y habían actividades como en cualquier fiesta mayor de por aquí, y participamos en ellas como si fueran las de nuestro pueblo.
El hotel no tenía desayuno ni incluido ni aparte (en Booking pone "Desayuno incluido"... quizás entienden por desayuno los dos termos de café que tienen en recepción... porqué otra cosa no), pero al menos la habitación tenía nevera. Fuimos al supermercado a comprar comida para el desayuno o para lo que hiciera falta y así acabamos el día.

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6 de Agosto
Había leído que una excusión, un trekking, interesante era la Deer Mountain Trail, así que como caminar nos gusta y a pesar de que el tiempo era inseguro… después del desayuno en la habitación, no dirigimos hacia la montaña en cuestión, que está al lado de la ciudad, al principio la pendiente es fuerte pero luego se suaviza. Aguantamos 3 horas de subida y desistimos, por dos razones, la primera es que se puso a llover, la segunda es evidente, la idea de llegar a la cima era tener una buena vista de la ciudad, pero estando el cielo cubierto no se veía nada. Sin duda no era el mejor día para subir.
Media vuelta hacia el hotel, cambiarse de ropa, descansar un rato y a la ciudad de nuevo, (aquí reponiendo fuerzas en un bar local).
Como seguían las actividades de la Blueberry Arts Festival las fuimos siguiendo: desfile de mascotas, tenderetes con productos de la zona, además también coincidía con la elección de cargos políticos y por ahí estaban todos buscando votos.
Alaska también es un refugio para profesionales y artistas de los EEUU, uno de los artistas que tiene más éxito reside en Ketchikan y tiene una tienda en Creek St, se trata de Ray Troll, un pintor que igual te vende camisetas, posters, gorras o lo que sea.
En este riachuelo que pasa por Creek St. ya se pueden ver salmones por todas partes y hasta algún otro animal que se pasea por allí.

Ketchikan no daba más de sí y ya empezamos a pensar en el dia siguiente... Wrangell

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7 de Agosto
Nuestro siguiente destino era Wrangell. Las ciudades de la costa sur de Alaska están incomunicadas por carretera, hay dos maneras de entrar y salir: en barco o en avión. La diferencia de precio entre al barco y el avión no es tan alta y en cambio la duración del trayecto en barco o en avión es muy distinta, el barco en estos trayectos tiene más sentido si se pretende trasladar el vehículo.
Alaska Airways tiene el vuelo 65, también llamado ‘Milk Run’, que parte de Seattle con paradas en Ketchikan, Wrangell, Petersburg, Juneau acabando en Anchorage. Cogimos el tramo Ketchikan-Wrangell.
Curiosamente el aeropuerto de Ketchikan está en otra isla, al norte de la ciudad al que se llega únicamente con un ferry local.
Según Booking en Wrangell no hay hoteles. Bueno, pues los hay, al menos dos lugares donde hospedarse y por lo que oí también Airbnb. Stikine Inn es probablemente el mejor y con la mejor localización y el Wrangell Extended Stay.
El objetivo de la visita a Wrangell era visitar el santuario de osos de Anan al día siguiente.
Wrangell es una ciudad pequeña y sin demasiados atractivos turísticos, tiene dos muelles para cruceros y para el ferry, pero en todo el tiempo que estuvimos no vimos ninguno. Nos alojamos en el Stikine Inn, es el mayor de la ciudad, tiene un buen restaurante, está en el centro, bien comunicado y proporciona el traslado al aeropuerto.
Después de alojarnos en el hotel dimos un paseo hasta la playa de los petroglifos, donde se pueden encontrar rocas con grabados en bajo relieve de hará unos 1000 años. Allí coincidimos con la pareja de Chicago con los que al día siguiente iríamos a Anan
Y después de pasear por el pueblo, cosa que se acaba rápido, volvimos al hotel.
Aqui una vista de 360º desde el muelle para cruceros, al fondo se ve el Stikine Inn... (que tranquilidad se percibe no??)

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