Botswana y Victoria Falls: La ruta del Río Perdido ✏️ Blogs de Africa Sur

Día completo haciendo game drive por la concesión de la comunidad Khwai, por lo que empezamos bastante temprano.

Los primeros animales que vimos fueron un topi, una manada de cebras y un ñu.

Seguidamente, camuflada entre las ramas de un árbol, una lechuza que no fue fácil localizar, puesto que se confundía con los colores de las hojas y ramas.

Yendo hacia nuestra primera parada técnica del día nos cruzamos con un grupo de facóqueros. En las cercanías paramos cerca de un río en el que había un grupo de hipopótamos dentro del agua.

Continuando el camino vimos que las ramas de un árbol estaban llenas de buitres. Había más de una docena. Por lo tanto algo tenía que haber muerto cerca, para lo que estaban esperando su turno.

Y sí, cerca vimos que había al menos una hiena tumbada y un chacal que estaba dando buena cuenta de los restos de algún animal que no recuerdo si era un impala u otro tipo de antílope. Estuvimos grabando la escena. Hasta se oía el desgarro de la carne al picotear. En los minutos que estuvimos allí, dependiendo de la posición del vehículo y de la dirección del aire, llegaba hasta nosotros un olor fétido a putrefacción. Imposible estar con la nariz sin tapar.

La hiena estaba completamente tranquila. Supongo que esperando su turno.

Nos cruzamos con un par de elefantes que estaban en una zona de matorral, pero lo más interesante fue cuando al llegar al río había una manada de al menos unos 25 elefantes de todas las edades. Lo más divertido era ver a las crías cómo intentaban beber agua porque casi que no les llegaba la trompa lo suficiente.

En un momento dado, la manada de elefantes empezó a cruzar el río hacia la orilla en la que nos encontrábamos, con las crías de elefante a la vera de los adultos. También nos vino algún elefante hacia el río desde el lado en el que estábamos, así que era momento de irse.

Más adelante vimos unas jirafas y unas grullas carunculadas.

Siguiendo el camino nos volvimos a encontrar con algunos elefantes, que no sé si eran de la misma manada anterior o no, en el que había alguna cría que estaba jugando y se cayó a la tierra, y allí estaba tumbada con el culo en pompa y rebozándose de arena.

Volvimos al campamento para comer, que yo no sé por qué en estas excursiones no se da un almuerzo picnic para aprovechar el tiempo. Total, que como luego de comer hubo tiempo de sobra para descansar, aproveché para darme una ducha en el baño de la comunidad. Incómodo pero al menos no tenía que estar 3 ó 4 días sucio.

Antes de que anocheciese, salimos a hacer otro paseo en el 4x4 y nos llevaron a una madriguera de hienas, donde había cerca de un total de 10 de diferentes edades. Las crías estaban escondidas en la madriguera, aunque de vez en cuando asomaban la cabeza. Por lo demás, estaban allí tumbadas y otras vigilando.

Con eso, volvimos ya de nuevo al campamento a cenar y a pasar allí la última noche. El cocinero hasta nos preparó un bizcocho.

Hoy teníamos otro largo día por delante, ya que íbamos a ir desde Khwai hasta el área de Savuti en el Parque Nacional de Chobe, pero antes teníamos que realizar otro paseo en 4x4 en Khwai.

Vimos algunas jirafas y luego, a falta de animales me dediqué a hacer fotos a los árboles, que tenían algunos una apariencia muy original.

En cierto momento nuestro guía recibió algún aviso y fuimos hacia un lugar en el que habían visto un leopardo, pero cuando llegamos se había escondido ya detrás de unos arbustos y no se veía nada de nada. Nos dimos media vuelta cuando en eso nuestro guía debió ver por otro camino unas huellas y las rodadas de un coche. El guía siguió esas huellas y llegamos a una zona despejada de vegetación donde un leopardo estaba sentado sobre las patas traseras. Allí estuvimos unos minutos mientras yo sacaba fotos del felino cada vez que miraba para un lugar diferente. A continuación llegó la otra parte de nuestro grupo con su guía. Al ser 18, con el guía, nos repartíamos entre dos 4x4 que por lo general iban siguiendo caminos alternativos para recorrer más terreno y así tener más posibilidades de avistamiento de animales.

Luego el leopardo se incorporó y se empezó a mover a través de los matorrales. Lo fuimos siguiendo un poco (al igual que los otros coches), pero al final por no agobiar más nos marchamos de allí. El otro grupo sí continuó algo más y llegó hasta un lugar donde al parecer el leopardo se encontró con unos elefantes o jirafas (no recuerdo lo que contaron) y hubo por lo visto alguna situación tensa entre ambos animales.

Tras esto, volvimos al río, donde vimos nuevamente unos hipopótamos, y regresamos al campamento para terminar de recoger y ahora sí, salir hacia Savuti.

Durante el trayecto entre Kwai y Chobe, la verdad es que no vimos ni un solo animal, si bien es cierto que íbamos por el camino principal a toda velocidad sin desviarnos. Al cabo de cerca de dos horas llegamos a la puerta de control de acceso de Mababe, que forma parte del área de Savuti, en el Parque Nacional de Chobe.

La depresión de Mababe estuve ocupada hace miles de años por el lago Makgadikgadi, hasta que desapareció por completo. Es una zona bastante árida, casi desértica, pelada de vegetación en km a la redonda o con algunos arbustos. Con todo, pudimos ver algunas cebras, ñus, elefantes, oryx y jirafas.

Lo que sí tuvimos y mucho fue tierra. Qué polvareda se levantaba, y era mejor no cruzarse con ningún vehículo.
Savuti es una zona abierta con grandes llanuras y charcos de agua donde es posible ver depredadores. Según nuestro guía de Kananga, muchos de los documentales de La 2 en los que se pueden ver reportajes de leones, guepardos, etc... están grabados aquí.

Cuando hicimos la primera parada para comer, la parte del grupo que había ido en el 4x4 que iba detrás, estaba bastante mosqueada, por la cantidad de polvo que habían respirado. Se les notaba sucia la piel y hasta al sonarse la nariz les salía algo de polvo. Lo que no entiendo es cómo los conductores no se dan cuenta de ello y se mueven por rutas alternativas o al menos dejando más distancia entre el coche que vaya delante y el que vaya detrás. En estas condiciones, llevar un pañuelo que tape bien nariz y boca es imprescindible. Yo llevaba una mascarilla FFP2.

Lo primero que vimos de Savuti como tal fue un baobab enorme, al que rodeamos con los brazos formando una rueda para comprobar la verdadera envergadura del árbol. Vimos también un águila volatinera, con un plumaje de color oscuro y cara y garras de color rojo.

Nos establecimos en el campamento móvil en Savuti, donde íbamos a estar una única noche antes de iniciar el regreso a la “civilización”.

Comenzamos un paseo en 4x4 para el atardecer, con el objetivo de ver los licaones. Primero no obstante paramos un segundo para ver un avutarda kori, que es el ave más grande de África con capacidad para volar.

Nos topamos también con una manada de ñus que estaban pastando.

Y entonces, ya cuando empezaba a atardecer, llegamos a una zona donde había un número importante de licaones. Estos animales carnívoros son también conocidos como perros salvajes africanos y viven en ambientes de sabana. Son muy sociales y forman manadas con jerarquías diferentes para machos y hembras. Se trata de cazadores diurnos, cuya presa fundamental es el antílope, a la que persiguen hasta el agotamiento. Tienen dos enemigos principales: los leones y las hienas. Los leones matan a los licaones siempre que pueden y las hienas son cleptoparásitas, es decir, para alimentarse se aprovechan de las presas que hayan podido capturar los licaones, o dicho de otro modo, los licaones hacen el trabajo sucio de cazar y las hienas les roban las presas.

Cuando ya estuvimos un rato allí viendo a estos animales tumbados o moviéndose a toda velocidad (quizás para ir a cazar) y en 360º, nos marchamos. Paramos a ver la puesta de sol una vez más, y entonces el otro 4x4 se atascó en la pista de arena y no se podía mover. Nuestro guía ni siquiera fue a ayudar, así que fue un “apáñatelas como puedas”.

Cuando el otro 4x4 consiguió salir de la arena, después de que se bajasen todas las personas del coche, se marcharon a toda velocidad hacia el campamento. Nosotros íbamos detrás y más despacio porque ya se había hecho casi de noche, lo que facilitó que pudiéramos ver un leopardo tumbado tranquilamente sobre una roca. Fue muy difícil de fotografiar, porque casi no había luz, y yo encima no me había dado cuenta de que llevaba las gafas de sol, por lo que probablemente no había configurado correctamente la cámara. Para cuando me di cuenta ya se había hecho de noche. El otro grupo iba tan rápido que cuando nosotros vimos el leopardo ya habían llegado al campamento y tuvieron que regresar a toda velocidad.

Esa noche, con nuestra última cena preparada por el cocinero, tuvimos una visita inesperada. A eso de las 10 de la noche, un tejón apareció a toda velocidad entre las tiendas de campaña y se paseó junto a las mesas que se habían preparado para la cena. Supongo que buscando restos de comida. Además, oímos un rato después un imponente rugido de un león que había cazado (por el ruido que hizo también la víctima), así que como para salir mucho por la noche de la tienda.

Hoy teníamos otro largo día de desplazamiento, pero antes de eso y tras desayunar, hicimos otro paseo en 4x4 a la búsqueda de leones.

Y tuvimos suerte, porque no muchos minutos después de salir del campamento, vimos a un león macho adulto que tenía unas buenas melenas. Según el guía podía tener entre unos 12 y 15 años. El animal estaba tumbado bajo un árbol y tenía a escasa distancia los restos de la presa que había cazado y que se estaba comiendo. Igual se trataba del león que habíamos escuchado rugir la noche anterior. El león a veces se nos quedaba mirando (hice unas cuantas fotos porque tenía una cara preciosa e imponente) y otras se tumbaba de lado como si estuviera amodorrado. Yo creo que estaba esperando a que nos fuéramos todos los que lo observábamos para quedarse tranquilo con su comida.

Siguiendo el recorrido, llegamos a una especie de vaguada entre elevaciones a cada lado y allí había una leona con dos crías, pero apenas si los vimos unos segundos, porque rápidamente se movieron detrás de unos matorrales. Nuestro guía movió el 4x4 unos metros más hacia la derecha y a los pocos minutos volvieron a aparecer la leona con sus dos crías, un par de minutos antes de esconderse de nuevo.

A todo esto, un 4x4 de otra empresa, por aquello de querer estar en primera línea se quedó atascado en la arena y no podía salir. Tuvo que ir otro guía de la misma empresa a remolcar con su 4x4 el coche que se había quedado atascado, tirando con un cable que enganchó. En fin, me pareció hasta cierto punto un exceso algunos intentos que se realizan de ponerse en el primer lugar.

Iniciamos el camino en dirección nordeste hasta Kachikau, donde íbamos a coger ya la carretera asfaltada. Paramos junto a una charca en la que había varios kudus e impalas.

Después atravesamos una zona en la que se veían muchos baobabs en la montaña. Pasamos por otra pista que era pura arena de color anaranjado, como la del desierto del Namib, y finalmente otro tramo con muchos baobabs y acacias.

Llegamos a Kachikau para la hora de comer y ya a partir de ahí se acababa la arena y lo que faltaba hasta llegar a Kasane sería más placentero...hasta cierto punto, porque ir en un 4x4 descubierto por los lados y a 70-80 km/h fue desagradable, pese a ir tapado con gorro y pañuelo, por la cantidad de aire que daba. Era muy molesto. Cerca de la puerta Ngoma de acceso a Chobe vimos la señal de tráfico que indica los km hasta alcanzar la frontera con Namibia, Zimbabwe y Zambia. Muy cerca de Kasane hay un punto en el que aproximadamente se juntan las fronteras de los 4 países (los anteriores y Botswana).

En Kasane nos alojamos en el Water Lily Lodge. Era la vuelta a las comodidades después de 5 días durmiendo en campamento y casa flotante. Algunos no se habían lavado desde que salieron de la casa flotante tres días antes. Ya volvíamos a tener una buena cama, enchufes para conectar los dispositivos, cuarto de baño. Como llegamos pronto, sobre las 4 de la tarde, aproveché para reordenar un poco la maleta.

Luego por la noche cenamos en el mismo hotel e hicimos una foto de grupo, incluyendo al guía español, el cocinero, la ayudante de cocina y los dos guías que habíamos llevado los últimos días con el 4x4.