![]() ![]() Botswana y Victoria Falls: La ruta del Río Perdido ✏️ Blogs de Africa Sur
Recorrido de 2 semanas con viajes Kananga por Botswana y Victoria FallsAutor: Miguelang031075 Fecha creación: ⭐ Puntos: 5 (9 Votos) Índice del Diario: Botswana y Victoria Falls: La ruta del Río Perdido
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Etapas 7 a 9, total 15
Al día siguiente por la mañana, antes de abandonar el campamento, dimos un paseo a pie de una hora aproximadamente por la finca en la que se encuentra, viendo algo de vegetación típica, como las acacias, y algunos termiteros.
![]() ![]() ![]() ![]() Tras este paseo, cogimos las mochilas y nos fuimos al embarcadero, ya que íbamos a iniciar un paseo en barca por los canales del delta.
![]() ![]() Aves vimos algunas al vuelo, imposible fotografiar puesto que el ruido del motor las espanta, pero el paisaje es precioso, con los papiros y las acacias. Eso sí, cuando pasamos en la lancha cerca de la vegetación hay que protegerse. La navegación sigue un recorrido laberíntico, por unos canales más anchos y otros bastante estrechos.
![]() ![]() ![]() ![]() ![]() ![]() En cuanto a otros animales, vemos un varano y varios cocodrilos.
![]() ![]() Al final casi del recorrido vemos un pigargo vocinglero o águila pescadora africana.
![]() ![]() Después de casi dos horas, llegamos a la isla de Seronga, que a la hora acordada atravesaremos en camioneta. Tomamos un tentempié mientras que se hace la hora y algunos optan por ir a ver el colegio que hay a poca distancia de donde esperamos, ya que esta isla está habitada.
Atravesando la isla vemos algunos poblados y las casas típicas en las que vive la gente.
![]() Al cabo de 45 minutos más o menos, nos bajamos de la camioneta, puesto que íbamos a realizar el paseo en mokoro, que es la canoa tradicional para desplazarse por las aguas de los canales del delta del Okavango. Se presentaron los diferentes mokoreros y elegimos cada uno al que nos pareció. En cada mokoro íbamos a ir sentados dos personas más el mokorero detrás de pie. Para sentarse estaban los respaldos y asientos de una silla, pero sin las patas.
![]() Empezamos a desplazarnos suavemente por las aguas del canal comenzando un paseo de lo más relajante y tranquilo, contemplando simplemente el paisaje. De vez en cuando se veía algún animal en zona de tierra a lo lejos, como búfalos y algún elefante.
![]() ![]() ![]() ![]() ![]() Después de unos 40 minutos nos bajamos del mokoro al llegar a la isla donde íbamos a tener el campamento durante una noche. Este campamento ya iba a ser más austero. Dentro de las tiendas íbamos a dormir en la funda nórdica que habíamos utilizado en el salar de Makgadikgadi y luego había una caseta habilitada como baño seco, o sea, de los que tienen el agujero en el suelo, y otra caseta como ducha, con un recipiente en el que habían llenado agua del delta para bañarse. Me parece que nadie lo usó. Se podía solicitar que calentaran el agua. Dieron algunas instrucciones básicas de seguridad, como por ejemplo no alejarse del campamento y por la noche, en caso de salir para hacer las necesidades, pues hacerlo con la linterna y en caso de ser necesario soltar aguas, se podía hacer detrás de la tienda de campaña en caso de no querer ir hasta la caseta del baño.
Comimos en sillas puestas en un círculo interior a las tiendas de campaña y tuvimos también un buen rato de sobremesa.
Por la tarde, antes de que fuera a atardecer, nos subimos de nuevo a los mokoros con nuestros correspondientes mokoreros, para dar un paseo de nuevo por los canales del delta hasta llegar a una zona llamada “hippo pool” o piscina de los hipopótamos. ![]() Al llegar a esa zona nos aproximamos lo máximo posible que fuera prudente y estuvimos observando varios grupos de hipopótamos que estaban inmersos en sus actividades habituales, o sea, sumergiéndose en el agua y saliendo a la superficie a continuación. Es una de esas situaciones en las que te quedas mirando atentamente a la par que hay una sensación de tensión, puesto que estás cerca de unos animales, en su mismo medio, que son conocidos por producir el mayor número de muertes de humanos en África.
![]() ![]() ![]() ![]() Después de estar allí un ratillo mirando y tratando de hacer fotos, iniciamos el regreso a la isla campamento, no sin antes parar en un punto para observar otro bello atardecer. Eso sí, no podían haber elegido mejor sitio para pararse que junto a unas plantas acuáticas que estaban llenas de arañas pequeñillas.
![]() ![]() ![]() ![]() Llegamos prácticamente un instante antes de hacerse de noche al campamento y cenamos al cabo de un rato. El guía español había mencionado que en otros viajes en esa isla el equipo de mokoreros, cocineros, etc..., solía hacer alguna representación de alguna costumbre del país, o cantar alguna canción típica, y que el grupo de viajeros españoles solía hacer algo similar, o sea simplemente para pasar un rato por la noche. Este día sin embargo parece que no estaba nadie por la labor.
![]() Tras un rato de conversación, hora de dormir. Ya me aseguré yo de no tener que salir en plena madrugada de la tienda. Durante algún rato se escucharon los hipopótamos. Etapas 7 a 9, total 15
Al día siguiente por la mañana, tras desayunar, nos volvimos a subir a los mokoros, porque nos iban a llevar hasta otra isla para realizar una caminata guiada.
![]() ![]() El desplazamiento no fue muy largo, unos 10 minutos. Cuando llegamos nos dividieron en dos grupos diferentes con un guía (mokorero) cada uno de ellos.
![]() ![]() ![]() ![]() El paseo iba a durar cerca de unas dos horas y antes de iniciarlo nos dieron unas normas de seguridad sobre cómo actuar en caso de toparse con uno de los big five. Un poco lío sí que era, porque a uno le tenías que mantener la mirada fija mientras retrocedías, a otro en cambio no lo podías mirar, a otro no le podías dar la espalda, etc...
El guía nos fue identificando algunas huellas de animales o por ejemplo el lugar donde dormían los hipopótamos. Tuvimos la suerte de ver un elefante que iba solitario y estaba comiendo de unas ramas.
![]() ![]() Seguimos con el paseo y vimos algún águila culebrera sombría. También lo que quedaba del esqueleto de un elefante muerto. Conservaba todavía parte de la piel, que por lo visto es tan dura que hasta que no llueve y se reblandece los carroñeros no pueden comer. Por cierto, olía de espanto. El guía recomendó no tocar nada, o desinfectarse las manos inmediatamente después en caso de hacerlo.
![]() Casi al final del paseo vimos un grupo de unos 3 ó 4 elefantes.
![]() Finalizado el paseo a pie, volvimos en mokoro hasta la isla campamento para terminar de recoger nuestro equipaje. Seguidamente volvimos a subir a los mokoros para ir hasta el lugar en el que el día anterior nos habíamos bajado de la camioneta.
El paseo en mokoro estuvo gracioso, porque al parecer íbamos ahora contracorriente, y algunos de los mokoreros no eran capaces de avanzar, principalmente las mokoreras, que al parecer no tenían todavía mucha experiencia. Las dificultades de algunos dieron lugar a que nos distanciásemos un poco de unos mokoros a otros, o que incluso algunos de ellos encallasen en la vegetación del canal. Superado este inconveniente, llegamos a un punto del canal desde el que pudimos contemplar como un grupo de elefantes numerosos se acercaba hasta la orilla del canal y comían de algunos árboles. ![]() Más adelante incluso vimos un par de elefantes cruzando el agua del canal para ir hasta la vegetación del otro lado.
![]() ![]() ![]() Tras bajarnos de los mokoros y despedirnos, volvimos a subir a la camioneta para llevarnos al otro extremo de la isla de Seronga, hasta las cercanías del embarcadero. Comimos en ese lugar y algunos aprovecharon a ducharse un poco utilizando la manguera que había en uno de los baños.
Nos dividimos en dos grupos para subir a la lancha y nos llevaron hasta la casa barco en la que nos íbamos a hospedar en nuestra última noche en el delta del Okavango. Me resultó bastante curioso. Le daba un aire a esos barcos típicos que navegaban por el río Missisipi, en Estados Unidos. Nuestra casa flotante se llamaba “Inkwazi”. okavangohouseboats.com/houseboats/ ![]() En la casa flotante el comedor estaba abajo y los camarotes arriba. Cada camarote iba equipado con baño, camas y mosquiteras, aunque sin enchufes. El cuarto de baño en mi camarote era un poco incómodo, porque dentro del cubículo, que era bastante pequeño de por sí, estaba tanto el lavabo como la ducha (en otros camarotes era diferente). Además, debido a que el agua caliente salía gracias a un generador, sólo era posible ducharse en unas horas determinadas (creo que hasta las 9 de la noche) y por turnos. En cuanto a la mosquitera, traté de ponerla pero desistí de ello.
A eso de las 5 de la tarde nos llamaron para subirnos a la barca de nuevo, puesto que íbamos a hacer un breve paseo para contemplar otro atardecer. Tras eso, cena y charla nocturna hasta la hora de acostarse. Etapas 7 a 9, total 15
Éste era uno de los días que más tiempo llevaba esperando. No sólo es que quisiera hacer actividades en el delta del Okavango, sino que quería sobrevolarlo, y por fin se iba a cumplir. Nuestro siguiente destino era Moremi y el desplazamiento entre ambos lugares lo íbamos a realizar en helicóptero, con un vuelo de aproximadamente unos 45 minutos.
El vuelo era nuevamente con Helicopter Horizons. Para realizar los vuelos nos tendríamos que dividir en 3 grupos, dado que no había suficientes helicópteros para trasladar a las 18 personas que éramos. En cada helicóptero volaríamos 3 personas, saliendo en el primer turno 9 personas, en el segundo turno 3 personas y 6 en el tercero. Los de los dos primeros turnos salimos de la casa flotante en barca hasta la isla de Seronga, donde estaba el “helipuerto” cerca del embarcadero, helipuerto que no era más que una explanada de tierra en mitad del campo. En este caso el helicóptero sí que tenía puertas, con lo que tocaba lidiar con los reflejos en el cristal de la luz del sol y de los propios ocupantes del helicóptero, así como de las imperfecciones de los cristales. A mí me tocó en el asiento de la izquierda detrás y fue un asco, porque la mayoría de las fotos me salieron bastante mal. Además, se suponía que se estaban viendo animales, pero al parecer quedaban por el lado derecho.
![]() ![]() ![]() ![]() O sea, que aunque hice bastantes fotos, un poco decepcionado si acabé.
El piloto que llevábamos tampoco era muy conversador y no explicó nada de los lugares que íbamos sobrevolando.
Vimos muchos canales, praderas inundadas, zonas de bosque e islas. ![]() ![]() ![]() ![]() ![]() Hacia el final vimos unas manadas impresionantes de elefantes. Muchísimos animales. Estábamos llegando a Moremi.
![]() Aterrizamos en el área de Xakanaxa y mientras que esperábamos al último grupo nos fuimos a hacer un corto recorrido por Moremi.
![]() En la entrada de control a Moremi más cercana al área donde aterrizamos, vimos unos cuantos facoceros o facóqueros (como el Pumba del Rey León) y otros tantos babuinos.
![]() Una vez sobrepasada y hechos los trámites, no tardamos mucho en ver algunos elefantes entre los árboles alimentándose.
![]() Después vimos en una charca un grupo bastante numeroso de babuinos que estaban jugando.
![]() Finalmente, cuando volvíamos a la zona de aterrizaje nos cruzamos con otro grupo de elefantes.
![]() Tras encontrarnos con el resto del grupo, iniciamos en los 4x4 la ruta que nos iba a llevar hasta el área Kwai, realizando el game drive durante el recorrido a través de Moremi.
Votada en 2008 como la mejor reserva de África por una asociación de especialistas en viajes a este continente, fue la primera reserva africana creada por la población local y por iniciativa de una mujer, la esposa del jefe Moremi de la tribu Batawana, ante la preocupación por el rápido descenso de fauna ocasionado por la caza incontrolada y el desarrollo de la ganadería. La reserva de Moremi se creó en 1963 y es la única zona protegida del delta del Okavango. Inicialmente estaba formada por las tierras secas al este del delta y posteriormente se añadió el área central y Chief’s Island. El ecosistema está formado por tierras secas, humedales permanentes y estacionales, lagunas, ríos, charcas, bosques de mopane, llanuras de pradera. Ocupa una superficie de 4800 km2. Precisamente el área de Moremi que íbamos a recorrer para llegar a Khwai, es el correspondiente a esas tierras secas al este del delta. En las zonas boscosas es complicado ver la fauna y es habitual pasar bastante rato sin ver absolutamente ni un solo animal. Podíamos llevar más de una hora de recorrido entre bosques, cuando el conductor del 4x4 en el que iba se percató de que había unos leones detrás de unos matorrales. Complicado de ver pero donde paró inicialmente tenía algo de visibilidad. Luego el conductor decidió moverse para dejar sitio a otros coches y pasé a ver sólo matorrales, con el consiguiente cabreo. Además, por más que se movía seguía sin ver. Cuando ya nos íbamos nos avisaron de que había cerca una leona, y sí que la vimos andar tranquilamente por el camino. ![]() Un rato después vimos un ejemplar de antílope sable, que es de la misma subfamilia que el orix.
![]() En una pradera vimos entre hierbas a 4 aves de la especie cálao terrestre sureño. Estas aves son de color negro excepto por unas manchas intensas rojas de piel desnuda en la cara y en la garganta, que se cree que mantienen el polvo alejado de los ojos cuando están buscando comida en la estación seca.
![]() Por supuesto vimos algunos elefantes, una carraca lila (uno de los pájaros que más bonitos me parecen por la variedad de colorido en su plumaje) y los impalas, que están por todas partes.
![]() ![]() ![]() En una zona de sabana vimos varias leonas y un león que estaban recostados. Estuvimos allí un buen rato, porque a veces nos parecía que iban a hacer un amago de caza cuando se erguían y se quedaban mirando fijamente, pero al final no llegamos a ver nada.
![]() ![]() Ya por la tarde vimos una manada de ñus, jirafas entre árboles y un kudu hembra.
![]() ![]() ![]() Llegamos al campamento Khwai MK10, que está en el área de la concesión comunitaria de Khwai. Es administrada por la Khwai Development Trust en nombre de la comunidad de Khwai Village. Tiene una extensión de 180000 Ha y se pueden ver bastantes aves, leopardo, licaones, elefantes, búfalos, hipopótamos, cocodrilos, jirafas, cebras, hienas, etc... También hay una reserva privada Khwai con una extensión de 220000 Ha. Khwai queda hacia el este de Moremi y al sudoeste de Chobe.
Nuestro campamento móvil estaba ubicado al lado del río Khwai o de algún otro canal. Cuando llegamos estaban montando las tiendas de campaña. Nos acercamos hacia el agua, desde donde vimos a gente que estaba haciendo el paseo en mokoro. Tampoco nos podíamos quedar allí mucho porque estaba lleno de mosquitos. sklcamps.com/campsites/khwai/ ![]() ![]() En cuanto al baño, era también seco, en este caso con una tapadera de retrete puesta sobre 4 hierros y el agujero debajo. Tan bonito baño estaba protegido por unas telas a cada lado. Una pala al lado dejaba claro que cuando se fuese al baño había que echar una capa de tierra para retrasar lo máximo posible los malos olores. Ducha en este campamento en el que íbamos a estar dos noches no había, aunque según nos informaron, la comunidad Khwai nos permitiría usar el baño público para una ducha.
![]() Cena al aire libre, que por cierto a estas alturas de viaje estaba ya un poco cansado de ensalada o crema todos los días y carne, carne y más carne.
Otra vez más, descubrí la importancia de usar una linterna de tipo frontal cuando no tienes manos suficientes y es que yo, con mi linterna normal, casi la lío en el baño seco cuando no sé ni cómo, se volteó la tapa del retrete para atrás, que no entiendo cómo no se cayó al agujero fétido. Es más, no sé cómo yo mismo, con la torpeza de estar a oscuras tratando de iluminar con la linterna, no me caí dentro del agujero. Etapas 7 a 9, total 15
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